3. ¿Coincidencia?

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La madre de Alexa movía sus pequeños ojos negros de una forma exagerada y nerviosa.

—Ella... estaba enojada conmigo antes de desaparecer —confesó con la voz quebrada.

Foster clavó su mirada en la pálida mujer.

—Cuéntame lo que sucedió, Lisa —pidió mientras se sentaban en los grandes sillones de la sala.

—Alexa quería faltar al cumpleaños de su tía, mi hermana —su voz se convirtió en un sollozo—. Ayer, 18 de Enero, también cumplía años una de una de sus mejores amigas, Emma.

—Continúa —dictaminó Foster.

—Alexa comenzó a ponerse testaruda y a hacer un gran escándalo —Una lágrima rodó por su mejilla—. Yo le grité para que se callara, pero no me hizo caso.

—Adivino lo que pasó luego, la chica se fue enfadada a su habitación y se encerró allí —la agente sentenció.

Lisa asintió con un movimiento de cabeza y Foster anotó algo en su agenda.

—Yo volví a gritarle, su habitación queda en el piso de arriba por lo que elevé mi voz más de lo normal —tragó saliva—. Le dije que estuviera lista en media hora. Y ella, ni siquiera me respondió.

—¿Asistió al cumpleaños de su tía al fin de cuentas?

—Sí, pero estuvo de mal humor todo el rato y cuando volvimos no se despidió solo se fue rápidamente a su habitación y estrelló su puerta.

—¿Tú dónde estabas? —le preguntó a Josh.

—Acabo de llegar de viaje, me trasladaron por negocios.

Foster los analizó a ambos, no sabía si mentían, pero todo aquello, ¿podría ser solo una coincidencia?

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