"Miedo: Sentimiento de desconfianza que impulsa a creer que ocurrirá un hecho contrario a lo que se desea."
Básicamente lo único que sentía: miedo. No dejaba de pensar en escenarios donde todo salía mal. Lo sé, algo pesimista, pero ese soy yo: Louis Miedica Tomlinson.
Y allí estaba, delante de una puerta blanca a la que aún no me atrevía a llamar. Y seguiría allí de no ser porque de un momento a otro la vendita puerta se abrió. Y no se abrió sola como pensé en los primeros cinco segundos, si no que Harry la abrió. Lógicamente no me tenía que sorprender ya que era la puerta de su casa, por algo estaba yo allí.
- ¡Louis! – dijo entusiasmado. – me ha avisado el portero de que alguien había preguntado por mí.
- Sí, he sido yo... como no me dijiste cual era el piso...
- Está bien. Suelo ser despistado, pero... ahora ya lo sabes. - termino él.
Nos quedamos unos segundos de más callados en el descansillo de la escalera. No hizo amago de invitarme a entrar, aunque tampoco era raro, solo había venido a buscarle para marcharnos. Además, debía de tener mucho lío con la mudanza... aunque no veía indicios de ello, no había cajas ni maletas...
- ¿Nos vamos? - pregunto dubitativo al ver que no me movía.
- Claro, vamos. - asentí y me volví hacia el ascensor.
Salimos rápidamente del edificio, recibiendo un saludo del señor de antes, el portero.
- Bueno, Harry... háblame de ti. ¿tienes algún hobbie? - pregunté una vez de camino hacia el cine. Él me miró algo confuso. – sí, ya sabes... algo que te guste hacer en tu tiempo libre. Como jugar al futbol, o a los videojuegos.
- No soy de ese tipo. – dijo sin más.
- ¿Y de qué tipo eres? - pregunté curioso. De verdad que este chico me había llamado demasiado la atención, y quería saber más. Quería saberlo todo.
- Soy una persona aburrida, es todo. – volvió a bajar la cabeza. Lo hacía con cada oración.
- ¡Vamos! Algo te gustará hacer...- le animé.
- Leo libros. - al fin confesó. No me parecía nada mal, a mí también me gustaba. Era un chico de 18 años amante de la literatura... y del fútbol, por supuesto.
- ¿Qué clase de libros? - sabía por la conversación en la cafetería que algunos libros de los más famosos ni le sonaban y era algo raro que fuera su "hobbie".
- Clásicos. Básicamente lo que podía encontrar en la biblioteca de mi padre. – noté que no le gustaba hablar de su familia, por que volvió a bajar la cabeza. Parecía nervioso. Normal teniendo en cuenta que sus padres habían fallecido.
- Clásicos...- repetí más para mí mismo. – Morir, dormir... ¿dormir? - comencé a recitar.
- O quizás soñar...- finalizamos al unísono.
Los dos comenzamos a reírnos por lo absurdo que había resultado. Pero había conseguido que sonriera. Punto para Tomlinson.
- ¿Enserio? – pregunto todavía riendo.
- Enserio, ¿Qué?
- Has leído a Shakespeare. – dijo con incredulidad.
- Sí, me gusta la literatura, Harry. – confesé sonriente.
Seguimos hablando de las obras que habíamos leído y que a los dos nos gustaban. Teníamos muchos gustos en común.
Diez minutos después llegamos al cine del centro de Doncaster.
ESTÁS LEYENDO
Una pluma más >> Larry Stylinson
FanfictionEl mundo de los cielos es un lugar paradisiaco para muchos, el mejor sitio donde vivir. Pero para Harry, un joven ángel, es todo demasiado perfecto y aburrido. Por ello se da la libertad de explorar el mundo de los humanos, donde conocerá a su ángel.