TE AMO

-7-

POV GUILLERMO

Despierto en los brazos de Vegetta, duerme plácidamente al lado mío, acerco mis labios a los suyos y lo beso, el corresponde.

Buenos días compañero- me dice separando sus labios de los míos.

Buenos días dormilón- le respondo con una sonrisa.

¿Qué horas son?- me dice despertando totalmente.

Creo que las 9:00- le respondo con cierto rubor en las mejillas.

No creo que haga dañó el no ir al gimnasio un día- me dice acercando su cara a la mía- aparte hay una mejor manera de hacer ejercicio- pronuncia esto último susurrando lo en mi oído, me pongo rojo ante esas palabras.

Pero antes hay que desayunar- le digo dejando sus palabras en el aire y le sonrió triunfante.

Me paro y busco algo de ropa.

¿Pero qué haces?- me dice curioso.

Busco ropa, ¿no es obvio?- le digo y me sonrojó un poco.

Eso lo veo, pero ¿porqué?- me dice.

¿Porqué estoy desnudo?- le digo y el rojo de mi cara se vuelve más intenso.

Sé para de la cama y apoya su mano derecha en mi mejilla.

No tienes que hacerlo- dice mirando me a los ojos, con una mirada tierna y sincera- de todas maneras ya te eh visto desnudo- lo último lo dice con una sonrisa picara.

No puedo evitar sonrojarme aún más, no entiendo como lo hace.

Te amo- le digo con la cabeza mirando al suelo.

Te amo igual- responde y hace girar mi cabeza para que le vea a los ojos- eso no va a cambiar nunca. Junta nuestras bocas para besarnos una vez más, es un beso tierno y sincero, ese beso fue la mejor manera de decir un te amo.

Nos separamos por el sonido de mi estómago, no pude evitar reír ante tal penosa situación.

Tienes hambre, ¿verdad?- me dice sonriente.

¿Tu no?- le digo sonriendo.

Tengo hambre, pero es de otra cosa- me dice mientras acaricia mi espalda, produciendo en mi un escalofrío.

Estas tonto- le dije y reí nervioso.

Bueno, vamos a comer- me dijo sacandonos de esa escena.

Nos levantamos y caminamos a la cocina, hace frío, es eso o el echó de estar desnudos y con las ventanas abiertas.

Vegetta se acerca a mi y me abraza.

Hace frío- me dice como un puchero.

Mi cara llega al rojo vivo al instante, el sentir su cuerpo desnudo junto al mío, produce que cada parte de mi ser se herice y tiemble ante su tacto.

Es que es tonto- digo y le sonrió mirándole a los ojos.

Pero sólo tuyo- me dice acercando su boca a la mía.

¿Confirmamos?- le digo mientras se acerca a un más a mí.

Confirmamos- me dice y nos unimos en un beso tierno, dulce y sincero.

Te amo.

Como si fuera la última vez que te viera, la última vez que te besara, la última vez que viviera y la última que estuviera junto a tí.

###########################

El siguiente capítulo es el penúltimo.