Destinos Divergentes (HannibalxLector)

Capitulo 5

//Corrías por un largo y frondoso maizal, tropezando y evitando caerte a cada rato, sabías que estaba detrás de tí... no tardaría en alcanzarte.
Viste la carretera al otro lado, sólo a un metro, y justo apareció ante ti con el cuchillo alzado.

-¡sweet heart!~ no temas...solo te haré un poco de daño. //

-¡AHH! -te despertaste con voz en grito y miraste a los lados sentándote presurosa temblando como chigüagüa raquítico.-

La enfermera no tardó en llegar y verte en ese estado

-Dios mío, ¿qué paso? ¿estás bien? -se acercó pero tu huíste de su contacto, todavía conmocionada por la fuerza del sueño.

-jah...-respiras agitada- y-yo... ah... -sueltas un suspiro y te pones la mano en la cara.- pesadilla... sólo era una pesadilla.

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-Estás bastante bien -revisándote el Dr. Carliste las pupilas. Llega la enfermera con un sobre enorme de papel manila, el doctor lo toma dándole las gracias, a lo que ella se retira dejándoles solos. Miras eso con curiosidad.- estas son tus tomográfias craneales...-te indica, sacándolas y revisándolas.- pues... están perfectas. Aquí esta tu contusión -te apunta un lugar en la imagen que tiene en las manos.- ya la diferencia con la otra es notable, la inflamación ha bajado. -saca la otra y la pone para que veas la diferencia.- así que... en teoría, ya puedo darte de alta. -sonríe-

-En teoría...

-Mhg, sí. En teoría, porque -va guardando las tomográfias y se sienta en la silla ejecutiva. Estás en su consultorio que se encuentra en el mismo hospital Sant Marie.- tu y yo sabemos nuestro convenio...

Recuerdas la conversación de hace dos días. 

/// -Yo sé que aún dudas de la situación... -una noche que el Dr. Carliste había acabado su guardia y se paso por tu habitación a saludarte.-

-Un poco, Dr. Carliste. -miras a tu mano buena.-

-Dime Carliste, ya te lo he dicho.

-L-lo sé Do... digo, Carliste -ríes algo apenada para pósteriormente suspirar- me da pena que me ayude de esta forma... no estoy acostumbrada, siento que soy una molestia

-No digas algo como eso, te brindo mi ayuda porque quiero. Hagamos un trato. ¿Sí?

-¿Trato? -ladeas la cabeza.-

-Verás.. ///

Sonríes al doctor.

-Sí, sí~ lo sé. Entonces, ¿hoy ya podre ir a buscar mis cosas?

-Por supuesto -alza la mano el doctor con entusiasmo.

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Te encuentras en el auto del dr. Carliste. Vas a tu edificio... su auto, un mercedes negro muy bonito, se detiene ante el alto edificio de unos 7 pisos del cual te lanzaste. Un escalofrío te recorre, en verdad tuviste suerte.

-"Aunque hubiese preferido solo irme con mi hermano" -piensas auténticamente pesímista.

Estabas en tu pensamientos, así que, cuando el amable doctor abre tu puerta, das un suave brinco. ¿En qué momento se bajo?

-Vamos, te acompañaré.

-Amh... prefiero ir sola -informas mientras desciendes del auto-

-¿Segura?

-Sí. Prometo portarme bien, no me cortaré las venas. -dices con una sonrisa burlona, pero te arrepientes inmediatamente déspues al ver el gesto de enfado de Carliste.