Beso de sangre [Terminado]

Capitulo 25

La vida y la muerte están separadas por una delgada línea pero es preferible morir por la libertad que morir en una jaula de oro donde el único consuelo es esperar con paciencia que la muerte venga a libertarnos con llegada .

- Señora Elena, no debe esforzarse - Dice una sirvienta al ver que Elena esta sobre una silla para coger un libro.
- Estoy embarazada, no enferma - Dice Elena mientras se baja de la silla.
- Debe tener cuidado, su salud le preocupa mucho al amo - Dice la sirvienta.
- Esta niña también es mi hija y mi único tesoro - Responde Elena acariciando su vientre.
-¿ Usted piensa que el amo Lorenzo no la quiere? - Pregunta la sirvienta.
- No lo pienso, estoy segura y ¿ sabes porque estoy segura?, Celia - Musita Elena sentándose en la cama.
- ¿Porque, señora Elena? - Pregunta Celia, la sirvienta que la había cuidado desde que nació.
- Porque soy la iluminada y él está conmigo por interés - Dice Elena con una voz muy triste. Elena tenia cabellos rubios se asemejaban al oro, ojos Azules, piel blanca como la porcelana, era alta y era de contestura media.
- Por favor, cuida a mi hija evita que Lorenzo la entregue al consejo de brujas, ella es la esperanza de muchas iluminadas - Dice Elena con desesperación.
- Mi familia le ha servido a su familia durante siglos y seguirá siendo así - Dice Celia tratando de calmar a Elena.
- Celia prometeme que guardarás este secreto - Dice Elena.
- ¡Puedes confiar en mi! - Exclama muy seria Celia.
- Tengo en mi familia sangre licantropo, eso me convierte a mi y a mi hija en un lobo gris, me preocupa porque tal vez quieran utilizar a mi hija y Lorenzo lo permita - Dice Elena.
- Yo me encargaré de que eso no suceda - Dice Celia.
En ese momento Elena siente un profundo dolor lo que quería decir que Elena había entrado en labor de parte, Lorenzo apenas supo eso fue a verla pero la partera y las sirvientas no se lo permitieron, su miedo se agudizó al ver que una sirvienta salia con muchas sabanas manchadas con mucha sangre.
- Es una niña como dijo la señora Elena - anuncia una de las sirvientas quien se acercó para decírselo.
-¿ Puedo pasar? - Pregunta Lorenzo tocando la puerta de la habitación en la que estaba Elena y su hija.
-¿ No es hermosa? - Pregunta Elena tomando la pequeña mano de su hija.
- Sí es hermosa - Dice Lorenzo maravillado con su hija.
- Quiero que mi hija se llame Esther - Dice Elena casi en susurros, su piel estaba muy pálido y había perdido mucha sangre.
- Dame a mi hija - Dice Lorenzo muy serio.
- No - Musita Elena con la pequeña Esther en su pecho, Elena se empiezo a quedar dormida pero en realidad ella estaba perdiendo la conciencia debido a la masiva pérdida de sangre. Separaron a la pequeña niña del pecho de su madre, Celia la cogió entre sus brazos.
-¡Elena, Elena! - Grita Lorenzo al ver que esta no reaccionaba.
El cuerpo de Elena se encuentra inerte entre las sabanas blancas que ahora estaban manchadas con su propia sangre, en su rostro pálido como la nieve se podía ver una leve sonrisa que contrastaba con las cosas a su alrededor, tal vez ella tuvo una hija con una persona a quien ella nunca amo pero no cabe duda de que ella amo a su pequeña hija, sobre todas las cosas y que le dio el mayor regalo que era una vida libre , donde su pequeña Esther tomaría las decisiones que quisiera. Para Elena, Esther fue como su nombre significa su estrella;la luz que brillo en su cielo oscuro por ser quien ella era.
"soy como la bella ave que esta en
una jaula de oro que prefiere un
día de libertad que una eternidad
en cautiverio. "

Esas fueron las palabras que Elena dejo para su único y gran amor que era su hermosa estrellas.