III.

9 1 1
                                    

La claridad que se colaba por la ventanilla donde había estado apoyado para dormir desde el despegue, logró hacer que se removiera un poco de su asiento, hasta sentir que ya no era posible que durmiera más. Oyó con más claridad algún que otro murmuro de los asientos a sus lados, y al rededores, y finalmente, abrió los ojos. Parpadeó varias veces, intentando acostumbrarse y volver a ver con buena nitidez. Se acomodó en la butaca, sintiendo el cuello algo duro y adolorido, por lo que hizo una mueca de dolor y se permitió gemir bajo por el dolor. Echó un rápido vistazo a todo el panorama, y se detuvo en una jovencita que lo miraba con una sonrisa lasciva. Al ésta notar que Liam lo miraba con una sonrisa similar, se sonrojó y se acercó hasta él, contoneando sus caderas de forma coqueta. Sonrió aún más al estar casi tocando el brazo del muchacho.

-Buenos días, señor... -Hizo una pausa, vacilante. Se inclinó un poco más, para acercarse a él, ignorando a las demás personas que había a su lado. Un hombre de unos cuarenta, y al parecer, su hijo pequeño.

-Payne. -Respondió Liam, intentando sonar simpático. Lo cierto era que nunca estaba de buenas cuando recién despertaba. Su voz sonaba ronca y más profunda de lo común, lo que hizo que la morena de ojos verdosos se derritiera internamente.

-Señor Payne. -Repitió ella, mordiendo su labio inferior y jugueteando con su cabello. Liam intentó no reír ante su intento fallido de coqueteo. -¿Se le ofrece algo? ¿Un refresco, una almohada, una manta, bocadillos, compañía? -Le guiñó un ojo al decir lo último, y dejó caer su largo cabello negro por encima de su hombro.

-Estaría bien con agua, nada más. Te agradezco. -Se apresuró a tomar su mochila, abrir uno de los bolsillos y sacar su celular, que estaba enrollado con sus auriculares. Se colocó ambos y encendió la música; una canción de Metallica estaría bien para empezar. Se retiró el auricular derecho y le sonrió a la chica. -Una almohada también me gustaría. Ahora sí, muchas gracias.

Liam se acomodó mejor en su asiento y cerró los ojos, no sin antes ver la expresión de furia que la morena llevaba por la forma increíble de Payne a la hora de ignorar su propuesta indecorosa. Quizás ella se había hecho la idea de terminar con él en el baño; ambos cuerpos perlados por el sudor, respiraciones aceleradas y olor a sexo por doquier. Pero, para su desgracia, seguramente el sujeto era gay y ella había interpretado muy mal la sonrisa que le había regalado. ¡Pero qué tonta era, por Dios! El tipo iba bien vestido, combinando toda su ropa, sus zapatos y su mochila, y ese cabello estaba excelente... Definitivamente, era gay. Y se exasperó por notar que, cada vez más, los hombres guapos se iban extinguiendo, dejándolas sólo con panzones y borrachos que ni siquiera valían la pena, porque eran los mismos que gritaban en la calle puras groserías aunque las mujeres tuvieran un tapado encima, y no se les lograra ver ni un poco de piel. Un asco. Las facciones femeninas y bien marcadas se fueron relajando a medida que buscaba una almohada lo suficientemente grande y cómoda para el señor Payne. Al tenerla en sus manos, pasó por la pequeña nevera para tomar una botella de agua mineral y así, dirigirse hasta donde se encontraba el pasajero, que para ella, ahora tenía un cartel inmenso de gay.

Le tendió la botella de agua a Liam, y como le fue capaz, dejó la almohada bajo su nuca, esperando que se sintiera cómodo ante ella. Le dedicó una última sonrisa, amable, y desapareció del campo de visión del castaño, quien seguía escuchando Metallica, pudiendo leer en la pantalla plana frente a él, que no faltaba mucho para el aterrizaje en la ciudad del amor. Volvió a cerrar los ojos y apoyó el codo en el marco de la ventanilla, para acto seguido, descansar la mejilla derecha sobre su puño, más que dispuesto a dormir lo poco que le quedaba de viaje. Hora y media no se negociaba, ni mucho menos, desperdiciaba. Para Liam Payne, no había nada mejor en el mundo que poder dormir la mayor cantidad de tiempo posible. Era su escape a todo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 01, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Un poco de amor francés (Ziam Mayne).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora