Capitulo 3

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-Seobie…-susurré mientras habría el portón, me acerqué a él y lo abracé por la espalda-lo siento Seobie-susurré a su oído, luego me aparté de él y salí por el portón-espero que puedas perdonarme algún día-dije para luego irme en dirección a mi casa.De repente noté como comenzaba a nublarse, en poco tiempo el cielo se volvió completamente gris y comenzó a llover.

-Genial…-susurré mientras buscaba un refugio, miré a mí alrededor, no había un lugar en donde me pueda quedar, así que decidí volver a la casa de Yoseob, no me encontraba muy lejos de ella, nuevamente me dirigí a la casa de mi amigo. Llegué en poco tiempo me acerqué a la puerta y toqué, tuve que esperar unos minutos para que abrieran.

-¿Ahora qué quieres?-me dijo con el ceño fruncido.

-Lo siento, es que de repente empezó a llover y no encontraba refugio vine a preguntarte si me podía quedar en tu casa hasta que cese la lluvia-Seobie suspiró y se apartó de la puerta permitiéndome el paso.

-Es solo hasta que cese la lluvia, ¿entendido?-dijo mientras cerraba la puerta tras de él-vamos a mi cuarto para que te preste algo de ropa, si permaneces con esa ropa te vas a resfriar-me dijo aún con el ceño fruncido, solo asentí con la cabeza, él comenzó a subir las escaleras, yo lo seguí, una vez que llegamos al primer piso Seobie me guio hasta su cuarto, abrió la puerta y me dejó entrar. Mientras Yoseob buscaba ropa en su armario yo me puse a observar su cuarto, pude notar que tenía varias fotografías de nosotros de niños.

-No sabía que tenías esta foto-le dije mientras tomaba un portarretratos que estaba sobre el escritorio.

-Primero cámbiate, luego puedes ver las fotos-me dijo dándome algo de ropa.

-Sí-le respondí obedientemente.

-Está bien-dijo abriendo la puerta de su habitación-cámbiate y bajá-al terminar de decir esto se marchó del cuarto cerrando la puerta.

Cuando terminé de cambiarme bajé tal como me dijo Seobie, me dirigí al lavadero donde se encontraba él.

-¿Dónde dejo esto?-pregunté mientras sostenía mi ropa mojada, Yoseob me miró, tomó mi ropa y la colgó en un ténder que tenía cerca del lavarropas, luego nos fuimos a la sala de estar donde no quedamos varias horas.

Ya eran las ocho y media de la noche, la lluvia aún no cesaba y al parecer no iba a cesar. Me quedé mirando por la ventana y, en ocasiones, volteaba a ver a Seobie, él se encontraba sentado en uno de los sofás leyendo una revista.

-Aún no para de llover…-dije desganado.

-A estado todo el día lloviendo-suspiró dejando la revista sobre el sofá, luego se levantó y se acercó a mí-pareciera que no va a parar-dijo sentándose a mi lado.

Pasaron dos horas, puesto que ya eran las diez de la noche, yo continuaba observando por la ventana percatándome de que la lluvia ya había secado, me levanté y fui con Seobie, el cual se encontraba en la cocina.

-Ya paró de llover-dije algo entusiasmado-me voy, mañana por la mañana vendré a buscar mi ropa seca y te devolveré la que me prestaste lavada-Yoseob miró el reloj que estaba colgado en la pared y negó con la cabeza.

-Es muy tarde, esta noche te quedarás a dormir aquí-me sorprendí al escuchar esto, creí que estaba enojado con migo, que no quería ni verme ni hablarme-vas a dormir en mi habitación, ya que solo tengo ese cuarto-volvió a hablar sonriéndome, yo solo asentí con la cabeza correspondiendo la sonrisa. Seobie me guio nuevamente hasta su cuarto, él agarró una remera y un short, al parecer era su pijama, sonreí levemente al verlo, me dio gracia ya que la remera tenía dibujos, como si fuera de un niño pequeño.

-Su pijama es muy tierno, va muy bien con Seobie-pensé mientras lo veía salir del cuarto, probablemente se dirigía al baño para cambiarse. Poco después lo vi pasar por la puerta se la habitación, se encontraba con aquel pijama infantil que le sentaba tan bien.

-Ten-me dijo extendiendo sus manos, en ellas había un short un poco similar al que traía él, solo que el que traía puesto él era un poco más corto.

-Gracias- dije tomando la prenda, luego me levanté y fui al baño, me cambié rápido, regresé  a la habitación y vi la cama improvisada que me había hecho; este chico de verdad vale oro.

-gracias-dije sonriendo, él solo me miró correspondiendo mi sonrisa, para luego volver su vista a lo que estaba haciendo.

-Bueno… terminé-dijo mientras se ponía de pie-espero que sea de tu agrado dormir aquí-volvió a hablar con una expresión de preocupación, lo miré y sonreí.

-No te preocupes, esto está bien-le dije aun sonriendo.

-¿Estás seguro? Si quieres puedes dormir en mi cama, yo dormiré en la “cama” improvisada-dijo dirigiéndose al colchón que estaba tendido en el suelo; este chico es demasiado bueno y creo que es por eso que ya no podemos ser amigos.

-No, de verdad está bien-lo empujé haciendo que cayera en su cama-no quiero quitarte tu cama… ya es suficiente castigo para ti el tenerme aquí-dije sentándome en el colchón, él se cruzó de brazos y me miró con el ceño fruncido.

-¡No tenías por qué empujarme!-me gritó para luego mostrarme su lengua, reí ante esa reacción tan infantil.

-No seas tan infantil-dije tomándolo del mentón, me acerqué a su cara y le bese la frente como cuando éramos niños, me aparté de él y lo miré, solté una carcajada al ver lo rojo que estaba.

-M-mejor v-vamos a dormir-dijo metiéndose en la cama.

-Sí, como digas-dije imitando sus acciones, él apagó la luz dejando la habitación completamente oscura.

-Buenas noches, que descanses- dijo dándose vuelta dándome la espalda.

-Buenas noches-le respondí mirando al techo, cerré los ojos, relajé mi mente y mi cuerpo.

 “-¡Hay! ¡Duele!- vi como Seobie comenzaba a llorar por culpa de aquellos chicos que lo molestaban siempre.

-Tranquilo, ya estoy aquí-le dije tratando de secar sus lágrimas, luego me saqué la bandana que traía en la cabeza y se la puse en la pierna para limpiar la sangre que le salía de la cortada que le habían hecho.

-Que poco hombre eres Yoseob- decía uno de los chicos que estaban ahí, supongo que él era algo así como el líder.

La cara de Seobie estaba muy lastimada, tenía moretones y su nariz sangraba, trataba de tranquilizarlo pero al parecer no podía hacer nada, su llanto no apaciguaba por el simple hecho de que le dolía las lastimaduras y los golpes que le habían propinado.

-Seobie tranquilo-le repetía una y otra vez- yo arreglo esto- dije para luego besarle la frente.

-Que gay te volviste Jun Hyun- ese comentario me hizo hervir la sangre, me paré en seco, los miré con el ceño fruncido,  me abalancé al “líder” ese y comencé a golpearlo, rápidamente los demás chicos comenzaron a golpearme.”

-Y pensar que yo me ponía a pelear cada vez que te molestaban…-suspiré, miré a Yoseob, él se encontraba durmiendo; desde que éramos niños me sorprendo de lo rápido que se queda dormido. Me levanté, me acerqué a la ventana y me quedé mirando las luces de la calle. Comencé a recordar cosas de cuando ambos éramos niños, esas cosas que uno recuerda cuando está triste.

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Bueno... después de muuuuuuuuuucho tiempo de no actualizar este fic aquí está el 3er capitulo :'D 

sepan disculpar la tardansa y disfruten el nuevo capitulo 

Me enamore de mi mejor amigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora