Cristian y Gonzalo se despertaron a causa de los gritos de su madre alcohólica hacia un señor al cual debían llamar "papá", pero ellos lo consideraban un hombre que vivía con ellos y que apenas pisaba la casa. Pues este señor llamado Paco prefería el trabajo y la caza,estaba más orgulloso de sus perros que de sus dos hijos.
La vida de Cristian y Gonzalo es muy dura pues cuando Cristian cumplió los 10 años su padre dejo de sentirse orgulloso de él y dejo de considerarlo su hijo. Por otro lado,Gonzalo siempre fue su ojito derecho pues también le gustaba la caza pero con el tiempo solo se hablaban cuando coincidían en la cocina.
Maria,su madre, es un caso a parte pues cuando la despidieron de la tienda en la que trabajaba empezó a beber con mucha más frecuencia que antes.
Una vez que estaban vestidos,desayunaban rápidamente y salían corriendo para no ser visto.
Gonzalo iba a la escuela mientras que Cristian iba a un almacén a trabajar,necesitaban dinero para cubrir gastos y necesidades pues ambos eran puros caos.
A las 14:30 Cristian salia del almacén y rápidamente iba a la puerta de la escuela de su hermano pues después irían a robar a algún supermercado. Unos minutos más tarde empezaba a salir gente de aquel antro llamado escuela. Había una chica de pelo castaño que siempre pasaba por su lado y a este pobre chico sin mucha vida social le encantaba,no la conocía , ni siquiera sabia su nombre pero siempre la escuchaba hablar sobre su hermana o cosas relacionadas con la escuela.
-¿Otra vez mirando a esa chica?-preguntó Gonzalo llamando la atención de su hermano mayor
-Eh,no,claro que no-
-Ya claro y yo me chupo el dedo-
-No me extrañaría que hicieras eso-
-Oye,yo al menos soy inteligente-dijo Gonzalo algo ofendido
-Venga vamos,nos van a cerrar el super-
Empezaron a caminar hacia algún supermercado mientras charlaban sobre alguna cosa absurda o sobre la escuela.
-Hoy la profesora de Lengua nos ha mandado demasiadas actividades y todo gracias a Lidia. Claro como ella no tiene que ir a la plaza a vender pues le da igual pero hay muchos chicos como yo que no podemos-
-Gonzalo no quiero que te sientas mal,pero creo que eres el único que va a la plaza a vender-
-Me refería a que habrá más personas que no puedan hacer todas las tareas por actividades extraescolares o otras cosas-
-Ah,bueno,a ti se te da muy bien lengua seguro que las haces en cinco minutos-dijo Cristian intentando consolar a su hermano
-Ya pero me da mucho coraje porque ella se tira todo el día en su casa haciendo tareas y estudiando y por su culpa los que tenemos vida social nos tenemos que aguantar-Gonzalo estaba algo molesto porque Lidia siempre fastidiaba a los demás.
-Anda deja el tema ya,entra tu primero y hoy puedes comprar lo que quieras-dijo Cristian premiando a su hermano
-Podemos comprar hoy,no me apetece que te pillen-dijo el menor mientras señalaba a la policía
-Esta bien-
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Después de ir a la plaza volvieron a casa y como dijo el mayor,Gonzalo hizo sus deberes en nada. Se ducharon y se fueron a dormir.
Cristian intentaba dormir mientras su hermano cogió el sueño sin problema. No dejaba de pensar en que pasaría si él también fuera a la escuela y trabajara por la tarde,él también quería un futuro digno pero prefería que su hermano no estuviera relacionado con nada en la calle aunque vendía pero de forma diferente porque él solo vendía a las personas de confianza,a las que sabían que no se iban a chivar. En cambio,Cristian se arriesgaba pero por el físico de las personas. Después de darle un par de vueltas y tomar una decisión consiguió quedarse dormido.
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Casualidades
Teen FictionQuizás el destino quiso que un chico que fue castigado sin motivo,fuera recompensado con algo o alguien que le ayudaría a superar todo aquello por lo que fue castigado.