Prólogo

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-Ichigo Kurosaki es el último hombre de la tierra del que me fiaría

-Oh, vamos ¿Por qué dices eso?

Rukia se inclinó hacia delante con el propósito aparente de tomar la jarrita de leche para su café. Pero lo cierto era que estaba tratando de escuchar la conversación que se desarrollaba a si lado y no quería perderse una sola palabra. Las dos mujeres que estaban hablando eran unas ejecutivas jóvenes y atractivas que aprovechaban el buen tiempo que hacía para almorzar al sol en aquella cafetería en el centro de Tokio.
Hablaban sobre el hombre al que Rukia pensaba hacer una proposición.

-Ya se que no pudieron probar nada- continuó la primera mujer, una animada rubia de grandes pechos que irradiaba perspicacia-, pero todo el mundo sabe lo que hizo, Yoruichi. Los hechos son irrefutables.

La segunda mujer, Yoruichi, una atractiva morena de labios carnosos, asintió.

-Una deducción lógica apoyada por evidencias circunstanciales, pero no directas. Es una lástima que un buen hombre como él haya caído de ese modo de su pedestal. El honor es algo tan escaso hoy en dia...

La rubia movió la cabeza.

- No creo que nadie vuelva a confiar nunca en él, al menos en el terreno de los negocios, a pesar de estar respaldado por el apellido Kurosaki. Y ninguna mujer con un poco de sentido común confiará en él como amante. No, después de lo que le ha hecho a su ex prometida.

-Pero he oído decir que es tan atractivo, Rangiku...

-Oh, es una maravilla de hombre. Pero eso lo hace aún más peligroso. Las mujeres lo adoran. O lo adoraban. Tiene un encanto y una elegancia mediterránea que las vuelve de la tierra. Ya sabes a que me refiero.

Yoruichi dejó escapar un profundo suspiro y Rukia tuvo que reprimir una sonrisa. La ironía era casi excesiva. Allí estaba ella, con un informe sobre la mesa sobre Ichigo Kurosaki abierto sobre la mesa, y estaba averiguando más sobre él escuchando a hurtadillas aquella conversación que llevaba leídas. Si hubiera tenido la oportunidad de conocer antes a Rangiku, podría haberse ahorrado una fortuna en los honorarios del detective.

-Puede ser que los rumores sean falsos- sugirió la morena-. Tú misma has dicho que nadie ha podido probar nada.

-Pero Ichigo no se ha defendido. Y Nozomi Kujô, su prometida, lo dejó en cuanto la historia salió a la luz. Vamos, utiliza tu sentido común; ella ha sido la más afectada, de manera que debe saber la verdad sobre lo sucedido.

-Donde hay humo hay fuego, ¿No?- dijo Yoruichi con delicadeza.

-En este caso, no solo fuego, sino todo un infierno. Si Ichigo hubiera sido inocente, ¿no crees que ella habría permanecido a su lado?

-Supongo que, dejándolo, ella ha confirmado su culpabilidad

-Oh, claro que es culpable -Rangiku enfatizó sus palabras tamborileando con sus impecablemente manicuradas uñas sobre la mesa-. Me temo que Ichigo no podrá recuperar nunca su reputación, por mucho que todos los hermanos Kurosaki se empeñen en ello. Estate atenta en la gala benéfica de esta noche.Suponiendo que tenga el valor de presentarse, estoy segura de que los demás asistentes mantendrán una prudente distancia.Nadie querrá que lo relacionen con él. ¿Quién iba a arriesgarse a hacer negocios con un ladrón?

Yoruichi sonrió.

- ¿O a ser atrapada en la cama con uno?

Rangiku miró a su alrededor y Rukia simuló estar enfrascada en su informe.

-Lo cierto es que es una idea muy tentadora. Si no temiera perder mi trabajo, no me importaría intentarlo.

- ¿Tan atractivo es?

-Tiene el aspecto de un ángel oscuro y se comporta como tal. Además ese pelo naranja parece fuego del infierno, lo hace más apuesto todavía.

-Empiezo a babear.

-Harías algo más que babear si lo vieras- ­Yoruichi miró su reloj­-.Vamos. Se está haciendo tarde y aún tengo que dejar zanjado ese trato con Ashido antes de que termine el día. ¿Vas a ir a la gala benéfica esta noche?

- ¡Después de lo que me has contado sobre Ichigo, no me la perdería por nada del mundo!

-En ese caso, nos vemos allí.

Rukia esperó a que las dos mujeres salieran del café antes de recoger sus cosas. La conversación que había escuchado había dado un toque final a la información reunida por el detective.Sonrió, satisfecha. También le había permitido alcanzar una decisión.

Ichigo Kurosaki era perfecto. Era todo lo que esperaba y más. Por Supuesto, ese "más" era precisamente lo que le preocupaba. Pero No importaba. Ya encontraría alguna forma de abordarlo.

Tras dejar unos billetes sobre la mesa, salió del café y se encaminó hacia Kurosaki's. Había llegado el momento de hablar directamente con Ichigo, de hacerle una pequeña, y esperaba que irresistible, proposición de negocios.

Había llegado el momento de ser atrapada en la cama con él.

CONTINUARA...

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