Capítulo 3

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Dedicado: a NandaSegov por obligarme a subir capítulos.
Pd: si alguien quiere dedicatoria avisen.
Narra Catherin:

Me despierto sobresaltada cuando escucho una rama crujir no muy lejos de mi. Salgo de la cama rápidamente y tomo la daga que escondo bajo la almohada, me muevo sigilosamente hasta la entrada apagando la luz en la mesa de noche. Camino hasta que estoy frente a la puerta de la entrada. Son pasos muy ligeros, casi un roce en el suelo, no tardo en darme cuenta de que están más cerca de lo que pensé. En unos segundos escucho como llegan a la puerta y tocan.

Y me relajo, los malos nunca tocan a la puerta.

—Amanda, soy Seth -habla el chico confirmando mis sospechas. Me alejo de la puerta y guardo la daga en la cinturilla de mi short, prendo las luces y hago el esfuerzo de caminar más pasado.

—Hola -murmuro con voz de recién levantada y tallándome los ojos.

—Oh cielos, te desperté, lo siento -murmura el chico, le doy una sonrisa amable.

—Está bien, no te preocupes, ¿puedo ayudarte en algo? -pregunto.

—Pues... la verdad es que no, solo quería invitarte a la fogata que te mencioné antes -me dice, evito hacer una mueca.

—Gracias por la invitación, en serio, pero por el día de hoy y mañana solo quiero invernar -digo con tono bromista, él ríe.

—Si, tienes razón, debes estar cansada, fue imprudente venir a molestar, pero si cambias de opinión estaremos en la playa, no muy lejos del acantilado y estaremos hasta entrando la madrugada -dice, le sonrío adormilada y finjo un bostezo que termina convirtiéndose en uno de verdad.

—Lo siento -murmuro al dejar de bostezar.

—Es una indirecta, no te preocupes, la entendí, te dejaré dormir -dice burlonamente, le sonrío-. Nos vemos.

—Adiós -respondo viendo como se da la vuelta y comienza a caminar.

—¡Pero no te librarás de mi! -dice desde lejos- ¡Te llevaré conmigo algún día!

No sé porqué eso sonó más como una amenaza que otra cosa. No le respondo y cierro la puerta, no me tranquilizo hasta que dejo de escuchar sus suaves pasos a lo lejos. Tomo mi cara entre mis manos, este lugar realmente me agrada a pesar del frío, pero si el chico sigue así, lo mejor será que me mueva de nueva cuenta.

Cuando llego a mi habitación me recuesto en la cama tratando de conciliar el sueño, pero me es imposible, así que me levanto, me quito las calcetas y tomo las llaves. Salgo de la casa, cerrando muy bien y comienzo a caminar hacia la playa con sumo cuidado con mi daga en mano. Me detengo cuando comienzo a escuchar las olas, me concentro y logro escuchar a lo lejos voces. Me desplazo hacia la derecha siguiendo el sonido de las voces, me escondo tras un árbol cuando las voces son lo suficientemente fuertes para distinguir. Miro hacia arriba y me doy cuenta de que los arboles tienen las ramas altas, pero nada es imposible. Me alejo un tanto y tomo impulso, corro hacia el árbol usándolo como empuje extra para alcanzar la rama del árbol cercano a él. En segundos me encuentro sobre la rama, y de ahí comienzo a saltar de rama en rama con suma agilidad hasta que quedo a una distancia prudente y puedo ver la congregación de personas reunidas alrededor de la fogata.

Tomo asiento en la rama, dejando mis pies colgando. Me relajo cerrando los ojos y abriendo bien mis oídos. Todos hablan a la vez, los temas son realmente variados: comida, ropa, el clima, el ultimo partido de béisbol del domingo y más comida. Paso alrededor de una tres horas escuchando sus conversaciones y por un momento me siento tonta, no tienen ningún indicio de que oculten algo. Cuando estoy por irme escucho algo que casi me hace caer de la rama, logro afianzarme de ella y me vuelvo a concentrar en su platica.

—... es bueno tenerlos de vuelta, quizás no como parte de la manada, pero sí como amigos -dice una voz grave.

—Mientras no haya problemas de territorios y cumplan su parte del trato con los Cullen estaremos bien -responde otra voz.

—Es genial haber dejado de pelear, extrañaba la comida de tu prometida, Sam -esa voz la reconozco inmediatamente: Seth.

—A mi lo único que me alegra es no tener que estar oliendo a los chupasangre -dice la voz de una mujer.

—Leah... -dice la segunda voz con un tono claro de reproche.

—Oh, vamos Jake, no puedes negar que apestan -dice Leah.

—Yo creo que todo depende de la perspectiva, para ellos, nosotros somos los que apestamos -dice la alegre voz de Seth-. Dicen que olemos a perro.

—Eso es tan insultante, somos lobos, no perros -dice la mujer.

El corazón me bombea con más fuerza pero me obligo a tranquilizarme por seguridad propia.

—Oye Seth, ¿y que hay de la chica que rentó su cabaña? -pregunta Sam. El nudo en mi garganta se hace más presente.

—Es linda y amable, pero...

—¿Pero? -pregunta la voz que reconozco como la de Jake.

—Tiene algo muy raro -duda Seth.

—¿Raro en qué sentido?

—Raro en el sentido de que se ve muy joven pero vino sola, pero eso no es lo más raro, hay algo en ella... no sé cómo explicarlo, es extraño...

—A Seth le a gustado la nueva -murmura Jake con un tono burlón.

—¡No! No es eso... es linda, muy linda pero no es eso.

—Jake, Seth tiene razón en algo: hay algo extraño en ella -dice una nueva voz, más profunda, más... llamativa-. Cuando la vimos hoy en el acantilado no nos dimos cuenta de que estaba ahí hasta que la vimos.

—Bueno, tampoco es que sean las personas más atentas que conozco -dice Leah y escucho varias risas.

—Es en serio -replica la misma voz-. No tenía olor, por lo menos no era tan fuerte como el de los demás.

—Creo que estás alucinando Embry -dice Leah de nuevo.

—Es cierto Leah, lo juro -replica Seth-. Estuve junto a ella y a penas noté un olor muy escondido como de jazmín o algo así, no soy bueno en olores. Además el día que le entregamos las llaves dijo que pagó por un mes, pero que quizás estaría menos tiempo, mi mamá trató de decir que le devolvería el dinero pero Amanda le dijo que así estaba bien; pero el tono que usó... es el mismo que utiliza Sam y Jake para dar una orden.

Todos guardan silencio y temo que escuchen el sonido de mi frenético corazón.

—Creo que exageran -dijo Leah.

—Si -concordaron varias voces al unísono.

Solo eso me permitió respirar.

En la mira del destino (Embry Call)++actualizaciones lentas++Donde viven las historias. Descúbrelo ahora