1

757 84 20
                                    

El sonido de la puerta cerrarse de un golpe me despertó, sentí unos pasos acercarse pero no veía nada, mis ojos aún estaban cerrados y quería que siguieran así.

-Pareces un cavernícola. -una voz masculina que conocía perfectamente me hablaba en tono recriminatorio. Fruncí el ceño. Que mal despertar. 

Moví mis brazos en un acto perezoso al igual que mis parpados, hacia todas partes, buscando orientarme, me encontraba casi en la penumbra, el estudio no era muy iluminado pero era acogedor. No recordaba cuanto tiempo llevaba dormido pero no debió de haber sido más de una hora. Me incorporé en el sofá y pasé una mano por mi cabello despeinado antes de dirigir mi mirada hacia mi visita.

-¿Ryan?...-sonaba totalmente adormecido.

-Oh, no. Aún estas soñando. Soy tu padre. -quiso sonar como un chiste, del cual solo el rió y bajó un poco a mi altura.

-¿Qué haces aquí? -dije mientras pasaba mi mano por mi cara y luego a mi cabello, despeinándolo.

-Creo que la pregunta debería ser al revés. -se volvió más serio.- Tienes a Scooter muy preocupado. Todos te buscaban en tu departamento y en la oficina...

-Lo hacen solo para saber si estoy escribiendo, Ryan. No es que realmente se estén preocupando de donde estoy.-dije seco y me paré de golpe. Mala idea, me dolió la espalda. Recordaré cambiar el sofá esta semana.

Mi mejor amigo se mantuvo en silencio, lo agradecí, me sentía tan cansado que no quería hablar con nadie pero como es él, me refiero a que es como un niño que no puede dejar de hablar o moverse por un tiempo determinado su silencio duró poco.

-Agradece que te encontré, sino llamarían a la policía. -volteé un poco mi cabeza mientras lo miraba de soslayo. Me apoyé sobre el panel de grabación.

-No exageres. -dije mientras fusionaba los sonidos y bajaba los decibeles de la canción que había estado trabajando anoche.

-Pues entonces tú.-me indicó.- deja de estar todo el día dentro del estudio de grabación. ¿Es que ya no sales?, ¿Hace cuanto no vez la luz del sol, hermano?, Solo hay que mirarte estas más blanco que la nieve que hay afuera.

¿Por qué tengo un amigo tan dramático?

-Es invierno, Ryan. Y es difícil tomar el sol en Nueva York.-rodé los ojos sin que él se diera cuenta.

-Vi eso. -o bueno, lo intenté. 

-¿Le dirás a Scooter o a la policía que para su desgracia sigo vivo? -me senté en la silla frente al computador y guardé lo que había avanzado. Sin darme cuenta, Ryan estaba mandando mensajes por su celular seguramente a Scooter. 

Guardé todas las pistas y sonidos de fondo en una carpeta de seguridad, así nadie vería las canciones. Miré la hora en la pantalla antes de que esta se volviera negra porque había apagado el aparato. 

10:37 AM., marcaba.

-Iré por un café. -anuncié tomando una chaqueta negra, una de mis preferidas.

Mi amigo me miró por sobre la pantalla de su celular. 

-Arréglate un poco. No querrás verte como un ermitaño...-elevó las cejas mientras me escaneaba, odiaba que hicieran eso. 

-Hago lo que se me de la maldita gana así que me acompañas o te quedas. -gruñí abriendo la puerta, saliendo al lobby de la disquera.

Estoy cansado. Eso me pasa. 

Cansado de tener que soportar esta presión, de no ser el mismo de antes. Y que esos mismos problemas de antes se acumulen y repliquen en el futuro. 

SumandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora