Rebelde Way, La Rebeldía Jamás Acabará

6. El primer día de la colonia.

Nada peor que comenzar la colonia, Dios ni que tuviera 8 años.
–Adios hija, diviértete mucho.
–Si papá.– Dije con desgano, pasaron 3 semanas, en las cuales pasaron las fiestas hoy por fin era el maldito 3 de enero.
–Franco, intenta convivir con ella, pueda ser que le haya venido.– Y eso señoras y señores es lo que le dijo mi PADRE A FRANCO. Buen padre (nótese el sarcasmo).
–Preciosa, pasarás el mejor mes de tu vida–. Me susurró Franco al oido, con algo de arrogancia en su hablar, espero que viva mucho...
– Si, claro y Papa Noel existe.– Le dije con superioridad.
Subimos al micro y me senté con mis amigas y hablamos de lo que pasó en las fiestas, y les presenté a mi prima, que al parecer no le cayeron muy bien mis amigas Victoria, Melina y Guadalupe, si ella también se llamaba así, lo mejor, fue mi primera amiga desde que había ingresado a ese colegio cuando murió mi madre. Tessa se sentó con otras chicas y ellas si le cayeron bien, pero bueno que se le va a hacer no somos iguales.
Luego de dos larguísimas horas, llegamos y nos dijieron que podrían una lista dónde sabríamos quiénes serían nuestros compañeros de habitaciones, lo malo, que nos han dicho que eran unisex. ¿Dónde ha quedado ese mundo donde las chicas estaban en una habitación y los chicos lo mismo?, ¿¡que pasó con la castidad!?
Cuando tuve mis maletas fui a ver la lista.
- Habitación 404: Guadalupe Salazar, Federico Colomballi , Mario Vasquez y Lucía Calante.
- Habitación 567: Theresa Bustamante, Melina Monachello, Carlos Souza, Haruka Yoshida.
- Habitación 1020: Camila Carmesí, Luciano Perez, Victoria Raith, Sebastian Santos.
- Habitación 1120: Franco Santelli, Marco Velásquez, Mercedes Praga, Guadalupe Aguirre.
Oh mierda, me toca con Franco, lo bueno está Mercedes, es una chica tímida pero me cae bien es super tierna y encantadora, me pregunto por qué no tiene amigos en la clase. Unos brazos me sacaron de mis pensamientos, eran fuertes y tenían pelos, eran sexys, así que los empezé a acariciar, espero que no sean de un pedofilo.
–Preciosa... parece que a alguien aparte de compartir habitación quiere dormir en la misma cama para acariciarme–. Me dijo Franco, verga. El muy pendejo me abrazó por la cintura y me besó el cuello con delicadeza.
–Franco, soltame, no quiero nada con vos, además aún no hablamos sobre... sobre... sobre lo que ocurrió antes–. Dije con tristeza y me solté.
–¡Espera!¡Guadalupe!¡Es decir Mía!¡No te vayas!– Gritaba Franco, pero me iba con mis cosas más y más lejos hasta llegar a la habitación, ya de por si tenía que estar cerca de él, por lo menos que me deje tranquila.
Cuando llegué a la puerta me encontré con Mercedes.
–Hola Mechi, ¿cómo estás?–. Dije con dulzura para no asustarla
–Estoy bien Mía, me sorprende que alguien como tu me hable.– Dijo algo sorprendida.
–¿A qué te refieres cómo tu?
– Me refiero a que chicas populares como tu hablen con alguien como yo, una rata que vive estudiando.
–Sabes, no creo que seas una rata, lo que pasa es que no te acercas mucho a los demás, me caes muy bien, tienes una actitud muy dulce y tierna, si te acercaras más, tendrías a muchos chicos rendidos bajo tus pies.
–¿Enserio?
–Claro, yo no le digo esas cosas a cualquiera.
–Gracias–. Me dijo contenta.
Abrí la puerta y miré la habitación tenía una sala de tamaño media con sofas rojos de estilo contemporáneo y una mesa ratona de vidrio en el centro, al costado un gran televisor LED de 72" el cual estaba colocado en la pared, la cual era de color verde agua, luego había un pasillo con cuatro puertas blancas con marcos de roble pintados con dorado, los cuales suponía que eran dos cuartos y los baños. Luego había una puerta que daba hacía un balcón mirando hacía la playa. Mercedes y yo nos dirigimos al pasillo y nos acercamos a una puerta con un cartel.

Habitación de Franco y Guadalupe.

–¿Qué? No pienso dormir con un chico, es decir pensé que tenía que estar en la misma  habitación con Mercedes, una chica y persona normal, no con el mogólico de Franco– Dije eso a tal velocidad que creo que no me entendió nadie.
– Mía, relájate, entra a tu cuarto, iré al mio, si tienes problemas podemos cambiar con los chicos. ¿Si?
–Sí.
Y Mercedes se fue a su habitación, nuestros compañeros aun no habían llegado, así que dejé la nota ahí, intacta. La habitación tenía paredes blancas, y por mala suerte una gran cama matrimonial, y unos guardaropas, al lado de la cama vi unas mesas de noche con pequeños compartimientos y en una de ellas un control remoto, posteriormente me fijé mejor, había una cuna y un gran televisor. No entiendo nada. Espero que no hagan esas estupidas dinámicas en las que fingimos ser padres. Pasado un rato, después de ordenar mi ropa, llegó. Llegó Franco sorprendido por la habitación que NOS tocó.
–Bueno, parece acerté y dormiremos juntos.– Dijo mirándome a los ojos, y ví algo que nunca ví en mi vida un brillo hermoso como el de sus ojos.
–Parece que tengo que estar contigo por mucho tiempo.
–Escuchame se que durante años no hablé contigo, y la razón fue que... Mi padre me dijo que me olvide de ti, y no me dejaba hablar contigo, luego de eso pasé una época dificil, el divorcio de mis padres y la enfermedad de mi hermana, ella tuvo leucemia y ahí ya no quería hablar con nadie. Luego de que mejoró todo tenía amigos y demás antes y después. Un día quise volver a Argentina y me enteré que el Elite Way School volvió a ser colegio privado y elitizado, y convencí a mi padre para volver, solo para verte a ti. Durante mucho tiempo te extrañe y lo hago, extraño tus dulces abrazos y que lo único que quería era estar contigo y sigo queriendo hacerlo, durante estos años pasaron muchas cosas, demasiadas que no creo que sea el momento de contarlas, aún no... Guada–. Mientras que el dijo eso se fue acercando poco a poco a mi y ahora estaba con una mano en mi mejilla, acariciandola y mirando mis labios, mientras que yo solo me fijaba a mirar sus carnosos labios y el se los lamia de a poco.
Hubo un momento en el que casi no había distancia entre nuestros labios y habló:
– Siempre imaginé el día que te vería y te veía distinta como ahora, pero cuando lo hize jamás pensé que serías tan... tan hermosa–. Llegamos a tal punto en que pensé si esto era un sueño o realidad, fue cuando me besó y subí mi mano a su nuca y él las bajo a mi cintura, nuestros labios estaban en una perfecta sintonía, de un momento a otro estabamos en la cama el encima mío y yo debajo pero cuando me percaté de todo, así que lo empuje y grité:
–¡No! Soy consciente de todo y no te daré mi virginidad por una estupida confesión que me acabas de hacer, espera a que las cosas cambien, recién estamos iniciando una parte de lo que será una Odisea para arreglar todo, no te adelantes a lo que pueda ser que no pasé-. Le dije mirandolo a los ojos.
–Esta bien, disculpame, me dejé llevar por las hormonas, solo que... nada olvidemos lo que pasó recién y no se lo digamos a nadie si así lo deseas, pero perdóname ¿okay?
–Si, iré a ver a las chicas, deben estar preocupadas porque no me ven desde que bajamos del micro–. Salí rápidamente de la habitación lamentándome lo que fue mi primer beso.
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Horas después ...
Estaba con las chicas y hablamos sobre las habitaciones, todas eran vilmente iguales y todas teníamos que dormir con alguien. ¿Qué quieren? ¿Qué quedemos embarazadas ahora? Ibamos de camino a una tal Sala de Reuniones, parece que nos iban a anunciar algo:
–Buenas tardes, soy el profesor Francisco Blanco, yo seré el coordinador de esta colonia de vacaciones. Prosigamos, como verán, las habitaciones son unisex y los cuartos compartidos por chico y chica. La razón: harán la dinámica de ser padres todo el verano, porque ustedes perras se quedaran embarazadas ahora o después y ustedes malditos calentones embarazarán a alguien y más les vale hacerse cargo. Mañana por parejas les daremos a su o a sus hijos. Mañana, también, tienen que ir al comedor dónde les darán trabajo, según a la hora que lleguen y a que se ofrescan les darán un buen o mal puesto. Hasta luego–. El profesor Francisco se retiró y las chicas se empezaron a quejar.
Muchos de ustedes pensarán que mis amigas son de esas que les encanta comprar ropa y les encantan los chicos y salir de fiestas, y no son así. Su mayor sueño de cada una es tener un lugar en el arte, ser reconocidas por su talento. Por eso son grandes amigas soñamos lo mismo para la vida.
–Mía, son las 21:00, vamos a dormir, hay que llegar temprano si queremos mucho dinero y buenos hijos–. Dijo Franco a mis espaldas, no tenía el valor para mirarlo a los ojos después del beso en nuestra habitación.
–Si, vamos. Adios chicas, las veo mañana en el desayuno–. Y nos fuimos después de que las saludé.
Cuando llegamos, entramos al cuarto, al parecer el tampoco quería mirarme a la cara, los dos teníamos vergüenza.
–¿Querés que salga para que te cambies?– Dijo algo avergonzado.
–No, esta bien... Me cambiaré en el baño.
Agarré mi pijama y me fuí a cambiar al baño. Cuando regresé Franco ya se había cambiado. Miré la hora 21:20 aún era temprano, pero queríamos los mejores trabajos.
–Nos postulamos los dos por trabajos ¿No?– Dijo Franco.
–Eh... ¡Si! Queremos mucho dinero ¿verdad?
–Aja... ¡Si!¡Verdad!... Buenas noches
–Buenas noches–. Dije y me acosté dándole la espalda.
No pasó mucho tiempo hasta que me dormí.
Cuando desperté me di cuenta que estaba agarrada al brazo de Franco el cual me abrazaba. Otra vez ví la hora 05:04 es mejor que vayamos. Abre a las 07:00 pero si llegamos antes, mejor.
–Franco–. Lo sacudía con delicadeza–. Despierta.–¡Franco!
–¿Qué?¿Cómo?¿Cuándo?¿Dónde?– Y Franco se cayó de la cama–. ¿Qué pasó?
–Vístete, tenemos que ir por los trabajos.
–¿Qué hora es?
–Las 5:10
–Okey, ya me visto.
Luego de 10 minutos ya estabamos listos. Yo usaba una remera roja de los Ramones, unos shorts de tiro alto negros con mis zapatillas Kate Kuba* y Franco con una camisa leñadora mangas cortas, unas bermudas de jean con varios bolsillos y unas zapatillas Converse.
Cuando llegamos al comedor eran las 5:30 y no había nadie.
–Mira nada más, la hija de Manuel y Mía, la primera en llegar. Ustedes dos consiguieron los mejores puestos. Tienen cuatros opciones de trabajo. En un Banco, en un Hospital, en un Restaurante y en Periódico ¿Cuál eligen?-. Dijo el profesor, me sorprendo que conosca a mis padres.
–Elijo el...Banco–. Dijo Franco.
–Elijo el Hospital.
–Buenas opciones, Franco eres dueño del banco y tu sueldo semanal es de... 1.000.000 de pesos. Y Guadalupe tu sueldo semanal es de 1.000.000 también. ¡Qué suertudos los mdos! Les daremos unas tarjetas que servirán de sistema monetario–. Dijo Francisco.
–Soy la profesora Maia, yo les daré a sus bebes. Son un niño y una niña, considerelos gemelos.¿Qué nombres les pondrán?– Dijo "la profesora" aunque parece muy joven.
–Eh...-Dijimos Franco y yo al unisono, hasta que se me ocurrió una idea.
–¡Ya se!–. Dije casi gritando por mi gran idea–. ¡A la niña le pondremos Alai Mía y al niño Ian Franco!– Dije con una gran sonrisa en la cara.
–Concuerdo con ella–. Dijo Franco.
–Perfecto, les daremos esta gran bolsa que tiene lo necesario para los niños y este cochecito–. Mencionó Maia, luego dijo unas cosas más como por ejemplo, adentro hay dos bolsas más una rosa y otra azul, también hay ropita, unos zapatitos, además habían dos viverones decorados para niño y niña, pañales, y juguetes, me faltó decir que nos dieron comida de bebe. Hablando de lo que nos dieron el coche era hermoso, la manija miraba para el lado que lo empujaban, osea mirandome a mi lado, tenía dos asientos acolchaditos, los cuales estaban juntos y por su puesto tenían un apoyadero para poner su comida y un cinturón de seguridad.
Luego de explicarnos todo nos dieron a los bebés y nos fuimos al cuarto.
Solo tengo que decirles que este es el inicio de un buen pero largo verano...
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Hola Rebelditas, como es verano tengo más tiempo para escribir ya estoy escribiendo el octavo capitulo, hay que admitirlo este cap, es más largo que los demás. Bueno sin más que decir espero mque les guste me costó bastantes. Adiosito mis amantes de la rebeldía ❤️❤️❤️❤️
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