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-Necesito olvidar lo que vi- pronunciaba Nick mientras con cada palabra se daba un ligero golpe en la cabeza con la pared, le parecía atroz haber visto al capitán que creyó que coqueteaba con su chica con muy poca ropa.
-No seas exagerado, por lo menos viste sus bíceps para que ojalá decidas tenerlos también.- Madison sonreía mientras él la fulminaba con la mirada, aunque casi parecía que en lugar de eso le estuviera coqueteando.
-Se que me quieres así, es por eso que no cambiare- sonrío con suficiencia y se acercó peligrosamente a la chica
-Estas equivocado- respondió mientras subía la mirada con superioridad. - De hecho te querría mucho más si los tuvieras- ella lo empujó y se asomó por la pared para intentar lograr ver que tan lindos eran los chicos. Había muchos, en especial los que estaban sobre una tarima quitándose la camisa. Para ella era una total injusticia que hombres tan guapos gustaran de otros hombres, aunque al mismo tiempo se sentía feliz, de que al fin el mundo tome en cuanta los homosexuales y creen lugares como ese.
Nick solo observaba la espalda de Madi, quería pedirle de una vez por todas que fuera su novia pero temía perder la oportunidad que había ganado.
-¿Qué sucede?- preguntó al ver que la espalda de ella se tensionaba y se giraba rápidamente hacia él.
-Sebastian viene para acá, al parecer está buscando su camisa-la chica lo había visto salir de uno de los baños usando sólo un jean ajustado negro, le había gritado a un mesero que volvería en cuanto encontrará su otra prenda de ropa.
-Escóndete- susurró y la ayudó a esconderse debajo de una mesa con un gran mantel negro que se encontraba llena de cables también. Ella se encogió en el pequeño lugar e intentó controlar su respiración y la carcajada que estaba a punto de lanzar.
Nick no obtuvo la misma suerte que ella, cuando creyó haber encontrado su escondite perfecto Sebastian entró a la pequeña habitación, él lo reconoció y su ceño se frunció, mientras Nick solo podía pensar en que iba a decir.
-¿Nick?- preguntó claramente confundido- No sabía que eras homosexual- sus labios se convirtieron en una fina línea y respondió
-No lo soy, es solo que-  necesitaba pensar en algo, rápido- estoy esperando a mi ¿hermano?, si, a mi hermano que está aquí y pues no lo veo. - Sebastian totalmente confundido por la actitud del chico asintió levemente y se agachó para recoger su camisa, que se encontraba tirada en el suelo totalmente cerca de la única mesa del lugar. Él la recogió rápidamente y se volvió hacia Nick pero recordó haber visto algo inusual en la habitación y se dirigió a la mesa, se agachó y tiro de un Adidas superstar que sobresalía del objeto, cuando jaló el zapato dio un pequeño brinco y se volvió a esconder bajo la mesa.
- Es mi zapato especial, ¡no lo toques !- Sebastian lo ignoro y levantó el mantel, dejando ver a una Madison acurrucada muy cómodamente.
-¿Madison?- ella levanto la cabeza y sonrío con ternura .- ¿Qué haces aquí? - él la ayudo a salir de allí y levantarse. -No puedes estar aquí, solo pueden haber hombres- ella tragó y lo miró con su mejor cara de convicción
-Solo vine a acompañar a Nick, ya sabes su herma...
-¿Cómo entraron?- La interrumpió Sebastian -¿Por dónde lo hicieron?- Nick señaló la gran puerta de metal detrás de ellos y Madison tenía un rostro inexpresivo
-Aquí la verdadera pregunta es ¿qué haces tú aquí ?, me dijiste que tenías novio- Sebastian se puso su mano en su nuca y bajo la mirada avergonzado
-Terminamos- susurró- me fue infiel con unos de los bailarines del club- suspiró- yo solo quería darle celos y ya sabes beber hasta olvidar donde vives, y pues unos amigos me invitaron a venir y acepte, era mi oportunidad perfecta, el problema es que recordé que si tomaba alcohol mañana no podría estar en el partido y eso realmente no es una opción, así que decidí volver a casa pero mis "amigos" - resaltó haciendo comillas en ellos- se fueron sin mi, y uno de los meseros se ofreció a llevarme. - Madison abrió los ojos y lo tomo de los hombros.
-En serio lo lamento- se puso de puntillas para abrazarlo- hacían una linda pareja- él le devolvió el abrazo- pero aquí el punto es no te vas a ir con el mesero, ¿puedes manejar el auto de Nick hasta la ciudad? - él asintió y se colocó la camiseta.
-Claro , ¿Por qué no? - Nick asintió y abrió la gran puerta para que pudieran salir. Cuando estaban en el umbral Sebastian lo detuvo. -¿ y tu hermano?- él negó con la cabeza mientras Madison contenía la risa.
-Te lo explicamos en el camino, ¿tienes licencia de conducir, verdad? - él asintió y salieron todos juntos al aire libre. Se subieron al auto, Nick y Madison en la parte trasera dejando a Sebastian solo al frente.  Después de unos minutos dijo
-¿y qué esperan para contarme qué sucede? - Nick y Madison le contaron cómo habían llegado allí. Al cruzarse con los policías no se opusieron a la licencia de Sebastian y el condujo hasta su ciudad.

El chico perfecto ©  (BLIP#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora