capitulo 4 continuación

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Estoy en frente de Violette apuntó de besarnos.
No puedo creer lo que esta a punto de pasar, estoy a unos cuantos centímetros de sus labios.
De repente escucho un ruido:
-¡Violette! - le gritan con tono de regañó.
Los dos volteamos hacia su casa, es su padre el que grito.
Violette me mira y se despide de mi con voz temblorosa.
Su padre la jala del brazo y la mete a su casa, después de meter a Violette el sale de su casa y se dirige hacía mi.
-Te lo voy a decir por última vez, ¡alejate de mi hija! o lo lamentaras.
El se regresa a su casa muy enojado.
Me quedó un minuto afuera pensando en si irme a mi casa o ir a averiguar lo que pueda pasarle a Violette.
Decido retirarme y me dirijo a mi casa, antes de abrir la puerta pienso en mi madre y en lo que tal vez me diga.
Cuando entro a la casa esperaba escuchar un regañó, pero no pasa nada, sólo hay mucho silenció.
Subo las escaleras y voy al cuarto de mi madre para ver si esta dormida, cuando entró a su cuarto percibo un silencio profundo, me acercó a su cama para ver si todo esta bien, le tocó la frente, esta muy fría al igual que sus manos.
Abro el closet y saco un par más de cobertores, la cobijo y me voy de su cuarto.
Camino por el pasillo rápidamente y entro a mi cuarto, me desvisto para poder acostarme a dormir, no dejó de pensar en Violette, cuando nos dimos la mano, cuando no nos queríamos dejar de abrazar, cuando casi nos besamos.
Este día fue grandioso, casi beso a Violette.
Voy cerrando los ojos lentamente y recuerdo todo el día de hoy.
Me quedó dormido sin darme cuenta.
Cuando despierto veo a mi mamá entrando a mi recamara.
-Buenos días John.
-Hola mamá.
-Tengo que hablar con tigo de un tema serió.
-Mamá, perdón, pero ya me tengo que ir a la escuela.
-Bueno, entonces hablaremos luego.
Veo a mi madre con una mueca de preocupación en cuanto sale de la recámara.
Me meto a bañar y trató de no tardarme demasiado.
Cuando me termino de arreglar bajo a desayunar.
-John, acabó de revisar el buzón y encontré una carta dirigida hacia ti.
Me da la carta y yo la guardo en la mochila.
Cuando término de desayunar me salgo de mi casa y paso afuera de la casa de Violette, esperando que tal vez pudiera verla, pero no hay señales de Violette ni de su padre.
Continuó mi camino hacia la escuela tratando de parar un taxi, por fin uno se detiene y me subo a el.
Recargo mi codo en la puerta y mi cabeza en mi mano, estoy viendo por la ventana y de repente me acuerdo de la carta.
La sacó de mi mochila y la trató de abrir, no dice quien la escribio, la logró abrir y la empiezo a leer.

Querido John:
Gracias por la sorpresa de ayer, mi papa me regañó por estar con tigo, pero valió la pena.
Bueno quería decirte que hoy te pienso esperar en el río a la misma hora que siempre nos vemos.
Gracias a ti he tenido la mejor semana de mi vida, aunque sólo llevó 5 días aquí me he cautivado de la ciudad, no me gustaría dejarla jamás.
Atentamente
Violette.

Se tomó el tiempo de escribirme una carta, no puedo creer que sólo hayan pasado 5 días de conocerla, siento como si la conociera de toda la vida.
Cuando llegó a la escuela veo que esta cerrada, trató de buscar a alguien adentro pero no veo a nadie, al lado de la puerta veo un pequeño cartel.
No habrá clases dentro de 2 días por problemas económicos.
Trató de pensar en lo que puedo hacer todo este tiempo libre.
Empiezo a caminar hacia el centro de la ciudad, estoy viendo cada local que hay, veo algo que me llama la atención, pero no traigo el dinero suficiente.
Sigo caminando sin detenerme para nada, sólo pienso en Violette, creó que la amó pero no tengo el valor para decírselo.
Decido ir al lago, ahí siempre disfrutó del paisaje.
Cuando llegó veo a un par de adolescentes de mi edad pisando las flores.
-Oigan, no pisen las flores.
-¿Quien me va a detener?
El me empuja y yo me enojó.
De repente le suelto un puñetazo, no se que me paso, no lo pude controlar.
Ellos se abalanzan contra mi y me empiezan a golpear, uno de ellos me sostiene mientras el otro me golpea.
Me siguen golpeando sin parar, me esta doliendo demasiado.
Me dejan de golpear en cuanto me sale sangre y me azotan al piso
Una persona grita:
-Oigan.
Y ellos se van corriendo, el señor se acerca a ayudarme, el me levanta y me sienta en la banca.
-¿Te sientes bien? - el me pregunta pero estoy muy aturdido como para contestarle.
Cuando por fin siento que le puedo contestar, lo intento pero de repente me desmayo.

Tu AusenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora