Al bajar al comedor, donde estaban nuestros respectivos padres ya sentados, yo me puse muy nervioso, no sabía como acabaría esa cena, pero aparentemente no muy bien.
A Carlos se le notaba muy tenso hasta cuando hablaba, le temblaban las manos y tartamudeaba.
-¿Iña-ñaki me pa...aasas el ace-ce-ceite?-Tartamudeaba mucho, pero aun asi estaba mas adorable aún, si cabe.-Si, Car-r-r-rlos.-Dije burlandome de como hablaba. Le pasé el aceite.
-¡Ay! No t-te burle-e-es.-Se rió y yo tambien me reí.
-Bueno chicos, y que tal el colegio...los amigos...?-Preguntó la madre de Carlos.
-Pues muy bien todo, la verdad.-Dije yo sonriendo
-¿Y las novias?- volvió a preguntar la madre de Carlos en tono sugerente.
Sonreí incómodo, no quiero admitir que me gustan...... los... hombres.
-¡Mamá! No preguntes esas cosas- reprochó Carlos sonrojado.
-Creo que...ya hemos terminado.-Dije levantandome de la silla.
Carlos se levantó y se acercó a su madre.
-Ma, no preguntes eso, le has puesto incómodo- susurró creyendo que no le oía, pero tengo buen oido.
-Lo siento Litos, no quería avergonzarte, jamás lo volveré a hacer - dijo su madre y Carlos le sonrió, estaban muy monos.
-Iñaki, aún falta el postre, no te vayas- dijo mi madre entrando con una bandeja llena de turrones y trozos de tarta.
-Estoy lleno ¿Vienes Litos?- dije mirándole.
-Vamos- dijo y subimos las escaleras cogidos de la mano.
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Solo es cuestion de tiempo.
Non-FictionEn esta historia se cuentan las cosas buenas, malas, divertidas y tristes de dos mejores amigos, Carlos e Iñaki, que intentan afrontar su homosexualidad de la mejor forma que pueden. Todo es cuestión de tiempo.