Narra Mika
– Ten cuidado – son las palabras que le dediqué antes de verlo desaparecer por la puerta << Al menos se pudo haber despedido >> Pensé mientras hacía pucheros y fruncía el ceño.
Me dirigí a la habitación de Yuu-chan tirándome a su cama como si fuera un muñeco.
– ¿Qué hago?
Me paré de la cama y revisé la habitación de pies a cabeza, empecé a esculcar los cajones tirando la ropa u otra cosa que se encontrara en ellos al piso, pero al no encontrar nada interesante salí de la habitación e inicié un recorrido por toda la casa.
Al llegar a la sala mi vista se fijó en una especie de santuario que tenía una foto sobre él.
– Mahiru-san... – Susurré mientras hacía una reverencia y me arrodillaba frente al santuario – Ella era más hermosa en persona, no como yo que siempre me escondía o hacía caras raras cada vez que me tomaban una foto.
Empecé a recordar con nostalgia los momentos que había pasado con Yuu-chan y el resto de los chicos del orfanato. De repente sentí como una cálida lágrima recorría mi mejilla y cómo una pequeña sonrisa se formaba en mi rostro, me paré y me encaminé hacia la puerta, abriéndola y saliendo del apartamento.
<< Quiero verlos >>
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Me encontraba recorriendo la ciudad, viendo cómo había cambiado, y analizando a cada persona que pasaba cerca de mí; hasta llegar a un edificio que era en su época un orfanato, me paré a observarlo al ver que se había convertido en una torre empresarial; me desanimé y continué mi camino.
...
Nos encontrábamos todos reunidos en una especie de parque jugando a las traes, mi amigo Yuuichirou era el que debía atrapar al resto, él estaba detrás de mí persiguiéndome hasta que tropezó con su propio pie, yo me volteé cuando escuché un quejido por parte suya y vi que estaba tirado en el suelo.
– ¡Yuu-chan! – Grité jadeando mientras me acercaba corriendo a él – Mira, toma mi mano – Le dije mientras le dirigía una inocente sonrisa y le ofrecía mi mano, a lo que él la tomó.
Ya de pie, él gritó "caíste" y se abalanzó sobre mí.
– Te atrapé – Dijo mientras me sonreía teniéndome bajo suyo.
– Yuu, eso es trampa, tramposo – Alegó una chica de cabellos castaños.
– Sí Yuu eres un tramposo – Agregó un pelirrosado.
– ¡¿Eehh?! – Se defendió el mencionado – Nunca dijimos que no se podía hacer eso – Dijo mientras yo me escabullía de su agarre, tirándome encima de él, siendo yo el de arriba.
– Ahora yo te atrapé – Dije con voz burlona, y sentí que alguien se tumbaba encima mío.
– Yo también te atrapé – Dijo una pelimorada que estaba sobre mí, a lo que el resto repitieron sus acciones, abalanzándose hacia Yuuichirou uno tras uno.
– Pesan, PESAAAAAAAAAN – Se quejó este.
– Eso te pasa por tramposo – Respondió la castaña mientras todos nos reíamos de él.
...
Pasaron las horas, me salí de mis pensamientos al darme cuenta que ya había llegado a mi nuevo destino.
– Este lugar... no ha cambiado mucho – Dije mientras me posicionaba en frente de aquella construcción que me hacía sentir un sinfín de emociones inexplicables.
Caminé hacia ella rápidamente y dirigí mi mano hacia el pomo de la puerta, girándolo y con ello, abriendo la puerta. No me sorprendió mucho que estuviera abierta, así que simplemente entré y la empujé detrás mío para que se cerrara.
Las luces estaban apagadas, y con ello, el lugar estaba inundado por oscuridad, así que ubiqué el interruptor y prendí la luz.
Mi mirada recorrió todo el lugar, detallando cada objeto con el que se topaba, me invadió una sensación de tristeza y vi como mis ojos se nublaban, hasta que una voz me hizo volver a la realidad, una voz que reconocí al instante, así que me dirigí a ella.
– Mikaela-kun, hoy preparé tu plato favorito, espero que te guste – Escuché una voz femenina que inmediatamente me llamó la atención, mientras ponía un plato lleno de curry en un santuario que tenía una foto mía.
– Deberías dejar ya eso – Dijo una voz masculina que al parecer estaba en otra sala, así que nuevamente la seguí – No logras nada haciéndolo, es inútil.
– Quién sabe, él era tan despistado, quizás ni si quiera se ha dado cuenta de que ya falleció – Respondió la otra persona con voz temblorosa y con sus ojos llorosos.
Unas lágrimas salieron instantáneamente al escuchar esas palabras – L-lo sé, sé que e-estoy muerto – Dije mientras sonreía y limpiaba mis lágrimas – Gracias igual por acordarse de mí – Sentí como más lágrimas amenazaban por salir.
– Mamá, papá, estoy en casa – dije para finalmente romper el llanto.
"Ya llegué"
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HOLAA!!!!!! Waa disculpen la demora, la verdad es que me puse muy nerviosa por que ya entro a clases y entonces se me fue toda la inspiración T.T pero hoy me dije "me rindo" y me puse a escribir.
tal ves el cap. sea un poco corto por que explica donde se metio mika, abandonando al pobre de yuu :v
Bueno espero que me perdonen y les haya gustado el cap, nos vemos en el siguiente.
PD gracias por las 100+ lecturas UwU y a toda la gente que ha votado, me emociona ver a la gente le gusta mi historia :D
bueno, bai.
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La mentira de la que me enamoré [MikaYuu] (PAUSADA) q_q
Fanfic- Es imposible, él... él está muerto - Pensó el chico de ojos esmeraldas. - Pero, ¿entonces quién es esta persona?