Fría era la noche, en donde un joven paseaba directo a su hogar. Con las manos metidas en los bolsillos de su chaqueta. Observando como el vapor escapa de sus labios.
La poca gente que pasaba, se le quedaba observando. Algo muy común y algo incomodo para el, mientras que su música favorita suena por los auriculares colgados de sus orejas.
Al llegar al bosque, una vez que se adentro lo suficiente, observo si había algún humano que lo pudiera ver, para comenzar a desvestirse.
Hasta que quedo completamente desnudo. Convirtiéndose en su verdadero yo. Un lobo.
Un autentico lobo de pelaje totalmente negro y unos ojos negros como la noche. Tomo su ropa con su hocico y fue hasta la casa en la que "vivía".
Al llegar, le abrieron las enormes puertas que construyeron especialmente para el. A lo que el enorme lobo de 1,70 se hizo paso entre los jóvenes que le abrieron.
-Buenas noches, Ian. - Dijeron a coro el par.
El lobo simplemente asintió, encaminándose hasta las enormes escaleras para subir a su habitación. En donde otros dos jóvenes mas repitieron la misma acción.
El lobo una vez dentro, se tiro en un colchón algo destrozado y comenzó a observar la ventana, hasta que un sonido capto su atención.
Un venado.
Era el deseo que tenia el lobo cuando el sonido invadió sus oídos. Eran leves pisadas, pero con su súper oído, era captado. Sin pensarlo dos veces, salió por el balcón y se apresuro hasta su presa. Saltando le encima sin remordimiento alguno, destrozándole la garganta para comer su carne.
Cuando finalmente termino su presa enorme, lamió la comisura de su hocico, saboreando el exquisito sabor de la sangre.
Pensando mil veces, lo espeluznante que a de lucir. Un lobo negro, bañado en sangre con un venado muerto y destripado a sus pies.
(...)
Los nervios carcomían a la chica de castaños cabellos. Mientras se apresuraba entre los pasillos camino a la cafetería.
Se sentía realmente intimidada ante las miradas de todos los humanos que la observaban. Pero eso no evito, que llegara a su destino.
Abrió las puertas de par en par, arrepintiéndose al instante al ver como todos giraban a verla, sintiendo el calor en sus mejillas.
Fue hasta la fila y espero que la cocinera le sirviera su porción de almuerzo. Observando con delicia el trozo de carne que posaba ante sus ojos. Hasta que topo con la ensalada y arroz.
La chica trago duro.
Odiaba lo verde, cualquier cosa verde, ya sea vegetales hasta frutas, bueno, no todas, ella ama las frutillas y manzanas.
La chica se sentó lentamente en una mesa vacía sintiendo la mirada de todos en ella.
Paren ya , por favor.
Se decía la chica mentalmente. Para ser su primera vez como "humano" oficialmente, estaba llamando mucho la atención.
Lo cual, no le agradaba para nada.
Comenzó a cortar la carne tratando de parecer normal, pero vamos, es su primera vez y el deseo de tomarla con sus garras era enorme.
Hasta que su asiento del lado se movió.
Ella alzo la mirada encontrándose con una pelirroja.
Ella simplemente se sentó, y estaba en su celular. Sin inmutarse en la otra.
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© Extintos.
FantasyTodos conocen a los hombres lobos. Tan feroces y hermosos. Pero nadie conoce a los lobos convertidos en humanos. Se dice que solo es una leyenda urbana, pero que en los siglos mas remotos, eran los lobos los que se convertían en humanos. Conocidos...