Escucho risas. Tenía miedo, No sabia si abrir los ojos o quedarme así para siempre.
–Danielle, ¿a qué esperas? Ábrelos.- Dijo Justin-.
Fui abriendo los ojos, poco a poco, hasta que pude visualizar una escena. Justin me contemplaba con una sonrisa.
–Papá, para..-Decía una Danielle risueña de tan sólo 7 años-. ¡Me haces cosquillas!
–Ya te advertí pequeña.-Dijo su padre con una amplia sonrisa-.
Un silencio incómodo se apoderó en esa habitación color malva, con algunos muebles tono pastel, el techo estaba cubierto de pequeñas estrellitas de pegatinas, de esas, que cuando apagas las luces, brillan y brillan.
–Papá.. ¿Puedes prometerme una cosa?
–Claro cariño, dime.
–¿Tú siempre estarás a mi lado, verdad?
–Cielo, como explicarte.. A veces, la vida es dura, no puedo prometerte que siempre
estaré a tu lado físicamente, pero recuerda que siempre estaré aquí.-Dijo señalando hacia el pequeño corazón de la pequeña-.
–¿Y también mamá? ¿Y el hermano?
Rió. –Por supuesto cielo. Quiero darte una cosa.
Ella extendió sus manos y él pudo posar sobre ellas un pequeño colgante con forma de estrella.
–Que bonito papi. ¿Qué significa?
–Siempre, estés donde estés, a través de esta estrella, alguien te protegerá.
De repente, miles de lágrimas salen instantáneamente de mis ojos mientras me agarraba el colgante.
Dirigí mi mirada hacia Justin.
–¿Estás bien? Te daría un abrazo pero.. no puedo.-dijo algo triste-.
–Sí, si estoy bien, no te preocupes. –Sonreí con lágrimas-.
–Creo que es mejor que volvamos. –Sugirió-.
Yo asentí.
Una música, comienza a sonar. Mi móvil. <Mamá>
Inmediatamente le di al botón color verde.
–¿Hola? ¿Qué ha ocurrido mamá?
–Necesito que vengas ya.-Dijo entre lágrimas y sin más, colgó-.
Desesperadamente subo las escaleras a toda prisa, cojo mi bolso y las llaves de casa.
¿Dónde se ha metido Justin?
–¿Justin? ¡Justin! –grité-. Por favor, te necesito.
Silencio, no sé que hago hablando sola, parezco idiota.
Salgo de casa corriendo, a ver si puedo coger un taxi. Por mucho que gritase, todos los coches pasaban de mi, menuda suerte.
De repente, siento un terrible dolor en mi cabeza.
–Podrías tener más cuidado.. –dije levantando la cabeza-.
–Yo.. Lo siento.-dijo seco-.
Ese rostro, me resultaba muy familiar.
–¿Justin? ¿Eres tú? –dije confusa-.
–No, te equivocas, yo soy.. Lo siento, ahora no tengo tiempo para charlas.-y sin más, se fue alejando-.
Será imbécil, al menos podría haberme ayudado a levantarme.
Decidí por coger un autobús. Llegué a ese sitio donde a nadie le gusta ir. Veo a mi madre, mis tíos y primos. Ella no dejaba de llorar. Creo que algo no muy bueno ha pasado.
[…]
Cielo nublado y lluvia. Veo al sacerdote llegar , el cual hace que todos nos sentamos.
–Hermanos, la muerte de un ser querido, es un hecho que nos produce tristeza, dolor, mucho dolor, es un hecho que nos conmueve. Nuestro hermano, Alejandro, ha participado ya de la muerte del Señor.
No pude más, salí corriendo, recibí por parte de todos una mirada de atención.
No supe a dónde ir, caminaba por la ciudad, con el corazón dolido.
– ¿A dónde piensas ir?
No le respondí, tan sólo seguí caminando.
–Vamos Danielle, regresa a tu casa.
–¿Ahora apareces, no? Creí que ibas a protegerme de las cosas malas.-dije entre sollozos-.
–Y claro que te protejo, solo que ha habido razón la cual no he podido aparecer.
–¿Y cuál es esa ‘razón’? –dije frustrada-.
–Yo.. –bajó la cabeza-. No puedo contártelo-.
–¡YA PUEDES DESAPARECER, PERO PARA SIEMPRE! ¿Me oíste? –contesté enfadada-.
Y sin más, se fue. ¿Pero qué he hecho? Me encuentro sola, sigue lloviendo a cántaros, estoy empapada. Dirijo mi mano hacia la parte trasera del cuello, desabrocho el collar y lo contemplo durante segundos, pudiendo deshacerme de él, dejándolo ahí, tirado en el suelo.
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Holaa, siento mucho a ver tardado en escribir, pero no tengo mucha inspiración ultimamente, es corto lo sé, intentaré que los demás sean un pelín más largo. Comenta, vota y recomienda, me haría mucha ilusión.
¿Qué crees que pasará ahora entre Danielle y Justin? CHANCHANCHAN.
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Pequeña, no necesitas alas para volar.
RomansaUn accidente. Una promesa. Una herida en el corazón. ¿Qué pasaría si tu propio ángel apareciese? ¿Y si ella descubre sentimientos hacia él? Pero es imposible, ella es humana, él solo un simple ángel. Dos mundos diferentes, para dos seres diferent...