SIX MONTHS

Capitulo 18

-¿Debería comenzar a correr ahora? – Dije mientras me paraba enfrente de él, de brazos cruzados y con ambas cejas levantadas. La sonrisa malévola, que a la vez era pervertida, aun no se borraba del rostro de aquel chico de rulos despeinados, jeans rotos y remeras de chico malo. Acaso, ¿quería asustarme con su atuendo? ¿Oh tan sólo así se viste él? – Debo admitir que ese atuendo de chico malo te va muy bien.

-No te salvarán los cumplidos – Dijo entre risas. Rodé los ojos con fastidio. De parte que lo estoy alagando, sin tratar de comprarlo, agrega frases molestas como esta a la conversación normal que por primera vez tenemos. Que imbécil.

-No lo decía para salvarme – Repliqué con tono de fastidio. Harry encarnó una ceja mientras guardaba silencio. Lo más seguro es que pensaba en qué es lo que me haría en este preciso momento, como venganza claro. – Repito, ¿Tengo que correr ahora?

-No te servirá de nada correr, soy más rápido que tú. No te servirá encerrarte en tu habitación, tengo la llave. No hay escapatoria muñeca. – Agregó desafiante, dominante y malvado. Utilizaba la serie de tonos que más odiaba que un chico tuviera en su voz. Una razón más para odiarlo.

-En pocas palabras, estoy jodida. –

-No, no tanto. – Rió divertido. Caminó unos pasos asía a mí, me rodeo unas cuantas veces y continuo hablando. Yo solo permanecía quieta y sin decir palabra alguna. – Solo me divertiré un rato contigo – Lo miré desentendida, no lograba entender sus mensajes subliminales en este momento, ahora estoy viviendo lo que él vivió hace unos momentos conmigo en el baño.

-No entiendo nada de lo que dices, en este momento solo tengo cabeza para otro tipo de cosas. Ya al grano, ¿Qué es lo que quieres? – Respondí firme. Harry soltó una sonora carcajada, demasiado fuerte para mi gusto, a lo que yo lo miré mal. – Vamos, déjate de rodeos y dime de una buena vez que es lo que quieres.

-Ya te lo dije, divertirme un rato contigo ___ (TN) ¿de verdad no entiendes? – Seguía rodeándome a paso lento, susurrando cada oración despacio, con esa voz ronca y peligrosa que se le escucha, misteriosa por cierto.

Parecía un depredador hambriento tratando de cazar a su presa, tratando de asustarla y rodearla para impedirle el escape. ¿Y quién era la presa? ¿Quién era el alimento que saciaría el hambre del depredador? Tan fácil como la tabla del uno, ______ (TN) Valerie Tomlinson Lewis.

-¿Te he dicho que me encantan esos shorts que acostumbras ponerte para dormir? – Me susurró ali oído, por detrás de mí. Yo le daba la espalda y trataba de ignorar cualquier tipo de comentario que el hiciera. – ¿También te he dicho que tienes un cuerpo hermoso?

-Papi, tus halagos no me bajan la falda, créeme. –

-¿Qué no ya la tenias abajo? – Dijo entre una carcajada.

-Imbécil. – Me di media vuelta para dirigirme a mi habitación, pretendía subir las escaleras y encerrarme para que no molestara más. Pero todo fue en vano, ya que me tomo del brazo, deteniéndome con todas su fuerzas, ya que intentaba zafarme. –

-¿A dónde vas preciosa? Aun no terminamos nuestra simpática charla. – Me apegó más y más a su cuerpo, haciendo que la poca distancia que nos dividía, fuera haciéndose aun más estrecha, de poco en poco.

Tan sólo diez centímetros eran los que evitaban que nuestros cuerpos no estuvieran completamente pegados. –

-Veo que quieres faje... - Forcé una carcajada. Harry rió junto conmigo, además de lanzarme unas cuantas miradas que lo decían todo. Propuestas y más propuestas indecentes. Rodé los ojos con frustración y algo de aburrimiento. Pues por un momento pensé que esto pasaría de ser insultos y majaderías, a algún tipo de adrenalina y diversión.

-Sabes, no estaría tan mal. Después de todo no hay nadie en la casa... - Agregó con esa típica voz seductora que tienen los chicos como él. Puedo decir que al escuchar ese tono de voz, sentí una sensación muy extraña por mi cuerpo. Un tipo de corriente eléctrica sería la definición.

-Pues te quedarás con las ganas, ahorita no estoy para fajes. –Di unos cuantos pasos asía atrás alejándome unos centímetros de Harry, para después sentarme en el sofá de la sala de estar.

Tomé el control remoto de la televisión y la encendí. Pasaba todos los canales tratando de encontrar alguna programación buena, series oh películas, pero nada de eso aparecía.

– Ya que en la televisión no hay nada bueno, ¿Porqué no salimos un rato? No sé, ha distraernos. Es viernes en la noche y odio estar encerrada.

-Tú ¿Salir conmigo? Por dios. – Rió incrédulo. – ¿Y a dónde?

-¡Yo que sé! ¿Con Louis? ¿A dónde fue? –

-A una fiesta, con los chicos. –

-¿Por qué no vamos? – Propuse entusiasmada. Harry esbozó una mueca de desagrado, no entiendo porqué, Louis me contó que él adoraba las fiestas, que él es de salir los viernes por la noche a antros, que es igual a mí en muchos aspectos, y uno de ellos es que odia quedarse encerrado los viernes por la noche. – Vamos Harry, no seas aburrido. – Me levanté de el sofá y caminé asía dónde estaba él, sentado en uno de los sofás jugando con su teléfono. – Por lo que me han contado, odias quedarte encerrado los viernes en la noche. ¿Qué no?

-No tengo ánimos de que se me insinúen o se me ofrezcan– Por dios, que egocéntrico sonó eso. No cabe duda que sí es un galán de telenovela barata.

-¿Oraciones de rompe corazones? ¿Dónde? – Lo que más odiaba, era con lo que tenía que tratar. A veces llego a pensar, ¿Cómo es que llegó a sentir atracción por un tipo como este? Estoy completamente desubicada. – En fin, que no te importen las que se te encimen, vamos a divertirnos un rato. Y por la invitación, no te preocupes, Louis me dejó dos entradas en la habitación para ti y para mí.

-Pero...-

-Te callas, vamos y punto. Voy a vestirme, termino en una hora. Ponte guapo, no quiero opacarte. – Hablé antes de que terminará la oración, interrumpiéndolo. Subí la escalera con rapidez, entré a mi habitación y comencé a buscar algún atuendo para ponerme. Algo cómodo, ya que es antro y es andar de aquí para allá, pero de igual manera algo que pegue con la ocasión.

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Al terminar de arreglarme, salí de la habitación dispuesta a buscar a Harry. Tomé mi bolso de mano, mi cartera y mi teléfono celular. Bajé la escalera dando pasos cortos, trataba de no pisar tan fuerte, pues el sonido de los tacones resonaba por toda la mansión haciendo eco.

Divisé a Harry frente al espejo de la sala, mirándose y acomodando sus despeinados rulos. Traía puesto unos Jeans negros, una remera azul decorada con pequeños corazones blancos, esparcidos por toda la playera y unas botas de color marrón.

Debo admitir que se veía extremadamente atractivo.

-Bien, terminé. – Dije mientras bajaba el último escalón. Harry se giró automáticamente al escuchar mi voz sonar en la habitación, me miró de pies a cabeza, para después sonreír pícaro. – Creo que me opacarás con ese atuendo.

-No, no lo creo. – Me ofreció su mano y yo la tomé. – Te odio, pero debo admitir que te ves demasiado bien. ¿Cuántos te has llevado a la cama en tu antiguo hogar, eh? – Soltó una carcajada. Le di un golpe en el hombro por atrevido, sus labios pronunciaron un '' ¡Auch!'' de dolor, a lo que yo reí.

-Será una noche demasiado larga. – Dije por lo bajo.

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