Estaba sentado en el patio de mi mansión, solo, con dos elfos domésticos, dos de los muchos que tenia mi familia, los Malfoy.
Antes de la guerra, mi apellido infundia miedo solo de pronunciarlo, respeto, admiración...pero ahora, no pudimos caer más bajo.
Después de la guerra se llevaron a mis padres, Lucius y Narsissa Malfoy , a Azkaban y allí fueron sentenciados al beso del dementor. Estaba solo,no me quedaba nadie, nadie me quería, nadie me soportaba, se burlaban de mi solo por haber tomado malas decisiones.Mire de nuevo la carta que tenia en mi mano. La profesora ( ahora directora Macgonagal ) quería que regresase a Hogwarts, fue la única persona que creyó en mi y me dio una nueva oportunidad, o eso creía.
Me puse a pensar "volver a Hogwarts, ver de nuevo a Sanpotter, la comadreja y a la sangr...a Granger "
Desde que se fue el señor oscuro, la sangre ya no es algo que me repugne, teniendo en cuenta que nunca lo hizo ,pero tenia que fingir asco por mi padre y bueno, toda esa historia que no quiero recordar.Me pasee por el salón vacío y frío de mi mansión, pensando ,sopesando si podría volver o no. Seguiré siendo un mortifago, frío ,insensible...o habrán personas capaces de darme otra oportunidad, que no sean los profesores. Me rio de mi mismo "que estupido soy".
Entonces me digo, "y por que no? Volver a Hogwarts,hacer nuevos amigos, hacer las paces con Sanpotter y la comadreja, estudiar ,ser alguien en la vida, respetable,no como mi padre, el simplemente daba asco como mago y como persona, cambiar mi persona y sobretodo terminar lo que una vez la sangre separó, conquistar a mi chica antes que la comadreja "
Y con ese pensamiento, leí la lista de cosas para comprar y fui hacia el callejón diagon.