11:11 | cth

the end

La chica castaña salió de aquella clínica a la que solía asistir desde hace un mes y a pasos lentos comenzó a caminar hacia su carro.

Al estar dentro, Emily se mordió inconscientemente su labio inferior, presionó el volante con demasiada fuerza y dejó soltar un suspiro... lo que ella iba a hacer tal vez era algo valiente de su parte.

Emily se pasó la mano por encima del bolsillo de su pantalón y sintió lo que quería sentir, aquel objeto rectangular y negro.

Entonces comenzó a conducir hasta su destino, a su triste y cruel destino.

Al llegar pudo sentir su pecho latir demasiado fuerte, sus manos estaban muy frías y tal vez necesitaba demasiado valor para salir de su auto y enfrentar la realidad.

Y así lo hizo.

Ahora Emily de rodillas frente aquella lápida con un ángel con las manos en forma de oración sintió que estaba haciendo bien. Ella leyó el grabado de la piedra sucia y juró escuchar su corazón quebrarse en miles de pedazos.

Calum Thomas Hood | 25 de enero de 1996 - 12 de febrero de 2016.

Tan solo estaban en Junio apenas del mismo año.

Sí, Calum había muerto en manos de unos rivales que solía tener en esas peleas clandestinas a las que él asistía, a esos hombres solo les bastó presionar el gatillo y listo. Desde que él había muerto; Emily había caído en una horrible depresión, lo quería de vuelta con ella, cada día pensaba en el chico que tenía su corazón.

Entonces recordó la historia de la abuela de Calum.

A las 11:11 podrías pedir un deseo y se haría realidad, el deseo de ella era tener de vuelta a su querido Calum, Emily había tomado esa hora como su favorita, desde las 11:00 pm ella se imaginaba que Calum seguía vivo y le mandaba mensajes todos los días, ella solo no quería sentirse mal y sola... aquellos mensajes, que llegaban a la bandeja de un teléfono apagado que habitaba en uno de los cajones de la chica, ese era el teléfono de él, era como si estaba vivo.

Sí, Ella había estado pagando todos los recibos telefónicos de él.

Ahora Emily comprendía que solo se estaba acabando a ella misma con lo que hacía. Con ayuda de Michael y su madre asistía a un psicólogo y se podía decir que estaba mejorando... estaba superando la muerte de Calum Hood.

Emily tanteó el bolsillo de su pantalón y sacó aquel aparato que tanto le había entristecido la vida; el celular del moreno. Ella lo miró en sus manos y sintió un hueco en su pecho, lo colocó en el suelo, cerca de la lápida, buscó algo duro, encontró una piedra algo grande y sin pensarlo dos veces se lo dejó caer encima. Cerró los ojos al escuchar el impacto, quitó la piedra y miró la pantalla hecha un desastre, le volvió a dar un par de veces y cuando ya estaba totalmente inservible, Emily cavó con sus propias manos un hoyo, enterró el celular ahí y volvió a echarle tierra. Se levantó, pisó con su zapato el hoyo tapado para que no se desvaneciera rápido y le dio una última mirada a la lápida de Calum.

—Siempre te amé, donde sea que estés; saludos desde la tierra donde nadie duerme... al hacer esto espero poder dormir bien.

Entonces se giró y se marchó de aquel lugar tan nostálgico y triste.