Una locura Excitante |Rubelangel +18

Tu sólo disfruta.

Narra Rubius. (En este capitulo solo va a narrar el 🌚)

Habian pasado dos meses increíbles desde la declaración de Mangel y la noche apasionante que habíamos tenido.

Ahora mismo nos encontrábamos viendo una película de terror "El Conjuro", maldita película.

-Ah!!.-grite en la parte que aparecía una señora no muy dulce encima del armario para luego saltar encima de la pobre niña. -Que miedo da esto joder!!

-Hey! Tranquilo Rubiuh...yo estoy aquí contigo-susurro lo último cerca mío, sintiendo su caliente aliento en mi mejilla.

Me estremecí por completo, sentirlo así de cerca me volvía loco.

Volvimos nuestra atención a la película hasta que por fin término, solté un suspiro de alivio.

-Última vez que dejo que elijas la película...ÚLTIMA Vez!-el soltó una carcajada.

-Eres tan mono -dijo aún riendo y acariciando mi mejilla.

Rodé los ojos y me levanté para dirigirme a la cocina...-se me antojaba algo dulce - , por lo que saqué chocolate derretido y unas fresas, lleve todo a la sala donde se encontraba Mangel viendo aún la televisión.

-¿Quieres? -pregunté poniendo las fresas y el chocolate en la pequeña mesa que teníamos enfrente.

-Me leíste la mente -dijo tomando una de las fresas para luego bañarlas con el caramelo y llevárselo a la boca- Mmmm, esto está buenísimo.

Me quedé embobado mirando como se relamia sus labios -Esa lengua joder!-, imaginaba donde podía estar ahora mismo.

-Mangel? -hable luego de unos segundo de silencio.

-Dime...-contestó dirigiendo su mirada a la mía.

-Yo...emm...quieres que te enseñe un juego?.

El tan solo me miro algo confundido pero al instante sonrió.

-Vale! De que va el juego?-preguntó

-Tu solo cierra los ojos -contesté, el asintió y cerro los ojos.

Me fui acercando a el para luego poner mis manos en el borde de su remera y empezar a levantarlo.

-Rubius...q-que haces? -pregunto nervioso.

-Shh...tu solo disfruta -susurré en su oreja causando que su piel se erize. No se de dónde saque tal valor para decir aquello, pero me sentía...¿bien?.

El asintió y yo seguí con mi trabajó. Seguí levantando su remera, alzo sus brazos para que lo pueda sacar. Cogí el chocolate, lo puse en sus labios y me acerque a el para besarlo, gimió entre labios al notar lo desesperado que era el beso, por falta de aire nos separamos y sonreí al ver que sus mejillas estaban pintadas de un color carmesí. Volví a bañar mis dedos con el sabroso chocolate y lo esparcí por su cuello, acerque mi lengua a tal zona y lo lamí.

-Mmh..

Gemidos roncos salían de sus labios alentandome a que siga con mi trabajo. Empecé a dar pequeños besos y lamidas para luego ir mordisqueando y chupando la piel de su cuello, saboreando el sabor del chocolate al igual que el de su piel.

-Rubius..-jadeo.

Poco a poco estuve bajando mis manos por su pecho hasta llegar a sus pezones. El pensamiento que se me vino a la cabeza causo que una sonrisa se formará en mi rostro.

-R-rubius?-me miró con la confusión plasmada en su rostro.

-Mangel, acaso dije que abrieras los ojos? -pregunte.