Capítulo 8

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Me quedé sentada en ese banco hablando con Mirella durante varias horas.

Ya sabíamos practicamente todo de nuestras vidas.

Empezaba a hacer fresco, y el cielo se iba oscureciendo poco a poco.

Mientras caminábamos hacia nuestro barrio yo le contaba quién eran mis amigas, los chicos de aquí y todos esos rollos.

Dice que en su instituto no se puede hablar con chicos amenos que no tengan pareja. Si la tienen, mala suerte, no podrás hablar con él a no ser que ella te deje.

Extraño, raro y sin ningún sentido.

-¡Adiós! Me ha encantado conocerte.-Dijo ella mientras corría hacia las escaleras de la casa de su tía.

-A mi también, adiós.

Llegué a tiempo para la cena. Hoy había carne a la plancha con anchoas.

-Buag, ue asco, yo no quiero esto.-Dijo Sophia mientras retiraba las anchoas.

-Ni yo tampoco, me hace vomitar.-Dijo esta vez Ashley.

-Niñas, tenéis que comerlo todo, sino, esta noche vendrá el asesino y...-Mi madre me interrumpió trayendo los vasos de agua.

-Venga Lidia, ¿Qué ibas a decir?-Dijo Ashley con tono burlón.

-Nada nada.-Dije mirándola.


La otra cara de un asesino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora