Era una tarde extrañamente cálida en la estación de trenes Grand Central en Nueva York, bajando por uno de los vagones de primera clase estaban tres jóvenes vestidos magníficamente. Los dos caballeros escoltaban a una bella damita de cabello ensortijado y largo hasta la cintura, nariz pequeña, ojos grandes y de un verde esmeralda que parecían dos gemas recién pulidas y unas casi invisibles manchitas rosadas signo inequívoco de unas pecas que desde la infancia había poseído y ahora eran solo un recuerdo de su anterior vida o al menos eso era lo que a Candy le gustaba pensar , al pasar por entre la gente todos volteaban a verlos pues aunque Candy era una bellísima dama de una figura magnifica y de una sonrisa arrebatadora, iba tomada del brazo de un joven de una belleza extraordinaria también rubio, alto y de unos ojos azules que mostraban una gran madurez a pesar de su juventud; su protector y padre adoptivo William Albert Andrey y a unos cuantos pasos atrás de ellos estaba Archibald Cornwall que al igual que Albert se había convertido en un hombre refinado y muy atractivo con ese cabello castaño claro y esos ojos color marrón que arrancaban los suspiros de muchas mujeres, desafortunadamente para ellas él sólo tenía ojos para una sola persona y esa era su adorada Candy.
Habían pasado tres años desde que Candy había pisado por última vez Nueva York en aquella terrible noche de invierno donde había perdido al amor de su vida Terry dejándolo en brazos de Susana Marlow y a pesar de que esos recuerdos ya no dolían tanto, siempre que lo recordaba sentía cómo dentro de su pecho faltaban piezas, en especial su corazón parecía haber dejado de existir y aunque se había comprometido con Archie su mejor amigo y primo adoptivo desde hacía un año; ella no estaba segura de ser la mejor opción para él en su interior sabía bien que nunca podría amarlo como Archie merecía es más estaba segura de que si él siguiera con Annie, ella conservaría aún el cariño de su entrañable amiga(a la que ella siempre consideró su hermana) y Archie tendría el amor que se merecía pero como él mismo consideraba algún día lograría revivir el corazón de Candy y estaba seguro de que lograría que lo amara de igual modo que él hacía con ella, entonces decidió darle una oportunidad al amor de Archie. Cuando Candy había regresado de Nueva York en ese estado lamentable lleno de pena y a pesar de que ella trataba de fingir que todo estaba bien Albert y Archie conociendo a Candy sabían que su aparente felicidad era más que fingida pues su sonrisa en aquellas raras ocasiones que sonreía no llenaba sus hermosos ojos de dicha como ellos recordaban que sucedía antes de que su corazón se rompiera en mil pedazos, mientras Annie no se daba cuenta del esfuerzo de su amiga para fingir felicidad ya que como siempre estaba demasiado preocupada en sí misma yendo y viniendo a todas las fiestas de sociedad a las que era invitada y en hacer que Archie se enamorara hasta enloquecer por ella, sin embargo a él no le gustaba esa actitud de su entonces prometida y por otro lado desde que Candy había regresado, él se había dado cuenta de que seguía amándola y no quería perder de nuevo la oportunidad de hacerla su esposa como siempre había querido desde que la conoció y aún eran un par de niños. Aunque ya se había hecho a un lado en dos ocasiones primero con su primo Anthony y después cuando Terry apareció en el colegio San Pablo esta era la ocasión de estar cerca de Candy y por eso en los siguientes dos años se convirtió en su mejor amigo, confidente e incluso su paño de lágrimas por lo que en ese tiempo se volvió indispensable para Candy, iba por ella a la salida del hospital más prestigiado de Chicago al que Albert le había ayudado a ingresar pues ya se había propuesto que no iba a permitir que su protegida fuera desterrada de ningún lugar nunca más y en vista de que antes no poseía los medios para hacerlo una vez que tomo posesión de los negocios de la familia puso de manifiesto que no volvería a permitir que nadie la lastimara de nuevo y por eso estaba de acuerdo en que Archie estuviera comprometido con Candy pues sabía que él nunca la dañaría y la protegería incluso de ella misma de ser necesario, además que Albert se daba cuenta de la adoración que Archibald tenía por Candice y por otro lado pronto dejaría los negocios y el mando de la familia a Archie pues este era un brillante estudiante de negocios en la Universidad y ya le ayudaba a Albert con muchas de las negociaciones de las empresas Andrey, además el lugar de Albert era donde pudiera ayudar a la gente porque eso lo hacía feliz, por lo que estaba preparando muy bien a su sobrino para todo lo relacionado a las empresas familiares y asi él poder volver a Africa dónde seguro estaría haciendo el bien en lugar de estar sentado detrás de un gran escritorio aumentando la fortuna de su poderosa familia además eso le parecía perder el tiempo de su vida y no se perecía en nada a sus verdaderos deseos y sueños.
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Reencuentro
FanficEn esta historia quise darle el final que me hubiera gustado para Candy al lado de Terry porque me quede con una historia inconclusa como muchos de ustedes.