Belleza que refleja más que una apariencia, postura amable y vulnerable con aires de pureza y gentileza, pieza maravillosa creada con cuyo único propósito es derrochar divinidad
Mi ángel divino con propósito de orientar, con afán de amar. Alma y perdición andante, belleza en su total plenitud, carácter firme y delicado, actitud dulce, auténtica y sobre todo sencilla, persona que derrocha grandiosidad, mujer complaciente a capricho que se le pida,
Te adoro madre mía y estaré eternamente agradecida con usted por todo lo que a echo a lo largo de mi vida.
Te admiro madre mía, tu fortaleza, tu asimilación a los problemas, tú empatía, tú alegría con forme a la vida.
Te compadezco madre mía, por todo lo que te he hecho pasar.
Te agradezco madre mía solemnemente toda tu bondad y generosidad.
Te amo madre mía y estoy feliz de que me hallas tocado en esta vida.
Te quiero madre mía en todas las formas y maneras existentes y a la ves inexistentes posibles.
Te aprecio madre mía con mi alma y vida.
Te comparo madre mía con ciertas presencias divinas y almas perdidas.
Te deseo madre mía, muchísimos años más de vida, que si a usted la quitaran de mi lado no sé qué de mi seria.
Te regalo madre mía, esta sencilla poesía, que tienes muy bien merecida.
Te quiero ayudar madre mía, a recuperar toda esa alegría que perdiste con dicha partida, te quiero ayudar a recuperar la empatía que poco a poco perdiste con tanta travesura mía.
Me despido madre mía con una de mis más sinceras sonrisas, con esta bella poesía que pensando en usted escribía.
Eres un sinónimo de virtud en vida, gracias por otorgarme la vida madre mía.
-Alexia Dattoli-
