Descendientes 2: La Venganza

Capitulo 8

El juego fue entretenido. ¿Cuáles fueron las cosas importantes que quizas quieran saber sobre él?

Aquí van:

*Evie le pidio a la encargada del periodico escolar si le prestaba la camara. Asi que todas comenzaron a sacarse fotos. Al terminar el partido los chicos vinieron y se incluyeron en las fotos. Mal y Dev al principio se negaban pero sabemos como es Evie de insistente.

*Varios de los goles realizados por el equipo de Auradon fueron hechos por Jay. En uno de ellos él se acerco a sus fans y les guiño el ojo. Ellas suspiraron. Dev con esto consiguió más material para luego poder burlarlo. Mientras esto ocurría, ella moría de la risa.

*Otro de sus goles se lo dedico a la mismisima Dev. Ella de broma, actuó sorprendida y emocionada al estilo fangirl al máximo. Jay desde la cancha se tentó por la broma de Dev, mientras que Ben sonreía algo incomodo viendo como Jay y Dev se miraban.

*Durante el partido, Mal notó como Dev observaba a Ben jugar, lo cual no le gusto nada.

*Y por supuesto, el equipo de Auradon gano otro partido más de la temporada.

LA NOCHE SIGUIENTE

Dev caminaba por un pasillo del sector de habitaciones. En eso se cruza con la chica de la cámara.

-Hey, te estaba buscando justo a ti- Dice con una simpatía extrema, casi artificial.

-A mi?- Sonríe sorprendida

-Si. Me preguntaba si había alguna forma de que me pases las fotos que sacamos ayer en el partido- Dice amablemente.

-Claro, ven. Las guardare en un pendrive así te las llevas- Dice invitándola a su habitación.

-Un que?- Pregunta confundida.

- Un pendrive. Acaso no sabes que es eso?- Pregunta extrañada mientras abre la puerta de su habitacion. Dev hace una mueca de no tener idea. -Bueno, te mostrare. Mira, aquí en mi computadora tengo las fotos. Entonces lo que hacemos es conectar esta cosita y pasar las fotos- Le muestra un objeto plateado chiquito y lo enchufa a la maquina. Copia las fotos de una carpeta al pendrive. -Así, ahora tu puedes ir al laboratorio, conectar el pendrive en una maquina e imprimirlas- Dice en tono de maestra de primer grado mientras quita el pendrive de su maquina y se lo entrega.

-Okey... gracias-Hace una pausa. -Em.... el laboratorio....?- Pregunta algo insegura.

-La clase de quimica?- Ella pregunta, Dev asiente. -Bueno, la sala de al lado- Indica.

-Gracias- Saluda y se va.

Dev encuentra el laboratorio y se adentra en la aventura de averiguar como funciona una impresora. Se queda mirando un buen rato preguntandose por donde empezar. Luego de varios minutos, logra imprimir las fotos. Las recoge de la impresora y se detiene a verlas. Una sonrisa pura invade su cara. Las guarda en su cuaderno y retoma camino a su habitación.

Durante su viaje de vuelta oye a dos personas hablando bajito en el pasillo. Reconoce las voces. Eran Ben y Mal. Rápidamente se esconde en una esquina donde no hay luz y se concentra para escuchar la conversación.

-Tienes que alejarte de ella. Te esta consumiendo. Eres mi novio, no el de ella!- Dice Mal indignada.

El sonríe indignado. -No puedo creer que digas eso. ¿Acaso me estas prohibiendo hacer algo?- Pregunta retoricamente. -No sabía que eras tan celosa como para evitar que tenga amigas-

Ella abre los ojos ante la sorpresa de su respuesta. Mira para otro lado, suspira y se tranquiliza.

-Si quiero que tengas amigas. Solo... no confió en ella.- Dice algo más pasiva. -Algo tiene entre manos, lo puedo sentir aquí- Lo dice mientras se toca el pecho con los dedos. Se detiene. Lo mira a los ojos. -Pase lo que pase, no quiero perderte. Siento que me estas olvidando- Baja la mirada.

Él ubica un dedo bajo su mentón y lo eleva para poder verla a los ojos. -Sabes que eso nunca pasará. Nunca me lo permitiría. Si llego a perderte, no se que haría- Cruzan miradas intensas de amor. Se sonríen entre sí. Se abrazan y comienzan a caminar. Lentamente se pierden entre las sombras.

Dev, todavía escondida, se llena de decepción y celos. Con un dolor punzante en el pecho, que nunca antes había sentido, agacha la cabeza. Luego de unos segundos sale de las sombras y levanta pesadamente su cabeza. Se detiene un segundo cuando recuerda algo. Misteriosamente se transforma. Su cabeza se mueve lentamente hasta permanecer en alto. Los ojos que antes parecían desolados ahora están entrecerrados y una pequeña mueca sobresale de su boca y termina esbozando una sonrisa malévola. Comienza a caminar a paso decidido hasta llegar a su habitación. Allí arroja el cuaderno en su cama y se sienta en el escritorio a repasar con computadora, nadie sabe qué.