—Te diré nuevamente esto: El rojo es el mejor color del mundo. —Otoya se regocijaba triunfante por su opinión mientras "discutía", si se le podía llamar a esto discusión, con Cecil, una típica pelea de hermanos, pero esta pasaba los niveles de niñez.
—¿Quién te asegura eso, Otoya? —El menor no se quedaba atrás, le devolvía el "insulto", si es que a esto también se le podía llamar insulto —El verde es el color que las musas y Haruka han elegido para destacarme, por lo que lo hace especial —Al decir esto de los ojos del morocho salían brillos.
—Yo lo aseguro, el rojo es un color muy energético —Más que estar furiosos o enojados estaban con una cara chistosa, pero mantenían una extraña molestia por los colores.
Desde lejos el resto de Starish los miraba extrañados, mientras presenciaban la pelea que tenían estos extraños hermanos, cualquiera pensaría que se comportaban raro para su edad. Tokiya se rascaba la nuca mientras soltaba un suspiro pesado.
—Ademas, yo creo que el rojo puede ser... —Tokiya no lo dejo continuar ya que se acerco hacia Otoya y lo alejo de Cecil.
—Compórtense como personas de su edad—El peliazul había tomado el cuello de la camisa del color tan nombrado por el menor y lo había arrastrado hacia el, Otoya solo reía y sonreía.
—Deja a Ikki, ¿Qué se le dice a Cecil? —Ren intervino en la graciosa pelea mientras tomaba a Ittoki como hizo el peliazul y lo acerco a el menor de Starish.
—¡No estas ayudando! —Gritaron Syo y Masato, mientras Cecil miraba la escena estallando de la risa.
Natsuki por su parte estaba distraído recordando como había sido la noche anterior con Syo en su cama, aunque no fue lo que el planeara estaba muy feliz, tanto que soltó una risita enamorada como una colegiala. Poder dormir con el menor, tocar su sedoso cabello, oler su aroma, todo era perfecto, tenerlo sobre el durmiendo tan pacíficamente lo traía loco, aunque prometió no hacer nada, no sabia si podría aguantarse 2 semanas más así, era demasiado para el.
—Natsuki ¿Qué pasa? Te veo distraído —El rubio se había acercado a hablarle, por haber notado a su amigo entre las nubes, aunque a el mayor lo había asustado un poco.
—¿Eh? No, nada, Syo-chan —Dijo con su típica sonrisa de siempre.
—Ya veo —El menor aun con sus dudas se alejo hacia sus otros compañeros —¡¡No, Otoya malo!! ¡Suelta a Cecil, maldita sea! —Cuando Natsuki volteo a ver, pudo divisar a Syo y Ren tratando de alejar a Cecil de Ittoki; Tokiya y Masato viceversa, el rubio que era el único que no entendía nada, solo se quedo sentado, no tenia mucho para hacer.
—¿Shinomiya-san?
—¿Haru-chan? ¿Qué haces por aquí? —La compositora de Starish se sentó a su lado en una de las sillas que ocupaba alguno de los miembros de la banda.
—Pues, venia a ver que hacían, veo que están ocupados ¿Estarán bien? —Cambio la vista de lugar, de Natsuki paso a los chicos que trataban de separar sin esfuerzo alguno a Otoya, que ahora se subía a su hermano como si de un mono se tratase.
—Si, lo estarán —El rubio le devolvió la mirada a Haruka la cual fue correspondida con una sonrisa.
—¿Al menos crees que deberíamos intervenir?
—Si entre 4 no pueden, no creo que cambie la situación con dos personas, aparte... Otoya da miedo así.
—En eso puedes tener razón —Risita —¿Te ha pasado algo Shinomiya-san? Te veo más feliz que de costumbre, últimamente te encontré raro y un tanto preocupado.
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Príncipes del Amor
Fanfiction"¿El amor se puede medir? Yo no puedo hacerlo en palabras, por eso te dedico esta canción" Syo y Natsuki son dos amigos desde muy jóvenes, y el destino amenazó reuniéndolos de nuevo como futuros idols, y ahora cantan como una de las bandas más famos...