Capitulo 4- Gracias.

875 83 9
                                    

"Hay veces donde la palabra «Gracias» puede iluminar la vida de algunas personas si es dicha por la persona correcta."

El día siguiente de lo que pasó, Furihata despertó y su hermano fue para ver cómo estaba.

-¿Kouki, estás bien?- preguntó con preocupación palpable en la voz.- Creo que deberías cambiarte las vendas. No puedo creer que alguien sea capaz de hacer pagar un inocente.-

-No te preocupes, Eita-oniisan-respondió a su hermano. Y si, él le decía "Eita-oniisan" como un niño pequeño.- Aunque también pienso que debería cambiar las vendas. ¿Me ayudas?- pidió evitando responder el último comentario.

-Claro,- aceptó el mayor.- eso me recuerda. ¿Le haz dado las gracias al chico que te ayudo?- comentó mientras sacaba un botiquín de emergencias y ayudaba a su hermano.

-No, aún no eh podido.- contestó mientras el otro seguía quitándole las vendas.- ¿Necesitas ayuda?- preguntó al ver que se tardaba mucho.

-Si.-

Después de eso, escucharon la voz de su madre.

-Hijos, el desayuno está listo,- Aviso la antes mencionada.- hice el desayuno favorito de Kouki, omelette de arroz.-

-Esta bien, ahora bajamos.- gritó Eita. Después se dirigió a su hermano.- ¿Vamos?- preguntó al menor.-

-Solo me doy una ducha rápida y me cambio.- le respondió.

-Yo también debería hacer eso.- dijo mientras se dirigía a su habitación.

Ambos se bañaron (en baños diferentes) y terminaron al-casi- mismo tiempo. Así que decidieron bajar juntos. Cuando bajaron, la madre y el padre se sorprendieron por los vendajes que el menor de sus hijos tenía en la cabeza. Obviamente se preocuparon por la salud de su hijo.

Aquí haré un paréntesis, de nuevo, para decir cómo es la madre y el padre de los Furihata. Su madre es castaño cabello oscuro, se ve muy joven para su edad. Sus ojos son azules y dos mechones, uno a cada lado de la cara, son ondulados, por qué ella los hace así, mientras lo demás es liso. Es alguien muy atenta con la gente. Su padre tiene ojos y cabello cafés. Sus facciones son las de un hombre maduro.mes alto y musculoso. El sí se parece a su edad.

-Kouki, ¿estás bien?- Preguntó preocupada su madre.

-Si, No pasa nada.- le respondió para no preocuparla.

-Entonces porque tienes vendas en la cabeza.- Cuestionó sería.- No me mientas.

-Nada, solo me caí.- mintió.

-Bueno, vamos a comer pero nos explicas.- pidió/ordenó su madre.

Después de que Furihata les explicó que le habían golpeado y después un chico le ayudó, se creó un silencio. Silencio que su padre rompió.

-Eso no hubiera pasado si supieras karate.- dijo su padre. Por lo que se ganó una mirada fulminante de parte de la madre de ambos chicos. Y déjenme decirles que si las miradas pudieran sacar rayos láser, él hombre estaría carbonizado.- Solo digo, no hay porque enojarse.- exclamó al ver la mirada de su esposa.

-Solo ten cuidado.- dijo su madre con una mirada de preocupación.- No me gustaría que eso pase de nuevo ¿está bien, amor?-

Te enamorare (Yaoi/gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora