Es tu culpa (Jason x Tim)

Pasando un tiempo juntos

Para mí esta noche, la primera que paso al lado de Tim es simplemente perfecta, nunca he sido fanático de dormir, las pesadillas y los desvelos me han acompañado por toda mí maldita vida, pero en ése momento las pocas horas que dormí no hubo sueño malo y el tiempo que estuve despierto lo pasé contemplando su hermoso rostro, esa expresión tan inocente que tenía al dormir, sus labios entreabiertos tan tentadores y ése movimiento suave de su pecho al respirar. Lo admito estoy loco por éste mocoso.

Ni siquiera me di cuenta cuando empezó a amanecer estaba totalmente perdido contemplandole hasta que le miré arrugar la nariz y alzar una de sus manos para rascar uno de sus ojos.

-Así que al fin despiertas babybird.- Dije en un tono burlón luego de haber dirigido mí mirada al reloj y ver que eran las 11:00 am. Toda la noche lo tuve rodeado con mis brazos y pegado a mí cuerpo, en ése momento seguíamos en la misma posición, así que le abracé con más fuerza para eliminar la poca distancia que quedaba.

-¿Jason?- Abrió sus ojos con sorpresa, se quedó unos segundos en silencio recordando todo lo de anoche. -Me duele la cabeza...

- Seguro es por todo lo que lloraste ayer, duerme un poco más, aún es temprano para ti.

- ¿Qué hora es?- Le sentí acurrucarse entre mis brazos mientras preguntaba, a veces puede lucir tan pequeño y adorable.

- Son las once, supongo que clases ya no tienes ¿Oh sí?

-Por el momento no, dejé la escuela cuando empecé el viaje para buscar a Bruce.- Sus manos empezaron a tocar con curiosidad mí abdomen como sí quisieran confirmar que yo era real.- ¿ Cómo dormiste?

- Bien-. Suspiré.- Cómo hace mucho tiempo no lo hacía ¿Y tú?

- Bien, como hace mucho tiempo no lo hacía-. Dijo y comenzó a reír.

Dirigí mis manos a su rostro y lo levanté, le miré a los ojos y besé sus sonrientes labios.

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Me aparté un poco cuando sentí los labios de Jason sobre los míos, no era que no me gustara, sino que se sentía extraño, mí mente aún no se hacía a la idea de que esto fuera real, se que suena estúpido viniendo del "genio" que derrotó a Ra's Al ghul, pero apesto en temas amorosos, más si se trata de mí.

- ¿Qué pasa?-. Preguntó y su mirada reflejo cierta confusión.

- Nada malo. Es sólo que...-. Sus brazos rodearon mí cintura y me hizo girar hasta quedar sentado arriba de él.

- Es solo que no puedes acostumbrarte al gran cambio tan rápido.

-Algo así-. Reí con algo de nervios, esa posición era bastante sugerente y me brindaba una buena vista de Jay.

- Entonces vayamos un poco más lento-. Poco a poco fue levantándose hasta que ambos quedamos sentados, él en la cama y yo sobre sus piernas, volvió a rodear mí cintura y después acercó su rostro hasta volver a besarme, yo puse mis brazos alrededor de su cuello y moví mis labios de forma un poco tímida pero Red Hood no me lo permitió por mucho tiempo, su lengua invadiendo mí boca apagó todo rastro de vergüenza o duda que pudiera tener, enrede la mía a la suya y la movi a su gusto y ritmo, sus manos acariciaban mí espalda y su mirada siempre estuvo enfocada en mis azules orbes. Todo era perfecto hasta que la falta de aire nos obligó a dejar el beso.

- Una perfecta forma de comenzar la mañana-. Su sonrisa lasciva me hizo sonrojar. -¿Quieres desayunar?

-¿Vas a prepararme algo?

-Por supuesto ¿Dudas de mí capacidad?

- No, pero será muy divertido ver eso, "¡Red Hood el gran cocinero!"