II: Una pequeña apuesta

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Y ¿como te ha ido Zack?- es enserio ¿es lo mejor que puedes decir?, acabas de verlo en el auditorio.

¿No tienes frío?- me pregunto él, alzando la ceja en señal de preocupación. Además creo que ignoro mi pregunta o tal vez ni siquiera alcanzo a escucharla.
No para nada-pero era mentira, podría sentir como el frío subía desde hacia mi cuerpo, y sin previo aviso estornude.
Valla sigues siendo igual de mala para mentir ¿lo sabias?- se saco el suéter que llevaba puesto y me lo paso a mi- ten tómalo, lo necesitas mas que yo- eso era lo que amaba de él, la manera despreocupada que ayuda a los demás sin pedir nada a cambio.

Gracias-balbuce yo- pero y tú ¿no tienes frío?- no quería hacerme responsable de que enfermara por caballerosidad.

No te preocupes lo hago todo el tiempo- lo dijo de una manera tan a la ligera, que no supe como tomármelo- no me gusta ver sufriendo a ninguna chica y menos si esta a mi lado-¿que fue lo que dijo? Ya veo que se pasa de amable con todas aquellas "damas en apuros" que se pongan en su camino. Con esto en mente solo pude contestar con un monótono- Oh ya veo.

Pero no lo tomes a la manera mala, lo que quise decir fue que...- creo que noto el sarcasmo en mi respuesta y esta intentando remendarlo. Veamos a que llega con eso.- solo a las chicas bonitas son a las que ayudo. NO me refiero a eso sino que todas son bonitas, bueno casi todas- y como responder a eso me alegro de que me catalogue en las bonitas o furiosa por estar enamorada de alguien así y que pueda pasarse de príncipe con cual quiera-como sea olvídalo-dijo Zack.

Y mi príncipe se ahogo en sus palabras, y lo siguiente que hice fue ponerme a reír porque no sabia que mas hacer, y al parecer él lo entendió porque que puso reír a carcajadas conmigo... Creo que el tema quedo atrás.

Tenia tantas cosas que quería contarle pero el tiempo se acabo. - Parece que tengo suerte, el autobús con ruta a mi casa esta justo ahí- ¿se sentiría aliviado de alejarse de mi?- bueno hasta luego.

Espera, y tu chaqueta- quería tenerlo un poco mas- bueno... Si algún día me vez que tal si me la de vuelves.- vaya no podía escuchar lo que me decía.

Y si te veo un día y no la tengo a la mano- pregunte con la esperanza de poder entablar un encuentro algún día- pues tendrás que tenerla siempre cerca de ti- sonrió para mi. Y mi plan fallo. De un momento a otro corrió otra vez por la lluvia para alcanzar el bus.

¿Y si te lo entrego cuando entremos de nuevo a la escuela?- grite para que me lograra escuchar.- no seria bueno.-gritaba el en medio del camino -No me gustaría que te vieran conmigo así...-siguió hablando pero ya no logre entender mas.

Odiaba a ese chico como es que era el único capaz de ponerme nerviosa y luego furiosas en menos de un minuto. Primero soy especial y bonita, luego paso a ser parte de su listado de chicas y cuando se va prefiere que no lo vean conmigo en la escuela. Chicos, no los entiendo pero espero que algún día alguien fabrique una aplicación para eso.

Confundida y frustrada decidí correr a casa con la sudadera de Zack puesta, por lo menor algo de todo esto había salido bien, tengo una sudadera nueva.. Bueno semi-nueva, porque no lo volveré a ver, es lo cierto, lo decidió él.

Llegue a casa, me duche y me puse una pijama calentita. De mi suéter nuevo, lo único que puedo hacer por él es lavarlo asi que lo puse en la lavadora.

¡¡Hola ya llegue!!- pude escuchar gritar a mi mamá desde la planta baja- ¡quien esta aquí?- lo dijo con un tono más de juego que de pregunta.

Yo mami, tu hija mas bonita e inteligente- baje rápido al primer piso para recibirla. Pero por desgracia mi llegada no fue triunfal, ya que caí desde el penúltimo escalón antes de llegar. Malvada gravedad me hizo pagar lo que le debía.

Palabras que enamoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora