El diario de un esquizofrénico

Nota para el profesor de Literatura.

Los días son amargos, claro, tomemos en cuenta que si no tengo a mis amigos no soy nada, bueno, las noches son algo cortas, la mayor parte del tiempo me la paso asustado pues cuando duermo suelo escuchar la voz de Amelía o de Josh en mi mente diciéndome que a nadie le importo y realmente me deprime, se que eso no es verdad, mis padres me aman, tengo a mis amigos y hablo unas cuentas veces con los profesores sin embargo, siempre hablan tras mis espaldas y he escuchado que dice que estoy loco y que no debería estar en este colegio, entiendo que no sea muy social, pero ¿eso que tiene que ver? Soy de esta forma y nadie va a poder cambiarme a menos que cosas inesperadas sucedan. Pienso que la vida es una de las cosas más bellas y nunca se debe de desaprovechar, por eso suelo salir mucho con mis amigos. Déjeme contarle que mi madre es muy buena, trabaja como administradora de hoteles y mi padre trabaja de Chef en un restaurante a 10 cuadras de mi casa y suelen ir mis padres aunque a mi no me llevan, la primera vez que fui a un restaurante no tiene mucho, como 2 o 3 semanas, y me gusto. Últimamente no a venido Amelía y Josh a mi casa, ni siquiera he podido hablar con ellos, espero verlos pronto y saber algo sobre ellos. La semana que no fui al colegio me la pase viendo televisión, no tenia nada más que hacer porque ya había estudiado muchísimo y no se cuando son los exámenes, tengo ansias por hacerlos y tener las mejores calificaciones, siempre las he obtenido no obstante, quiero hacer un mayor esfuerzo para que mis padres estén orgullosos.
Quiero escribirle más a menudo a usted porque cuando lo hago me siento más seguro, y libre de expresar todos mis sentimientos reprimidos.

Adiós. Por cierto aún no se su nombre ni usted el mio.