I'll Take You There [Jackson Wang]

Uno

Bien, acaba de empezar un día como cualquier otro. Me paro frente al espejo de mi habitación, me miro y decido si plancharme o no el pelo esta vez pero como tal floja que soy, sólo me lo desenredé para que no quede desaliñado y ya. Tomé mi mochila que estaba tirada al lado de la puerta y bajé corriendo al comedor donde ya estaba listo mi desayuno. Me estaba apurando tanto que me atraganté con los cereales, miro la hora y veo que tengo media hora de sobra, menos mal.
Desayuné tranquila y luego me puse a escuchar música hasta que llegó la hora de salir.
Tomé mi mochila y salí trotando hasta mi auto que se ya encontraba aparcado en la puerta principal de casa. Me subí, di una vista hacia atrás asegurandome que Marine, mi guitarra, se encuentre en la parte trasera del coche.
Las clases pasaron, aburridas como siempre y llenándome de tareas y trabajos prácticos que por cierto, gracias al cielo, son todos individuales. Odio severamente trabajar en grupo ¡No puedo!
En la salida me reuní con Min So Shin, mi mejor amiga. Sólo nos vemos en los recesos y en la salida porque va un año menos que yo.

-Ya ¿vamos? -Le saqué su estuche del hombro y nos adentramos al estacionamiento en busca de mi auto. Estuvimos en silencio hasta que salimos del predio.
-¿Estás segura de que la sala estaba reservada para hoy? -Asenti con la cabeza manteniendo mi mirada en la calle- es que siempre te olvidas y lo pones en otra fecha.
-Tranquila, So Shin, ésta mañana volví a chequear el calendario y está anotado -la menor dio un suspiro de alivio.
Estuve conduciendo por 15 minutos más y llegamos al lugar.
Rocky, el recepcionista nos dio las llaves y nos fuimos casi saltando por los pasillos hacia la sala.
-¡Sólo nos falta los arreglos y estamos listas!
-Sí pero ¿luego qué haremos? No encontramos ninguna productora o disquera que nos quiera.
-No te preocupes, ya algo nos va a llegar, al menos tenemos ya el single grabado que es lo que más queríamos ¿o no?
-Tienes razón, te odio -me sonrió victoriosa.
Estuvimos la hora que habíamos pagado con nuestros duros ahorros que obtuvimos en el trabajo de medio tiempo que habíamos conseguido luego de que la genio de mi mejor amiga rompiera un vaso en el bar donde nos encontrábamos.
-¿Ya pasaste las copias al disco y pendrive?
-Sí, ya, cálmate.
-No puedo ni aunque me rogaras, las ansias que tengo ni te lo imaginas -me golpeó en el hombro y se rió.

Cuando llegué a casa no hice nada más que comer y dormir, la tarea era lo de menos hoy. Estaba demasiado contenta de haber, por lo menos, cumplir un objetivo que me acerca a mi meta, a mi sueño.
Me desperté en la mitad de la noche, habían ruidos en la gran sala de abajo y me asusté. Estaba sola porque mis padres habían salido a un viaje y volverían en tres días, la nana no dormía en casa y mucho menos la señora de la limpieza.

Agarré mi patineta como en forma de defensa y bajé silenciosamente las escaleras, las luces estaban enecndidas, escuché la televisión y el ruido de la tetera eléctrica avisaba que el agua ya estaba lista. Me dio más miedo, la televisión podría haber pasado pero ¿la tetera? Una vez que bajé del último escalón me atreví a hablar en voz lo suficientemente alta para que la persona que se había metido a mi casa me escuche.
-Quién seas no te salvarás, tengo un arma cargada -y entré a la cocina y me llevé la sopresa al ver a mi mamá preparando té- ¡Mamá!
-Ya temía por mi vida, chica mala -se dio la vuelta y observó la patineta en mis manos- con que un arma, eh -nos reímos y dejé la patineta en el suelo.
-¿Dónde está papá? -me señaló con su cabeza al living y me di media vuelta- ¡Papi! ¡Papito querido!
-Esta vez no traje nada, no tuve tiempo siquiera en el aeropuerto, no te enojes.
-Ya ni modo, siempre me compras algo, te la dejo pasar -me voy a las escaleras- mañana, bueno, en unas horas después de la escuela me explican porqué llegaron antes y sin avisarme, me voy a dormir.
Subí corriendo las escaleras, salté a mi cama y seguí durmiendo.

Después de la clase de Química estaba yendo a mi casillero para guardar los libros y cuando veo a So Shin corriendo hacia mi como loca, cierro mi casillero y me toma del brazo arrastrándome mientras ella corría.
-¡Vamos, vamos! -Me gritaba mientras me arrastraba hacia la cartelera que se encontraba en el hall de la entrada.