capitulo 9

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- Ayúdame a salir de aquí... - _________________ le dio un beso en el torso desnudo, mientras él le acariciaba el cabello. Bajó su mirada. _____________ encontró sus labios, se inclinó para besárselos una vez más.

- ¿Quieres irte conmigo? - le preguntó enrique. _________________ hizo círculos con sus dedos en el remarcado pecho de él, mientras la piel de este se erizaba por completo. Asintió. - ¿qué tanto te ha hecho tu padre para que quieras irte conmigo? - dijo bromeando y soltó una risa.

- Tú no lo conoces.

- Y no me iré de aquí sin antes conocerlo.
_________________ empalideció de un momento para otro.

- ¿Qué? - se levantó ligeramente. Enrique no parecía arrepentirse en cuanto a sus palabras, todo lo que acababa de decir era cierto. - estás loco...

- ¿Por qué? - le preguntó él. Le acomodó un mechón de cabello. Uno que se había quedado atrapado en el espacio entre sus senos. Sus dedos pudieron tocarlo.

- Tú no sabes de lo que sería capaz. - _______________ atrapó su mano y la hizo refugiarse entre su mentón, su cuello y su pecho.

- Él no sabe de lo que yo sería capaz.

- _________________ se puso de pie, y logró encontrar la playera de enrique en el suelo, la colocó y buscó sus braguitas entre las sábanas para ponérselas también. Se percató de la mirada de enrique apuntando a su feminidad. Un pequeño palpitar la invadió por dentro, haciéndola estremecer.

Entonces él también se puso de pie y buscó su ropa entre el desorden que los dos habían generado. Y ________________ observó. Observó por varios segundos como es que él se colocaba la ropa por sí mismo, incluyendo el bóxer de licra. Y deseó tanto ser ella quién lo hiciera. Y él no era ningún tonto, por supuesto que no, también lo había notado, y al hacerlo... _________________ se dio media vuelta.

- ¿Te molesta? - la jaló del brazo. El frágil cuerpo de ________________ quedó unido al suyo en cuanto la volteó fugazmente. Incluso sus labios chocaron ligeramente. - no puedo creer que actúes como si nunca me hubieras visto así. - le dijo completamente fresco. _________________ enrojeció de un momento a otro. - acabamos de...

- Nunca dejarás de ser tan ordinario. - le dijo incomoda.

- Y tú nunca dejarás de avergonzarte por todo.

- Vale, ¿y qué? ¿debo mirarte fijamente cada vez que te cambias? - le preguntó ella. Había pasado un año y a pesar de que acababan de estar juntos de nuevo...ella aún no se sentía completamente cómoda.

- No, por que sé que te encantaría hacerme el favor.

- Serás creído...

- Dime que no. - _________________ se quedó callada. ¿Y quién co.ño en el mundo los podía entender? Hacían el amor y a los pocos segundos estaban peleando. Vaya... era tan propio de ellos. - vez...

- Idiota.

- Sínica.

- ¿Sínica?

- ¿Por qué me tratas como si no me conocieras? - le preguntó él. La cogió del brazo fuertemente y acercó su boca a la de ella, buscando poco a poco su aliento. ________________ se quedó sin respiración. ¿Por qué enrique era tan im.bécil y a la vez tan irresistible con ella? ¿por qué?

Entonces enrique entendió que sí... se habían vuelto a ver, se habían dicho lo que sentían el uno al otro, pero las cosas parecían a ver retrocedido. Quizá ella necesitaba un tiempo más para acostumbrarse a él de nuevo. Un tiempo más para que las cosas esta vez si fueran como antes. Básicamente no era lo mismo y enrique lo notaba. Necesitaba seducirla de nuevo y así por fin...recuperar su confianza.

La puerta de la habitación de __________________ se escuchó resonar de pronto. Los dos se sobresaltaron.

- ¿_______________? - preguntaron tras ella. - ¡la limusina acaba de llegar!

____________________________________________________________________________________

____________________ se aferró al cuerpo de enrique

- No quiero... - le susurró mirándolo. Y solo así él pudo sentir cuanto lo necesitaba. _______________ le abrazó la remarcada cintura. - por favor...solo...solo sácame de aquí...y no me dejes...

enrique le levantó el rostro y sigilosamente le besó los labios en medio de la oscuridad. Con todo lo que había pasado entre los dos en esos minutos se habían olvidado de lo que los rodeaba de pronto. El tiempo había corrido y las cosas habían pasado. Pero ellos dos seguían ahí. Y había una boda, la más esperada, y miles de invitados, miles de invitados que esperaban a la protagonista de la noche, pero...¿Dónde estaba ella?

- ¡___________________! - la llamó el coordinador de nuevo. Detrás de la puerta.

enrique - Necesito que confíes en mí... enrique - encerró el rostro de ________________ en sus manos. - todo saldrá bien mientras tú estés conmigo. - ella volvió a asentir. Esta vez con el corazón en la boca. Solo había una sola persona que la hacía vivir este tipo de cosas... y ese era enrique . Este respiró hondo. - ve por tu ropa... - le indicó él. Ella siguió sus órdenes, corrió por una maleta vieja y la abrió de inmediato. Abrió los cajones. Sacó un par de cosas. Más y más. Las metió como pudo. Cuando volteó, enrique acababa de abrir la puerta de su habitación.

- Por fin ha sali... - el hombrecito calvo se quedó callado, observando estupefacto a Justin. Entreabrió los labios y abrió los ojos como platos. - ¿Qui...quié...quién es us...usted? - preguntó temblando.
enrique se volteó para observar que ______________ se encontrara ocupada con sus cosas. Entonces así él tendría tiempo para decirle un par de cositas sin importancia a tal hombrecillo.

- Escúchame bien im.bécil. - le ordenó. El calvo asintió con rapidez. - si dices una...sola una pequeñísima palabra de todo esto... - lo cargó por los bordes de su camisa, haciendo que sus pies dejaran de tocar el suelo. - te prometo que te acordarás de mí por el resto de tu miserable vida.
___________________ cargó su maleta, saliendo rápidamente de su habitación, aún en ropa interior, descalza y con la playera de enrique puesta.

- ¿Me escuchaste -pregunto enrique
El calvo asintió. con el miedo reflejado en el rostro

- Bájalo... - le susurró ___________________, acariciando sus brazos.

- Vale, vale. - lo soltó. El hombre cayó al suelo. Sus lentes se resquebrajaron, haciendo que perdiera la visión e incluso la noción de todo lo que pasaba a su alrededor. Y cuando pudo retomar la vista y el sentido, de lo único que pudo ser testigo fue del sonido del motor de un auto y el acelerador del mismo.

Comprendió que había sido demasiado tarde. Él se la había llevado de nuevo.

hola a tods hoy les he subido 2 capitulos se que no he actualisado seguido es q en casa ya no tengo internet pero como la nove esta muy larga tratare de subir capitulo doble cada q pueda por q ya quiero acabarla hahaha saludos

DHYANA

Seduceme Enrique Iglesias y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora