El Diario De Un Nadador

Capítulo IV

Tenía tantas llamadas pérdidas de él, dios seguramente está muy enojado conmigo, al darme cuenta de la hora me vestí y salí corriendo de ahí, al llegar a la casa mi tío me estaba esperando, no quise ni mirarlo me sentía tan sucio, jamás imaginé que llegaría hasta ese punto, no podía sacar de mi cabeza la noche anterior, lo disfrute tanto, pero de solo imaginar que mi tío podría enterarse me dolía en el alma.

Al siguiente dia, mientras me preparaba para entrenar, senti un ardor terrible y unas ganas de rascarme incontrolables en mi zona pubica, me preocupe mucho asi que decidi echar un vistazo. Vi un pequeño animalillo pero decidi ignorarlo pues crei que eran solo alucinaciones por los nervios.

Cuando me cambiaba despues de entrenar un amigo observó mi zona, comenzó a burlarse de mi y al mismo tiempo me veía con asco, a los demás compañeros les decía que estaba infectado y todos se alejaron de mí con una cara de pánico, pero yo no entendía nada... ¿Acaso sera por el tamaño de mi miembro?

Corri a un baño individual a checar que todo estuviera bien ahi abajo, pero no, todo estaba mal... Tenia muchos animalillos caminando por mi zona, ardia, demasiado a decir verdad. Pero, ¿debia decirle a mi tio? No, el no debe saber nada de lo ocurrido con Andres...
Hablando de Andres, debia llamarle y preguntarle que habia encontrado, asi que lo hice, le marque...

-Bueno, ¿Dabit?- dijo el al otro lado de la linea

-Si, soy yo, llamo para preguntarte que has encontrado- dije un tanto nervioso

-Pues, tengo algo. Hay que vernos para que pueda contártelo con detalles- respondió el

-Claro, ¿nos vemos en el dicho?

-Si, me parece bien

-Bien, ahí te veo en una hora