Capitulo 22

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Estaba en un bosque con Alonso.

Estaba totalmente destrozada.

Necesitaba el apoyo el abrazo de alguien.

Me acerco a el.

-Abrázame, por favor-le digo a Alonso

-No ____, no debo, tus abrazos, tu aroma me hacen daño, voy a romper las reglas y no quiero eso-me dice el ojiazul

-Tu no rompes las reglas-voy corriendo hacia el, sentía un impulso por abrazarlo

Me corresponde el abrazo.

Yo lloraba en su hombro y el me acariciaba la espalda para que yo me relajara.

-Tranquila ____ todo estará bien, ya lo veras

-Nadie me quiere en este mundo-le dije con lagrimas en mis ojos

-Hay alguien que si-me dice el con un tono confiado

-¿Quien?-le pregunto

-Yo

Entonces puedo ver que atrás de el se va abriendo un extraño portal.

Salia demasiada neblina, detrás de ese portal, y empezaron a salir personas con mascaras.

Tengo miedo y mucho.

Me voy retirando de el y comienzo a correr.

Me giro a verlo.

En eso, una de las personas que estaban tras el portal, con una varita le lanzo algún tipo de hechizo negro a el chico.

Empieza a gritar. Y le salieron alas de ángel al chico de los ojos azules.

Poco a poco sus alas fueron remplazadas de un color blanco a un tono mas obscuro.

Me quede asombrada el chico levanta la cabeza y detrás de el podía verse que salia demasiada neblina.

Alonso estaba cambiando mucho.

-Aléjate de mi ____aun estas a tiempo corre, si sigues aquí te haré daño.

Tengo mucho miedo. Y lo veía y cambiaba y se transformaba en algo realmente extraño.

Salgo corriendo de ahí.

Comienzo a llorar.

Vaya que fui tonta a darle ese abrazo.

Lo perdí y tal vez para siempre.

Y recordé, que todo lo anterior sucedido, ya lo había visto, ahora me doy cuenta, que lo que una vez soñé, era una visión del futuro.

Voltee a verlo por ultima vez, aquel chico, tenia alas negras, ya no eran blancas, su rostro tan angelical, ahora es remplazada por un rostro sin vida, sin color.

Aquel chico comenzó a disecarse.

Debo de impedirlo, corrí nuevamente a donde estaban ellos.

-Dejen de hacerle esto, no fue su culpa, fue la mía, el no rompió ninguna regla-le digo a aquellas personas enmascaradas

-Vete ____-me dijo el chico, ya con su escasa voz, apenas pudo pronunciar aquellas palabras

Las personas enmascaradas me voltearon a ver

-Tu no tienes nada que ver con esto

Y en eso todos dieron un chasquido con sus dedos.

Y uno de ellos, se acerco a mi, levanto su varita y cuando pensé que me iba a hacer algo, Alonso (o lo que quedaba de el) le agarro la pierna y la pellizco, el sujeto no hizo gesto alguno.

Mis Angeles Crueles (Alonso Villalpando, Jos Canela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora