Capitulo 7

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Son como las dos de la mañana, Seobie está dormido, hace como dos o tres horas que nos acostamos y yo sigo despierto observándolo; sigo sin creerme que él sienta algo más por mí que no sea el cariño de amigos. Lo acerco un poco más a mi haciendo que se acurruque contra mi pecho, una sonrisa estúpida se dibujó en mi rostro de inmediato; realmente es lindo, jodidamente lindo. Comencé a jugar un poco con su cabello, enredando mis dedos en el de vez en cuando.

-¿Sigues despierto, Hyung?-no me había dado cuenta que por estar jugando con su cabello terminé despertándolo.

-Lamento haberte despertado-dije retirando mi mano de su cabello.

-No te preocupes-me mostró una pequeña sonrisa-¿no puedes dormir?-negué con la cabeza.

-Estoy demasiado embobado mirándote-noté un leve sonrojo en sus mejillas, sonreí-eres demasiado lindo cuando duermes. En realidad siempre eres lindo pero sobre todo cuando duermes-sonreí, su rostro se tornaba cada vez más roja, lo notaba por la luz de una farola de la calle que entraba por la ventana.

-N-no digas eso Hyung...-desvió la mirada-me da vergüenza-¿puede ser más mono? No lo creo, no hay criatura en la tierra más tierna que Seobie cuando se pone así de vergonzoso. Me limité a darle un corto beso mientras lo tomaba de la cintura y lo acercaba más a mí.

-Será mejor que durmamos ahora, es algo tarde y mañana tenemos escuela-dije acariciándole el cabello nuevamente, él se limitó a asentir y cerrar los ojos, yo hice lo mismo, en pocos minutos caí poco a poco en un profundo sueño.

Desperté exactamente dos minutos antes de que el despertador sonara, lo apagué antes de tiempo y desperté a Seobie, él me rogaba como un niño que lo dejara dormir un poco más, lo que lo hacía ver demasiado tierno, decidí dejarlo y levantarme para hacer el desayuno. No tardé mucho en terminar de preparar el desayuno, lo serví y me senté a esperar a Seobie.

-No era necesario que prepararas el desayuno-escuché la voz de Seobie a mis espaldas poco después de haberme sentado.

-Sí era necesario-dije dándome vuelta para mirarlo-es una forma de agradecerte por haberme curado las heridas de ayer y dejar que me quede acá-sin mencionar que quería consentir a mi lindo amigo; me gustaría haberlo dicho pero seguramente por el resto del día no querría mirarme si se lo decía, él es demasiado vergonzoso.

-Como digas...-se sentó a mi izquierda-¿cómo están tus heridas?-preguntó sirviéndose algo de café.

-Bien, no me duelen mucho-tomé un poco del café que tenía en mi taza-solo me duele un poco el cuerpo-dije para luego darle un mordisco a una tostada.

-Será mejor que nos quedemos hoy entonces, no pasará nada si faltamos un día a la escuela-"¿qué nos quedemos?" en todo caso sería yo el que faltaría a la escuela.

-¿Quedarnos? Para nada, no quiero que pierdas un día de escuela por mi culpa-dije tomando su mano-te acompañaré a la escuela y luego regresaré a mi casa-él negó con la cabeza.

-Primero: no dejaré que me acompañes a la escuela si te duele el cuerpo, segundo: quiero que te quedes conmigo-un sonrojo apareció en su rostro al decir eso último, sonreí como idiota; es demasiado tierno.

-Está bien, si quieres que me quede contigo, me quedaré-sonreí nuevamente, desvió la mirada evidentemente avergonzado; no recordaba lo vergonzoso que podía llegar a ser.

-C-creo que te hará bien quedarte, e-eso es todo-puse mi codo en la mesa y sostuve mi cabeza con mi mano mientras lo miraba.

-¿Entonces no quieres estar conmigo? ¿Esto es solo por qué estoy lastimado?-hice pucheros; no era de verdad lo que decía, era solo para molestarlo un poco. Seobie me miró.

Me enamore de mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora