20. Soy una masoquista.

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Ya estaba a horas de volver a España, Car y su mama se dispusieron a llevarme al aeropuerto... y obvio, no me negaría.. En realidad no me daba para el taxi, ni mucho menos para caerme muerta por ahí. Me quedé literalmente pobre, porque he gastado toda la plata que había traído de España..

Gracias a Dios y pude pasar super bien con Car en su fiesta.. y al chico que me presento era todo un caballero, nada más que no se le parece al egocéntrico de Matt.

Claro lo llamas egocéntrico, pero bien que estas loca por el..

Intercambiamos números, y me envió un mensaje para confirmar que era mi número y no le pase otro para que no me hable...

***

Llegamos al Aeropuerto, no tenía ganas de volver con mi mamá, después de todo... Prefiero una y mil veces más quedarme con mi mejor amiga...
Estaba sentada esperando a que me llamen a mi destino.. Car y su mamá no se podían quedar conmigo a esperar a que yo me fuera, porque tenían otras cosas pendientes. Pero igual estoy agradecida de que me hayan podido traer hasta aquí..
Encendí mi móvil y puse una música, eran nada más las 10:30 am y yo debería estar para las 13:30 pm. De verdad iba a esperar mucho..

Ya había pasado como una hora y mi trasero se me entumeció, literal. Estaba toda dura en mi asiento de plástico sin estar acolchonado. Iba morir por dos razones, la primera... Por estar aquí dura como una estatua, y la dos por hambre. Lo sé, fui tan inteligente y ni un Sandwich traje para comer mientras me moría en mi asiento... Lo peor de todo iba a morir con hambre, si nunca escucharon una muerte tan dolorosa. Ahí lo tienen. Niña americana muere en un aeropuerto en forma de estatua con una terrible hambre, lamentamos que tenga una deficiencia mental por eso no pudo ni traer un mísero Sandwich de queso. Soy una masoquista.

Si eso no les pareció cruel, no sé qué les parece cruel...

Iban pasando las horas, los minutos, segundos y mili segundos, y yo... Bueno yo seguía con hambre. Pero la amable chica limpiadora me veía un poco debilitada, no un poco, más bien....Un poco muchísimo debilitada por el hambre. Me ofreció su pollo vuelta y vuelta que estaba saboreando hasta que vio una americana gorda que la miraba con deseo, me corrijo. A su pollo.  

Seguía sentada mirando a mis alrededores, las personas iban y venían.. Con sus felices familias, de acontecimientos en familia y paseos extra curriculares que se veían divertidos. Digo divertidos por la manera en que los niños regalaban esa pizca de alegría en sus sonrisas por la emoción de pasar lindos momentos con sus padres y hermanos. Recuerdo la primera vez que viaje, no fue con papa, ni mucho menos con mama. Más bien fue con Luke y mis abuelos, definitivamente ellos eran mis padres, me hicieron la niña más feliz en esa época. Ellos taparon con un parche de amor mis pequeñas heridas por la ausencia de esas personas que se hacen llamar padres... 
Pero no importa, ni mucho menos ahora que me enseñaron a ser más fuerte..
Aveces no nos queda otro remedio que volverte en tu propio dolor y saber controlar tus emociones... Duela lo que duela, pase lo que pase. Tu eres dueño de controlar esas mínimas emociones que te pueden romper de un momento al otro.

***

-Lo siento, no fue mi intención..- dijo el pelirrojo disculpándose por haberme empujado en la fila.

No seas grosera con este novato...

-Oh, descuida...- intento no pegar mi hermoso puño en su perfecta nariz de Playboy.
Esperen.. ¿Cómo es la nariz de un Playboy? Ya se dieron cuenta que deliro cuando tengo hambre...

Ya entrando en el avión, que gracias a Dios ya pase por esas horas de sufrimiento. Me fui directo a mi asiento, estaba cansada. Es como si fuese un koala que no terminó sus respectivas horas de descanso. Espero no roncar, como usualmente lo hago cuando tengo mucho sueño. No parezco un humano, lo juro. En mi otra vida habré sido una moto.
Me senté esperando a que la azafata me traiga algo para comer, porque seguía como un cavernícola que aún no comió desde hace décadas. Si mi compañero de asiento no fuese tan lindo me lo comía, esperen.. Es el pelirrojo inepto que me empujó y tuvo que despertar a mi ninja interior para no caer al suelo.

Deliras...
Una vez concentrada en la mini pantalla que tengo frente mío... Aburriéndome viendo como el avión gira por donde le indican.. Agarro mi cartera para quitar algo para leer, necesito distraerme. Porque mi querido sueño desapareció.. Gracias sueño, cuando te necesito desapareces...
Agarre mi mochila y quite el libro que Nina leía en clases de idioma cuando se aburría..

"Orgullo y perjuicio"

-¿Que lees?- dice el pelirrojo arrebatándome el libro de mi amiga con todo el descaro del mundo, como si fuese que hablamos toda la vida me roba el libro..

-Lo iba a leer hasta que alguien me lo quito- como siempre tan agradable Nai, sigue así me enorgulleces..

-Que suerte porque ya me aburrió la portada, no te lo recomiendo, si no lleva zombis o jugadores de fútbol americano..- genial, se quiere hacer del agradable con Srta. Alegría

No pienso más y pongo música en mi reproductor, ya me aburrió haciéndose el interesante.

-Oye, ¿Sabes qué es mala educación ponerse los audífonos cuando alguien te habla?- mi día no puede empeorar...
El ríe con orgullo por ganarse mi atención, y yo bueno. Estoy apunto de tirar toda mi cordura por la borda, o mejor dicho, por la puerta del avión.

Me quito mis auriculares y me acomodo en mi asiento para dormir. Estaba contando deliciosas pizzas con borde de relleno... Hasta que siento un dedo golpeando mi brazo repetidas veces.. Juro que mataré a este pelirrojo, o por lo menos no saldrá consciente de este avión. Me giró bruscamente para afrontarlo con la mirada.

-¿qué quieres?- achico mis ojos, y aprieto mis manos formando un pequeño puño con cada una...

-Solo te quería hacer una pregunta, ¿cómo te llamas?- alarga una sonrisa muy linda a mi parecer, sino fuese porque me iría presa ya lo mataba.

-Me llamo Nahiara Morris, ¿y tú?- lo miro a sus azulados ojos y noto sus pequeñas bolsas en los ojos y sus pecas alrededor de sus resaltantes pómulos.

-Un gusto Nahiara, soy Adrian.. Y tengo veinte años..- Wow hablo con un universitario insoportablemente lindo. Si, ahora que sabes que es universitario te parece lindo, bájale a los humos Nai.

Sonrío como tonta... Cada vez más estupida.

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