«Narrador Omnisciente»Kaori se encontraba en la parte de atrás de la escuela, ya que era receso, y quería evitar a Hana que antes la estaba siguiendo, pero la perdió por fin.
Se sentó jadeando por haber corrido intentando huir. Una voz la molesto sabiendo que no había logrado escapar.
— ¡Al fin te encuentro! – al parecer Hana no venia sola, también traía a sus amigos.
Kaori soltó un bufido de desesperación.
— Vengan sentémonos. – le dijo a sus amigos que la seguían, Ed, Alex y Cristia.
— ¡Hola Kaori! – saludó Cristia animadamente sentándose en frente de la chica.
Kaori no respondió.
— Que callada.. – murmuró Alex con cierto tono de superioridad.
— Ya ya, vamos a conversar sobre algo. –
Le calló Ed, luego de haberse sentado junto a Hana que se había apegado a Kaori, quien se apartó con fastidio.— ¡Hoy ganamos el partido! – dijo la rubia transformando sus manos en puño para luego hacer un pequeño movimiento de felicidad.
— Así es. – confirmó Ed, sonriendo también.
— Era más que obvio, contigo Hana. – se rió Alex.
— ¿Y a ti te emociona Kaori? – había preguntado Cristia.
Kaori se encogió de hombros y sacó un libro de su mochila.
La hora se fue rápida, y el timbre sonó avisando que el receso había terminado, los alumnos se fueron al salón, pero antes de entrar Hana detuvo a Kaori jalándola de la muñeca.
— ¿Ves que fue divertido estar con nosotros? – preguntó sonriente Hana porque creía que había logrado hacer socializar a la de cabellos negros.
— No, yo no te pedí estar contigo, menos con tus amigos, no me importa "socializar" – hablo fríamente haciendo comillas en su última palabra – No me he divertido, más bien. Has jodido mi descanso. – no dijo nada más y se adentró al salón.
« Hana »
Esas palabras me habían lastimado, creí que podría ayudarla, creía que lo había conseguido, inconscientemente unas lágrimas se asomaron por mis ojos, pero negué con la cabeza y me los restregué, para luego sonreír. "No debes rendirte", me repetí a mí misma.
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La chica rara; yuri.
Romance« ¿Por qué me notas ahora, Hana? Siempre estuve ahí, en el fondo de la clase, ¿Por qué llegas ahora? Ya me acostumbre a estar sola. ¿Por qué me haces cumplidos? Si sabes que no me importan. ¿Por qué ya no te ríes de mí como tus amigas? Sabes que no...