Capitulo 24

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Doy una patada para poder abrir la puerta y veo como hay muchas sábanas en la ventana.Carajo.

Corro rápidamente hasta la ventana, mi respiración empieza agitarse, mi vista poco a poco empieza a nublarse. Las amarro para poder bajar y caer en el balcón del vecino.

Tomó las sábanas y empiezo a subirlas con cuidado de no romperlas.
Las dejo en el suelo y volteo lentamente para ver a Astrid. Tenía los ojos un poco abiertos, al igual que su boca.

-Lo hizo-murmullo-en verdad, lo hizo-me ve con impresión.

Me doy la vuelta con delicadeza, tal vez no me quede de otra, tengo que cumplir mi amenaza. Esto se me esta saliendo de las manos, necesito pensar mejor.

Me dirijo hasta Astrid y la tomo del brazo para sacarla de mi habitación, siento su mirada de angustia, observo aquel pasillo, no encuentro a los otros estúpidos.

Giro mi cabeza un poco a la derecha y ahí estaban riendo como locos. Suspiro con pesades. Solté a Astrid y abrí la puerta.

-necesito que se vayan-los mire con seriedad-hay una cosa que tengo pendiente.

Ellos se ven entre ellos en forma burlona, Astrid me ve con impresión y sin decir más sale del departamento. Brutacio se para y camina hasta mi con una amplia sonrisa. Me toma de los hombros. Agacho un poco mi mirada.

-Sabíamos que harías lo correcto-me da palmadas en mi mejilla-muchachos hay que largarnos de este, nidito de amor-expresa con un ademan.

Escucho risas pero al final, se levantaron para poder irse. Cerré la puerta para regresar a mi recámara. Entré y con la mirada busque las llaves de mi auto, las vi enzima de la mesita de noche, camine hasta esta para tomarlas, me di la vuelta para después salir de este y luego del departamento.

Camine hasta el elevador, necesitaba calmarme, no quería hacer nada de lo que pueda arrepentirme, pero la ira me esta comiendo poco a poco. Nada de esto hubiera pasado si ellos no hubieran llegado, hice todo como Jack me dijo, literalmente.

Acomode sus cosas con cuidado, la verdad ya la extrañaba, aquel perfume  a chicle que me fascina también lo acomode con cuidado aún lado del mío. Todo lo deja un lado de mis cosas.

El elevador por fin llego y me adentre a el para poder oprimir el botón de planta baja.

Había algo pendiente, algo que he dejado olvidado hace mucho No iré a matar a la mamá de Mery, no aún.

Mi novio golpeadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora