¿Las personas de verdad saben lo que hacen?
La fiesta de primavera estaba a solo una semana de ser realizada. Los nervios de todos (o casi) los alumnos del instituto estaban a flor de piel y Jiae no iba a ser menos. No era la primera vez que lo hacía, pero hasta los más grandes famosos se ponían nerviosos antes de subir al escenario a cantar, delante de miles de personas. Quería dar un buen espectáculo, pero no hacer el ridículo. Ese era quizás, uno de sus peores miedos. Jiae no era la chica más conocida de la escuela y tampoco quería serlo. Le gustaba pasar desapercibida entre la gente, no llamar la atención de nadie. Se dejó caer sobre la cama, observando el techo verde lima de su habitación. Abrazaba a un oso de peluche un tanto gigante mientras tarareaba la canción que realizaría el día de baile de primavera. Solo había una pega. "Las chicas invitan a los chicos". Y como no, la antisocial de Jiae no tenía nadie con quien ir. Ni si quiera se le ocurría una amiga. A pesar de que todavía quedara una semana para el baile, todas sus amigas habían conseguido su hombre con el cual acudir a la ceremonia. En cierto modo no le molestaba, prefería pasar desapercibida también frente a los chicos. No se había llevado muy bien con ellos desde que era una cría y eso que solía juntarse más con ellos que con las niñas. Le gustaba jugar al fútbol, correr, mancharse, tirarse por los suelos e incluso jugar videojuegos. Pero fuera de eso, no podía llevarse una relación amorosa por parte del sexo masculino. Estaba destinada a estar sola toda su vida. O quizás solo estaba exagerando. Pero no estaba dispuesta a pedirle a ninguno de sus amigos que se enfundara en un traje con corbata y la acompañara a un baile tomados del brazo.
Otro que miraba al techo de su habitación tirado en su cama, pero con un pensamiento bastante distinto. El color blanco de su habitación no hacía que pensara con más claridad, pero algo se le ocurriría. Odiaba con toda su alma (por no decir su ser) las fiestas de primavera. No le gustaba ver a las parejas bailando y juntándose para darse besos horribles y empalagosos. Le parecía lo más horrible del mundo. A Donghyuk nunca le había llamado la atención una chica. Otra cosa que no le agradaba. ¿Por qué salir con ellas? Simplemente traían problemas. Lloraban por todo y si les decías unas simples palabras se te tiraban encima y te cambiaban por otro en menos de un cerrar de ojos.
La idea para ese baile de primavera era apagar las luces del escenario cada vez que alguna chica subiera. Quería estropearles la fiesta y esa era la manera perfecta de hacerlo. Cortaría los cables en el momento necesario y pum, se haría la magia. En cierto modo le daba igual que le descubrieran, pero sabía que no lo iban a hacer. Era demasiado "niño bueno" a vista de los profesores como para que lo culparan de algo así.
ESTÁS LEYENDO
trapped » donghyuk
FanfictionQuien diría que una simple broma terminaría en odio, o quizás amor.