CAP 3

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Una vez levantada lo primero que hago es meterme en el baño, sitio en el que mi preciado tiempo parece volar y desaparecer poco a poco. Hoy me apetece desayunar, raro en mi ya que no suelo comer nada a estas horas de la mañana. Leche, Nesquik y galletas. Cuando lo tengo todo listo reviso mis redes sociales y atiendo mensajes que dejé sin leer la noche anterior. Al final de todo miro el grupo en el que están mis dos amigas.

Whatsapp

Paula: Antiaaaaa! ¿Donde estás? ¿Ya estás preparada?
Candela: No llegues tarde! Siempre tenemos que estar esperandote 😪
Yo: Ya salgo chicaaas.

Miento, aún me tengo que terminar de preparar. Últimamente miento con todos y en todo. Supongo que debe de ser porque ya estoy cansada de todo. Pero no es excusa.

Termino de desayunar y cojo los cascos. Tan pronto estoy preparada salgo por la puerta.
Camino unos 5 minutos sola por la calle. Cada poco tiempo se puede apreciar que pasa alguien, trabajadores preocupados por el tiempo, estudiantes, aislados (por el móvil) del precioso paisaje invernal (aunque casi se podría decir primaveral, ya que a simple vista puedo ver pequeños capullos floreciendo en las ramas secas y sin ninguna hoja)...

Sigo mirando adelante y acelero el paso cuando consigo distinguir las sombras de mis dos compañeras de viaje entre la oscuridad de la madrugada. Cuando ellas estiman que estoy medianamente cerca para que las escuche empiezan a gritarme.
-- !A buenas horas!-dice Paula indignada al ver la hora en su reloj.
--¿Tu sabes que hora es? Llevamos más de 10 minutos esperando-continúa diciendo Candela sin dejarme excusarme ni dar explicación.
-- ¡Buenos días a vosotras también! ¡Que buen día hace hoy! ¿Qué tal estais chicas?-digo yo mientras me rio y les pido disculpas con un gran beso a cada una.

Indefinido DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora