Flores de Cerezo. [Seventeen]

1. Bienvenida Primavera

Corría el mes de abril, el hermoso inicio de una fresca y revitalizante primavera tras un rudo invierno. Los botones coloridos de las florecitas recién nacidas en los jardines, empezaban a maquillar tímidamente la ciudad con sus brillantes tonos. Y con el inicio de la primavera, llegaba un nuevo semestre para todos los estudiantes en todos los institutos y universidades.

-Ya, hora de levantarse, JiHoon. ¡Vas a llegar tarde, diablos! -Resonaba aquello en la residencia de la familia Lee, proveniente de la matriarca de la familia.-

-Eh...¿Qué hay hoy? Yah...deja de gritar, madre...ya desperté, ¿viste? -Respondía un (muy) somnoliento JiHoon, el cual se levantaba de su cama a duras penas, arrastrando sus pies hasta el cuarto de baño, del cual salía su hermano mayor, YoonGi, ya aseado y listo para ir a tomar el desayuno.-

-Buenas noches, enano iracundo.

-Cállate, bicho pelo de moco. -El saludo habitual entre el de cabellos rosas y su hermano, quien poseía un bonito color cyan en su cabellera.-

Así pues, JiHoon se apresuró en tomar un baño, cepillar sus dientes y cabello...al mismo tiempo. Sería el primer día de clases para aquel chico quien ya estaba en su 3er año de secundaria, cosa que no le entusiasmaba en lo más mínimo, salvo por el hecho de juntarse con su grupo de amigos.

Tras arreglarse (o ser arreglado a fuerzas por su madre) de un modo adecuado, bajó a tomar un rápido desayuno entre muecas y comentarios tontos con su hermano, el cual ya estaba en su último año de secundaria. Iba a ser el último año en que se cruzarían por los pasillos del instituto, un alivio según ellos, mas en el fondo, extrañarían esos días de bromas, empujones entre ellos y sus grupos, y la secreta protección, complicidad y otras cosas que ambos compartían allí.

Un beso de despedida a su madre tras tomar sus mochilas y salieron rápidamente pues el bus del instituto les esperaba ya afuera. Saludos, risas y comentarios absurdos se podían oír durante el viaje de ida a la institución escolar, a la cual llegaron unos pocos minutos después. Luego de un discurso (muy aburrido, por cierto) de bienvenida a todos al nuevo semestre, cada año y sección se dirigió a su respectiva aula. JiHoon y sus amigos, como siempre, se fueron a situar casi al final del salón, dejando que el resto se acomodara a su antojo.

Como siempre, JiHoon, o Woozi, como le decían sus amigos, se encontraba muy concentrado hablando con estos mismos sobre lo que habían y no habían hecho durante sus vacaciones, hasta que una ronca voz se alzó por sobre el resto, interrumpiendo su charla.

-Tengan todos muy buenos días, estudiantes. Espero que las vacaciones no hayan afectado sus conocimientos y que todos salgan bien éste año escolar. -El muy amable profesor Park, como siempre, dando sus palabras de aliento.- Bien, tengo el agrado de presentarles un nuevo estudiante. Él viene de otra región del país y es su primera vez en Seúl, por favor, denle la bienvenida al joven Jeon WonWoo.

Woozi no había prestado atención a ninguna de las palabras que su profesor decía, mas volteó a mirar al nuevo chico. Alto (bien, para él, cualquier persona podría ser más alta, ya que medía apenas 1.64), de cabello negro con un peinado desordenado, piel blanca, las orejas perforadas, un semblante serio a pesar de la tímida sonrisa que esbozaba...un ensueño de hombre, según los murmuros indiscretos de sus compañeras.

-Un foráneo con estilo y cara de emo...chido, lo que faltaba. -murmuró para su grupo, los cuales echaron a reír cubriendo sus bocas para evitar un regaño.-

Lo que JiHoon nunca imaginó es que aquel "foráneo con estilo y cara de emo" iba a tomar asiento justo a su lado a partir de ahora, cosa que frustraba terriblemente sus planes de bromitas tontas con su grupo... Lo que JiHoon nunca imaginó es que aquel chico, al que llamó de modo despectivo, se iba a volver en el centro de su vida...