Tu Ausencia

capitulo 5 continuación

No trató de ocultarme, se que el padre de Violette me esta mirando y yo a el.
Deja de observarme y vuelve a entrar en su auto, lo sigo mirando hasta que por fin se va.
Me quedo pensando en que tengo dos opciones, en quedarme aquí a tratar de dormir o ir a casa de Violette a ver como esta ya que su padre se acaba de ir.
Como dormí con ropa no es necesario cambiarme y camino lentamente por el pasillo procurando no despertar a mi madre.
Aún me duele el cuerpo pero no tanto, bajo las escaleras y me dirijo a la cocina para agarrar las llaves que están en la mesa.
Salgo de mi casa y cierro la puerta con mucho cuidado, hace frío a fuera, me dirijo a la casa de Violette.
Trató de buscar una forma de entrar, y la encuentro, por la ventana del segundo piso.
Empiezo a escalar por un costado para poder entrar por ahí, pero me resbaló, vuelvo a intentar subir y ahora si logro llegar hasta la ventana, entro por ahí sin ningún problema.
Cuando entro estoy en una habitación sin amueblar, lo cual es raro ya que Violette y su padre llevan viviendo 6 días aquí, ya es para que mínimo tuvieran muebles.
Cuando salgo me encuentro en un pasillo, sin ninguna decoración, empiezo a caminar despacio hacia lo que parece es el cuarto de Violette.
Cuando entro esta igual que la otra habitación, sin nada más que una cama, no hay nadie, así que salgo de la recámara.
Al final del pasillo hay otra habitación pero la ignoro.
Así que me dirijo hacia las escaleras, tratando de buscar a Violette.
Empiezo a bajar las escaleras, veo lo que debería ser la sala y el comedor, pero también están sin amueblar.

Trató de ignorarlo pero se ve muy extraño todo esto, empiezo a caminar hacia la cocina y de repente alguien me pega con un bat de béisbol en el abdomen, me saca el aire, ¿quien me pegó?, levanto la cara, es Violette.

Ella me observa y de inmediato pone una mueca de arrepentimiento.
-John, como lo siento - deja el bat en el suelo y me ayuda a sentarme en una silla que hay en la cocina.
-No pasa nada - le digo con el aire cortado -Me han pegado más fuerte.
-¿Que haces aquí? Creí que eras un ladrón.
-Me preocupe por que no habías vuelto en toda la tarde, y cuando Me asome por la ventana veo a tu padre llendose a las 3 de la mañana y quería asegurarme de que estuvieras bien.
-Ay John, perdón por el golpe.
-No pasa nada, mejor dime por que no regresaste o por que tu padre se fue a estas horas dejándote sola.
-Mi papa se fue porque tenía una reunión en Londres.
Me quedó en silencio.
-¿Y a donde fuiste?.
-Luego te cuento.
La miro directamente a los ojos y pensé en darle ese beso, pero me dije a mi mismo, no es el momento adecuado.
Antes de que pudiera decir alguna otra cosa se escucha un auto frenándose, me asomo por la ventana para ver quien es, es un señor de traje, alto y fuerte.
-¿Quien es el?
Violette se asoma por la ventana y cuando ve al hombre se asusta y dice.
-Tienes que irte
-¿Porque?
-El es un guardaespaldas que contrato mi papa para que no te acercarás a mi, le dio la orden de que si te veía el te daria una paliza.
Ella corre hacia la cocina y abre una puerta que lleva a fuera.
Ella me empieza a empuñar fuera de su casa.
Me retiro para evitar más golpes, me arrastro por el pasto para que no me vea el hombre de traje.
Cuando entró en el espacio de mi casa, me levanto y empiezo a dirigirme a la puerta de entrada, entró a mi casa con mucho cuidado y en silencio, cierro la puerta de la entrada la cual rechina un poco, me dirijo a mi habitación y me acuesto a dormir.
Lo último en lo que pienso es que mañana será un nuevo día, el cual podré pasar con Violette.
Pero antes de cerrar los ojos viene otro pensamiento que de inmediato me quita el sueño.
¡Violette!.
Tal vez ella me quiere, ¿porque se abra rebelado contra su padre para quedarse con migo?.
Creó que ella también siente lo mismo que yo, estamos conectados pero no se que pasará, su padre me amenazó, tal vez debería dejarla en paz.
Ella ya ha sufrido bastante y es algo más que tenemos en común.
¿Debería decirle lo que siento?, tal vez sea buena idea.
Debo quitarme esta sensación de que le oculto algo y debo saber que es lo que ella siente.
Empiezo a cerrar los ojos lentamente con la esperanza de dormir y mi último pensamiento es Violette, con su hermosa sonrisa.
Estoy ansioso por que empiece un nuevo día.