Nervioso no sería la palabra exacta para describir sus sentimientos en ese preciso momento.
Aterrado, tal vez.
Se encontraba de pie. Delante de ella, aunque con algunos metros de distancia, y con el vendedor aun apuntándole con el dedo, sonriéndole.
Había ido corriendo a la floristería, para comprarle una rosa blanca. Pocas semanas antes descubrió que no le gustan las rojas.
"Esto es raro" pensó. Llevaba semanas esperando encontrar el coraje para decirle lo que sentía, y éste aún estaba ausente. Así que optó por el camino mas parecido a él.
Escribirle una nota atada a la rosa.
"Tú puedes" se animó.
Y con ese pensamiento avanzó hacia ella.
Dejando atrás la vergüenza y el terror, entregó a una sorprendida Marian la nota junto a la rosa.
- ¿Y esto? - Preguntó saliendo de su estado de shock.
- Simplemente leelo.- Respondió el chico, con un poco más de confianza al darse cuenta de que el vendedor ya no se encontraba cerca.
- "'Me gusta el silencio desde que empecé a amarte en él.' (Pablo Neruda) Tal vez la frase no sea mía pero expresa a la perfección como me siento. Con amor, anónimo -Leyó Sheila en voz alta. Esperó unos segundos antes de añadir - Hola.
-Hola.
- Me llamo Marian Sheila ¿y tu?
- Jack Smith. - Contestó el chico. Feliz por fin de tener una oportunidad con la receptora de todas sus notas.
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Y aquí esta el final de Con amor, Anónimo. Al menos de la versión corta. Aun no estoy segura de si hacer la larga. Tengo muchos proyectos en la cabeza jajaj
Un beso
Con amor,
Vuestra no tan Anónima
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Con amor, Anónimo
RomanceÉl había perdido una apuesta. Ella tuvo la suerte de pasar por delante de su grupo segundos antes de que dicha apuesta fuera cerrada. Desde ese día él le escribe notas cada jueves, ella simplemente las lee sin saber quien las escribe. Poco a poco ir...
