«Capítulo 13.»

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— No entiendo como aún tienes cara para venir aquí luego de lo que hiciste. 

— No me voy a bajar a tu altura, no vine aquí a pelear contigo ni mucho menos a rogarte porque me perdones. —se acomodo la corbata y acto seguido salió de la oficina.

Ramiro estaba rojo y furioso.

— Ese imbécil piensa que puede venir y tomar un lugar que ni siquiera merece.

— Pero aunque no quieras tiene razón, por lo que tengo entendido tu padre dejo a nombre de ambos la empresa al menos agradece que tu tienes la presidencia. —dije más relajada y este me fulmino con la mirada.

— No estoy de humor y si lo vas a defender es mejor que te vayas. —se saco el saco y lo dejo encima del sillón, se sirvió alcohol y acto seguido se sentó en el sillón de su escritorio.

— Amor no seas tan egoísta.

— Te dije que si lo vas a defender es mejor que te vayas Lorena Viciconte. —volvió a fulminarme con la mirada.

Cansada de recibir sus insultos cuando estaba enojado salí de allí de un portazo, en los pasillos me encontré a Nacho con una chica la cual al parecer estaba conociendo la empresa.

— Oh y te presento a Micaela ella es la novia o algo así de Ramiro, mi mellizo. Micaela te presento a Paula, Paula te presento a Micaela. —nos presento y me sonrió.

Oh dios, como extrañaba esa hermosa sonrisa.

— Mucho gusto. —me sonrió la morocha por lo que lo hice también.

— Mucho gusto.

— No es por ser metida pero ¿quién es? —susurré pero aún así se escucho.

— Ella es mi novia. —estaba sonriendo pero al escuchar aquella frase esta se esfumo. 

Genial, venía a la ciudad y tenía novia. ¿Qué tan mala suerte podía tener con este hombre?

Juntos a la par | Nachoela | Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora