Capitulo # 1: Mi vida antes de ella

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Hola, yo soy Alan y así es como mi vida comienza:

Un chico como todos, en una escuela, y como ya sabes  la victima del bullying, y ademas de eso quería pertenecer a un grupo en la escuela, el cual yo tanto apreciaba, el equipo de fútbol, representar a mi salón, con todo honor y llevar la satisfacción de gloria a la casa, pero esta puerta se me es cerrada como muchas otras, en esta vida, pero siempre supe que otras puertas se abrirían ante mi mostrándome como lograr lo que he deseado hacer, pero ¿Donde están esas puertas?, y fracaso tras fracaso, no la voy a encontrar. Así que decidí insistir para entrar en el equipo de fútbol, pero me negaron la entrada una vez más, pero un chico del equipo se me acercó y me dijo lo siguiente:

- Lamento que te rechacen de esta manera... tan vergonzosa - dijo el chico - pero me gustaría que estuvieras en algún deporte, ¿Que deportes te gustan practicar? 

- El fútbol - conteste amablemente la pregunta del chico

-¿No te gustaría probar algo nuevo? - pregunto el chico con mucha curiosidad

- Pues, si...bueno...tal vez - dije inseguro de mi mismo - ¿Que tienes en mente para mi?

- Hagamos algo, la próxima semana serán los juegos intercolegiados en cualquier deporte y categoría, pero este es el asunto: tu vas a elegir el deporte en el que yo voy a participar y yo el tuyo ¿¿vale??

- Esta bien, pero no conozco que deportes has practicado, nombralos para decidir tu deporte

- Fútbol, natación y baloncesto - dijo el chico seguro de sus habilidades como deportista - ¿y los tuyos?

- Solo practico el fútbol

- Bueno, por lo menos practicas un deporte, elige en lo que voy a participar raído que hay que ir a clases 

-Mm... ¡¡lo tengo!! estarás en voleibol

- Es nuevo para mi, ok ahora me toca elegir el tuyo... ¡¡ya se!! tu te presentaras en atletismo

- Bueno es solo correr, sera pan comido

- Eso es lo que tu crees - dijo el chico con mucha maldad en sus palabras - lo olvidaba me llamo Raúl ¿y tu?

- Soy Alan mucho gusto

- El mio también, ya tenemos que ir a clases o nos van a regañar

- Si, tienes razón, nos vemos luego

Después de ello, fui al salón de clases el cual estaban estudiando biología, pero mi mente esta ilusionada en ganar una carrera, y no para la biología, pensar en como sobresaldría entre todos los demás corredores.

Al día siguiente me desperté con ganas de estar ya en esa carrera, pero para asegurar me de esa carrera fui a inscribirme en atletismo, el mismo profesor de deportes me inscribiría a mi y a Raúl, pero en cuanto el profesor me vio todo se torno diferente:

- ¿Que haces aquí? - dijo el profesor incitándome a que me fuera

- Vine a inscribirme en los juegos intercolegiados - respondí desafiante, desafiando su autoridad

- ¡No te otorgaré absolutamente nada para que representes al colegio!

- ¿¿Porque no puedo??

- Porque alguien como tu no tiene un espíritu competitivo, que sueña con con la gloria, el entrenamiento diario, y lo mas importante creer que tu puedes

- Yo puedo lograr todo eso si usted me da la oportunidad

- No te creo en lo absoluto, te he visto en las clases de educación física, en atletismo especialmente, siempre creí que tu tenias un gran potencial para el deporte, pero en cada carrera, te detenías en el final, cuando todo el mundo ya te había alcanzado, tu solo pensabas "No, me alcanzaron, ya no puedo, ganar" y te detenías, sabes que  mi fe en ti se esfumo, por tu falta de confianza en ti mismo

- Si, lo se, pero se ha preguntado "¿porque el hace eso?", pues, no se sabe nada, usted no puede juzgar por cuenta propia a las demás personas, usted, no conoce el pasado de esa persona, quizás esa persona no esta acostumbrada al éxito, la gloria y la fama, pero yo soy ahora una persona diferente de esa que le digo, y si quiere conocerme en realidad déjeme competir

El profesor me miro, reflexionando de todo lo que dijo, y yo también hice lo mismo porque el profesor también tiene razón en algo: en que fui algo pesimista, al momento de confiar en que yo podría ganar en lo que me propusiera enfrentarme. Desde de unos diez largos minutos el profesor me dio una sonrisa:

- Esta bien, te dejare correr, pero no puedes detenerte por nada del mundo, tienes que dejar fluir al tu espíritu competitivo por tu cuerpo, sentir el viento en el rostro, y solo pensar en que tu puedes

- ¡¡Gracias profesor, no lo voy a defraudar!!

Después de ello saludé a mi nuevo amigo Raúl, y le di la noticia

- ¡¡Es estupendo!! - dijo Raúl - pero es si antes tienes que prepararte tanto, física como mentalmente para la carrera, tienes que entrenar duro durante este fin de semana

- Lo haré, te prometo que daré lo mejor de mi en esa carrera

- Sé que representaras bien a este colegio

- Gracias por tu apoyo, Raúl

- De nada , luego me lo devolverás, pero ahora tengo que irme a casa mi madre debe estar esperándome

- Vale, voy a correr un rato

- Esa es la actitud. 

            

                



Una conmoción apasionanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora