Don't Ever Leave. (Ashton Irwin) [Adaptada].

Capítulo 29.

El agua resbala por mi cuerpo proporcionándome la calma que me quita tener su cuerpo desnudo pegado al mío. Ambos estamos de espaldas al otro porque ella dice que le da vergüenza que la vea así, absurdo, por supuesto, pero haría cualquier cosa que me pidiera sin dudarlo ni un segundo. 

Echo un poco de champú en la palma de mi mano, después me lo echo en el pelo y sé que ella está haciendo lo mismo porque su melena no deja de moverse contra mi espalda. 

No puedo aguantar más sin girarme, así que lo hago dejo que el agua quite todo el jabón de mi pelo y después me pego por completo a ella, mi pecho toca su espalda y escucho como ella suspira con el contacto, paso mis manos por su cintura uniéndolas sobre su abdomen, aparto su pelo y bajo el agua que cae dejo un pequeño beso en su hombro.   

- No has cumplido tu palabra. 

- Es como si le pides a un niño que no coma galletas y se las estás restregando por la cara, sabes que al final acabará comiendo. 

- ¿Me estás comparando con unas galletas?. 

- Creo que es el mejor cumplido que te podré hacer nunca.- Ella apoya su cabeza en mi pecho haciendo que yo tenga una perfecta vista de sus senos.- ¿Que haremos alacabar la ruta?.- Llevo una de mis manos a su pecho pero ella me para antes de quelo pueda tocar. 

- Todavía no la hemos ni empezado. 

- Lo sé, pero quería saber si hay algo en tu lista que se pueda hacer en Australia. 

- Si, un par de cosas. 

- Me gustaría que fuéramos allí. 

- Me parece perfecto.- Yo sonrío, tengo muchas ganas de enseñarle Sydney y que conozca más cosas sobre mi.- ¿Podemos salir ya?. 

- ¿No estás bien aquí?. 

- Estoy cansada. 

- Y repentinamente muy vergonzosa.- Ella se gira despacio y me rodea con sus brazos para impedir que le pueda mirar el cuerpo. 

- Es difícil ¿sabes?. 

- Si, pero acabamos de acostar nos, no deberías tener vergüenza y aunque no lo hubiéramos hecho tampoco la deberías tener, eres perfecta. Una galleta perfecta. 

- Ashton... 

- ¿Qué? 

- Eres un maldito idiota.    

- ¿De verdad quieres salir? A mi no me importa.- Se encoge de hombros y roza su nariz contra mi pecho. Apago el agua de la ducha porque estaba empezando a molestarme y ella mira hacia arriba para encontrarse con mis ojos.- ¿Estás muy muy cansada?.- Niega con la cabeza, me agacho un poco para besar sus labios y al mismo tiempo elevarla sujetando sus muslos, ella enreda sus piernas en mis caderas y suspira en cuanto mi pene hace contacto con su piel. Me acerco a la pared de la ducha y le pego contra ella. 

- Ay, está fría.- Arquea la espalda pegando su pecho más al mío. 

- Lo siento.- Ambos reímos antes de volver a besarnos. 

- ¿De verdad quieres volver a hacer lo?.

- Contigo lo haría todo el día.- Ella suelta una carcajada que interrumpe con un gemido en cuanto me introduzco en ella, le guiño un ojo mientras me muevo, ella gime y clava sus uñas en mi espalda, adoro la forma en que gime mi nombre con cada embestida.

La bajo con cuidado hasta que sus pies tocan de nuevo el suelo, de nuevo respira muy rápido y con pequeñas dificultades, pero decido no darle importancia, yo salgo primero de la ducha ya que ella quiere ducharse de nuevo y sé que si sigo ahí entraríamos en un bucle sin final.