Nos dirigimos al aeropuerto, y nos cachearon como si fuéramos unos ladrones, supongo que era lo normal. Pero se pasó de la ralla el policía me llegó a tocar debajo de la cintura. ¡OMG será caradura! Me giré para decirle algo, pero me quedé asombrada de su mirada, era tan intensa vulnerable y dulce a la vez, con los ojos verdes y brillantes que estaba segura de que los había visto antes pero no sé donde, y...- ¡Adele, no te entretengas!- me gritó mi madre a lo lejos y me di cuenta de que me había quedado mirándolo, que vergüenza por dios.
Me fui corriendo, y me di la vuelta para comprobar que no me seguía mirando, pero no fue así me miraba con una sonrisa y se despidió de mi con un adiós mudo.
No paraba de pensar en ese policía de la mirada sexy de antes, me tenía obsesionada, y me dolía la cabeza de estar dándole tantas vueltas pensando donde lo habría visto antes. Es una gran putada esto de no saber quien es, siento una rabia que tengo que expulsarla de mi cuerpo de alguna forma, y ahí estaba Zack repitiéndome todo el rato como me había quedado empanada un motivo perfecto para descargar mi rabia contra él.
- ¡¿Adele que haces?! ¡Auuh! ¡Para ya!- decía Zack mientras le pellizcaba en la espalda, aunque no os lo creáis eso hace mucho daño y no podía hacer nada más sin que los vigilantes me dijeran algo.
- Mejor cállate Zack o tendrás más en cuanto lleguemos a la nueva casa.- amenacé a Zack para que me dejara un rato en paz y pudiera pensar con tranquilidad.
Llegamos al avión y le tuvimos que dar nuestros billetes a unas azafatas que había en las puntas del avión. Adivinad, mi madre se equivocó al escoger los asientos y los asientos que teníamos reservados eran el 27A, 28A y 29A a mi me tocó estar en el 29A y mi madre en el 28A para poder hablar con los dos y por consecuente a Zack le tocó el 27A. Ya estaban todos los asientos ocupados menos los dos de mi lado, tenía pensado comunicarle a mi madre y a mi hermano que se sentaran junto a mi en aquellos dos asientos libres pero cuando me levanté para hacer que Zack levantara la vista y me viera, una pareja de (sin faltar al respeto) gordos se sentaron al lado mio y amablemente me pidieron que al estar al lado de la ventanilla si quería ir al baño tendría que hacerles mover y que si necesitaba que fuera ahora pero yo también amablemente, o eso creo les respondí que ya había pensado en eso y que acababa de ir. No me lo podía creer, cuando se sentaron los dos yo casi no cabía en mi asiento porque la señora ocupaba un trozo del mio ya que su señor ocupaba un trozo del suyo. ¿Os lo podéis creer?! ¿Acaso puede ser peor? Pues si, y si pensabais lo contrario, os equivocabais, lo podía ser y lo fue. No os podéis imaginar lo que pasó. Empezó a despegar el avión y Zack me empezó a hacer señas con las manos las cuales no entendía, y al ver que no las entendía me empezó a chillar que si tenía pañuelos, cada vez más fuerte por si no lo entendía y yo los buscaba todo lo rápido que podía pero mi madre me iba metiendo prisa para no mirar alrededor porque todos nos estaban mirando fijamente para que hiciésemos callar al bebé, osea a Zack, pero si tantas ganas tenian de que le hicieramos callar porque no se ofrecieron para darle un pañuelo que alguno seguro que tenía.
- ¡Zack, cállate ya que los estoy buscando por la bolsa!- chillé y todos me miraron con más desesperación por que encontrara los putos pañuelos, joder, estaba muy estresada.
- Va Adele, que todos miran, mira en el bolsillo pequeño- me susurro mi madre impacientemente. Pero tuvo razón.
Le pasé los pañuelos a mi madre y ella a mi hermano y por fin se calló y la gente siguió a lo suyo, menos un señor que mantuvo la mirada fija en mi. Pero sudé de él. Cuando llegamos a estar en trayecto de la misma altura donde la gente se podía levantar de sus asientos, abrí mi portátil y obtuve una llamada de skype de Ashley:

ESTÁS LEYENDO
* My perfect mistake *
Fiksi RemajaHolaa chicas, bienvenidaas a mi mundo :) Me llamo Adele, tengo 16 años a puntito de 17 ya. Tengo un hermano pequeño que es un coñazo, se llama Zack. Hace ya dos meses desde mi padre y mi madre se divorciaron, una historia muy larga que contar, y has...