Una conmoción apasionante

Capitulo # 3: Mi primer encuentro con ella

Al llegar al paseo de la castellana, que es lo que esta más cerca de mi casa, mi mamá todavía seguía estaba traumatizada de cuando el motociclista le puso el cuchillo mariposa en el cuello, por es razón tenia que hacer respetar a mi madre, e hice lo que hice, bueno al final del día el único herido era el motociclista, quien fue al algo astuto para intentar robarme. El miércoles de esa misma semana era la carrera y ya no podía salir a la calle para entrenar un poco por lo ocurrido el domingo por la noche.

Para el lunes ya todo volvió a la normalidad, solo que no podía ir a entrenar, pero lo bueno fue que mi mamá se recuperó del trauma, y volvió a hacer la misma de antes, me despidió y me mandó al colegio:

- Ten cuidado - dijo mi mamá

- Lo tendré - le dije asegurando que iba a estar bien para nosotros      

Mi mamá me sonrió, mientras se despedía con una mano y yo me alejaba para ir al colegio, por cierto, camino para ir al colegio, esta algo lejos, pero aproveché para ejecutar mi ultimo entrenamiento antes de la carrera. Para cuando llegué al colegio, el portón estaba cerrado, había llegado muy tarde, así que tendría que entrar por el otro lado que esta rodeando todo el colegio, eso si, cuando entré me dejaron retenido durante dos horas, por llegar tarde. No había nadie que me estuviera vigilando en ese momento así que podía escabullirme a mi salón, pero no lo hice, decidí respetar la reglas y esperé sentado a que el tiempo pasará. Para cuando paso fui a mi salón corriendo lo más rápido, para no perder más clases, para cuando llegué todos me miraron como "¿que le pasa a este tipo?", si, fue muy vergonzoso para mi entrar en el salón, pero había olvidado pedirle permiso para entrar al profesor:

- Se dice "buenos días, con permiso" - dijo el profesor mientras me intimidaba delante de mis compañeros - ahora regresa por donde viniste, regresas y pides permiso para entrar, ¿quedo claro eso?

- Si, profesor - titubee ante la situación, mientras el profesor se aprovechara de la situación para hacer reír al salón completamente de mi, así que para terminar con ese sufrimiento hice lo que quiso que yo hiciera, pero no estaba satisfecho de burlarse de mi ante todo el mundo sino que comenzó a hacer chistes idiotas acerca de mi, para satisfacerse a si mismo. Pero empecé a sentir ira, por las estupideces que el decía:

- ¡¡PODRÍA CALLAR SU BOCA Y DEJARME ENTRAR!! - grite al profesor

En ese momento se escuchó el silencio total, sin que nadie hablará, todos mirándome directamente a mi, por la osadía que he tenido para insultar al profesor:

- ¿COMO SE ATREVE A GRITARME DE ESA MANERA, JOVEN? - gritó el profesor - RAÚL, ves a coordinación y llama a la coordinadora de disciplina, dile que tenemos un problema

- No, voy a llamar a nadie - dijo Raúl tratando de defenderme

-¿QUE?, ¿ahora tu también estas en mi contra? - dijo el profesor desesperado

- Esperen aquí - dijo el profesor - yo mismo traeré a la coordinadora

El profesor se fue del salón, caminando como si estuviera en maratón olímpico:

- Raúl, ¿porque hiciste eso? - le dije a Raúl - ¿en que estabas pensando?

- En ti - respondió Raúl - no puedo echar a un amigo al agua, no señor

- Pero, el profesor te había mandado a traer a la coordinadora y nada más - le dije a Raúl para que entendiera el contexto de la situación

- ¡¡Pero yo iba a condenarte!! - dijo Raúl con lagrimas en sus ojos - si he de condenar a un amigo, SIEMPRE preferiré que me condenen con él

Quedé petrificado con sus palabras, sentí como algo en mi interior brotaba y palpitaba, era mi corazón que había vuelto a nacer de entre la soledad, Así que me acerqué y y lo abracé mientras lloraba junto a él y  esperábamos nuestro castigo. No me importaba en lo absoluto lo que mi compañeros pensaban acerca de nosotros dos, porque lo que en realidad si importa es lo que nosotros pensamos de nosotros mismos. Pero, entre tantas emociones al tiempo vino la seriedad, el profesor llegó junto con la coordinadora de disciplina: