7. "Los que no son vagos"

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Ya eran las 8:00 y Franco y yo salimos con los "bebés " para ir a desayunar. Cuando llegamos al comedor vimos que estaba vilmente lleno.
Cuando empezamos a avanzar para entrar a comer todos nos miraban con cara de ¿cuándo mierda llegaron?
–¡Eu! ¿Cuándo llegaron ustedes?–. Preguntó Federico.
–Llegaron muchísimo más temprano que ustedes, como las personas responsables que son, a las 5:30 am, estaban presentes. No como ustedes vagos–. Contestó el profesor Blanco.
–Franco, hay que correr ¡ya!- le susurré.
–Tienes razón, ¡corre!– me dijo
Y empezamos a correr hasta entrar al comedor, y como en la madruga eramos los únicos, así que conseguimos el mejor desayuno. Yo comía un gran trozo de chocotorta con chocolatada, si, me encanta el chocolate. Mientras Franco comía facturas y café con leche.
–¡Oh mielda! Como estlañaba esto–. Dijo el "padre de mis hijos" con la boca llena.
–Franco.
-¿Qué?– dijo esta vez sin comida en la boca.
–No hables con la boca llena, es de mala educación–Le dije retándolo y el me miró como un niño cuando le quitan sus dulces–. Franco, que no comas esto hace años no significa que no tengas modales.
–Sabes me recuerda cuando vos y Theresa me obligaban a jugar a la fiesta de té y cuando hablaba con la boca llena me retaban juntas–. Dijo mirandome a los ojos–. Desde que llegué a Argentina la única persona que no me recibió fuiste tú. Pero no me sorprende mucho, después de lo que pasó, aunque pensé que al verme volver estarías feliz, no dolida–.Dijo triste, aunque lo pienso lo que hablamos es para putearnos  o recordar lo que pasó antes–. Espero que seamos tan unidos como antes.
Luego de un rato en gran silencio terminamos de comer, nos paramos y salimos, y cuando nos fuimos recién algunos empezaron a entrar para comer y varios seguían esperando a los bebes. La vuelta a la habitación fue... silenciosa, y no lo miré, pero sentía que me miraba, mucho. Al llegar vimos a Mercedes con Marco y su bebé.
–¡Mía! ¡Y tú!– me dijo a mi y a Franco.
–Franco– dijo el mismo de mala gana.
–¡Mía me he enterado que este galanazo y tu son los dueños del hospital y el banco y tienen los mejores sueldos!
–Claro que sí es verdad, ¡mucho dinero!– Y Franco me miraba raro, mientras Marco y yo saltabamos, algo que todos sabemos es que mi Marco es gay, es mi BFF Gay y por eso lo adoro.
–Mechi–. Dije canturreando–. ¿Se esta portando bien con vos este muchachín?
–Claro, anoche jugamos al Scrabble y le gané–. Dijo Mechi–. Aunque, el llegó y arregló toda mi ropa,lo único malo que hizo fue cortarme los jeans–. Lo mencionó pensativa.
– Okey, cuando te moleste avisame– anuncié y entré al cuarto, donde estaba sentado en el borde de la cama.
Me quité los zapatos y empezé a quitarme la ropa para ponerme la pijama, no tenía la intención de salir de nuevo, ni para comer. Cuando estuve en ropa interior miré a Franco y el estaba embelezado mirandome, algo que aunque piensen es de creída, admito que tengo un cuerpo perfecto de 90 - 60 - 90, por así decirlo porque esas son las medidas del cuerpo perfecto pero el mio tiene grandes pechos y una buena cola grande, y la obtuve por la buena genética de mis padres aunque solo eso no fueron los factores y pensarán como carajos lo hizo, facil, dieta sana y mucho ejercicio, aunque eso sí soy algo bajita, media 1,68.
–Eh...– Franco seguía mirandome.
Sin importarme nada seguí poniendome la pijama, cuando acabé, fui hasta Franco, sin saber por qué, era un impulso. Me senté a su lado y puse mi mano sobre la suya. Estaba caliente, y empezé a mirarle esperando a que me mire, y cuando lo hizo, hablé.
– Perdón, me comporté mal contigo, sólo, sólo, solamente me sentía mal porque te fuiste y no me hablaste hasta ahora.– Dije triste.– Lo siento no pensé que tenías razones para no poder hacerlo y... perdoname.
Me besó.
– Te perdono, con allá condición de que tú también lo hagas, perdóname a mi por no estar contigo–. Besó mi mano–¿Lo harás?
– Si.– Y hací empezo nuestra travesia del amor, ¿cómo? No sé, pero nos besamos hasta quedar sin ropa, yo estaba con mi ropa interior y el en boxers, cuando quiso quitarme la ropa interior lo paré, no era el momento.
–¿Podrás esperar a que esté lista?– dije mirándolo dulcemente– No me siento lo suficientemente preparada para hacerlo.
–Te esperaría toda la vida
Y seguimos besándonos hasta que los bebés se las ingeniaron para cagar el momento y largarse a llorar.
–Buaaaaaa– hacían esos malditos bebes robóticos.
– Hay que vestirnos para alimentar a estos desgraciados– dije algo fastidiada.
Nos pusimos ropa, bueno, yo, me puse la camisa de Franco, no teniamos ganas de salir afuera de la habitación.
–¿Me pasas la mamadera?– le pregunté a Franco.
–Toma–. Franco me lanzó la mamadera.
–Gracias guapo–. Le dije seductoramente y el me guiño, mientras que agarraba a uno de los malditos bebes y lo alimentaba hasta que deje de joder e hice lo mismo con el otro.
Si fueran mis hijos de verdad los trataría mejor. Y me preocuparía, pero estos no son más que un par de malditos robots.
–¿Estas segura que no quieres hacerlo?– me preguntó mientras queria meter la mano en el corpiño y lo hizo y empezó a masajear. Me gustaba pero aún tenía 14 años y no me sentía preparada para mantener relaciones sexuales. Se que hay chicas que lo hicieron antes pero yo quiero esperar más, el momento será cuando me sienta lista.
Franco seguía masajeando mis pechos y no lo detenía, que siga soñando.
Luego de un rato me sacó el corpiño y masajeó mis pechos desnudos y comenzó a lamer mi cuello con delicadeza.
–Franco, enserio, no quiero, no me siento lista para hacerlo. En cierto punto no me molesta que me toques, pero aún no estoy preparada para tener sexo-. Dije tranquilamente.
–Esta bien, pero, ¿puedo seguir?
–Hazlo pero no pases los límites.
Entonces me llevó a la cama y empezó a chupar mis pechos. Muchos dirán que por qué digo que quiero esperar para dejar de ser virgen y dejo que me haga esto: pues es natural, es dejar que te sientan, creo que le dejaría meterme los dedos, pero no dejaría que entre su pene en mi. Masturbarse no es dejar de ser virgen, es buscar tu sexualidad por tu cuenta sin corromperte de mala forma.
Franco empezó a pellizcar uno de mis pezones mientras chupaba un pecho, y así empezé a gemir algo bajito. Y el me decía "te gusta preciosa" o "que bueno que te encanta, me excita ver como te hago sentir"
Pasado un rato me dijo "tienes que sentir algo más fuerte" y me bajó las bragas, cuando me las quitó totalmente empezó a meter un dedo y yo gemía. Nos besábamos mientras me metía un dedo, luego sentí dos y gemía casi gritando, era demasiado excitante. Ya me sentía cerca de acabar cuando él saca los dedos.
–No pares–. Rogué.
–Voy a hacer que llegues al orgasmo salvajemente–. Me susurró al oido.
Sin pensar bajo hasta la zona de mi vagina y empezo a succionar mi clitoris y bajó y lamió mi agujero y chupeteó los labios de mi vagina, se sentía increíble, luego chupaba y metía dedos.
–Franco, me falta poco–. Anuncié
–Acaba en mi cara–. Dijo excitado.
Y llegué al climax y cuando subió la cabeza su cara estaba cubierta de mis jugos, así que limpió su cara excepto los labios y me besó.
–Siente tu dulce sabor. Siento cosas inexplicables por vos Mía.
Y nos seguimos besando, durante todo el tiempo seguía con su camisa puesta. Me levanté recogí mi ropa interior y me la pusé, mientras recordaba como llegué a mi primer orgasmo.

N/a
Hola rebeldes otro capítulo, y lo subo en la madruga porque como no puedo dormir escribo, disfrutenlo. Debo decirles que comenzé con un proyecto aparte hace muchos meses llamado la Alisea, la publicaré cuando la terminé, así que escribirla ocupa un poquis mi tiempo.
Dulces y rebeldosos besos desde Argentina y adios.
Chau chau ❤️🇦🇷❤️🇦🇷

Rebelde Way, La Rebeldía Jamás AcabaráDonde viven las historias. Descúbrelo ahora